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El presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó ayer que el grupo de presuntos paramilitares colombianos desarticulado en Caracas pretendía derrocarlo y matarlo. Fuerzas de seguridad venezolanas detuvieron en la madrugada de ayer a 56 componentes de este grupo y buscan a otros 80.
GARA
BOGOTA
Las fuerzas de seguridad de Venezuela capturaron ayer cerca de Caracas a 56 supuestos paramilitares colombianos que planeaban asaltar bases militares la próxima semana por orden de la ultraderecha venezolana, según fuentes oficiales.
Fuentes de la policía política, Disip, dijeron que al menos otros 80 paramilitares lograron escapar y son buscados en zonas montañosas de El Hatillo.
La operación se realizó a primeras horas de la madrugada de ayer en una finca del cubano
ultraderechista Robert Alonso, residente en Venezuela desde 1961, relacionado con grupos radicales opositores al Gobierno del presidente Hugo Chávez.
Alonso, que según la prensa es hermano de la cantante cubana María Conchita Alonso, se
halla en paradero desconocido, «probablemente intentando salir del país», según fuentes de la inteligencia venezolana.
«Primero iban a asaltar un destacamento, robar las armas y esperaban a otros 1.500 paramilitares para acciones terroristas», en un plan que debía culminar con el derrocamiento del presidente Chávez, dijo el diputado William Lara. El legislador, ex presidente del Parlamento venezolano, aseguró que tras estas acciones también está el gobernador del estado de Miranda y líder opositor, Enrique Mendoza.
Chávez también indicó ayer que el grupo paramilitar desarticulado pretendía derrocarlo y matarlo.
El director de la Disip, Miguel Rodríguez, sostuvo que los paramilitares estaban dirigidos por civiles y militares venezolanos de alta graduación que hace dos años se declararon en desobediencia contra Chávez.
