Hace 25 años que denunciamos la deriva derechista y autoritaria de Ortega

Comandante Guerrillera Sandinista, protagonista de hechos clave de la revolución como la Inurrección de Managua y el repliegue a Masaya, la historiadora Mónica Baltodano fue ministra de Asuntos Regionales del primer gobierno revolucionario y miembro de la Dirección Nacional del FSLN. En 1997 rompió con el orteguismo luego del pacto con el presidente Arnoldo Alemán. Desde entonces, se ha opuesto al viraje derechista que el orteguismo impuso al Frente Sandinista. Un panorama de la situación nicaragúense después de las elecciones amañadas del 7 de noviembre en boca de una de las voces más comprometidas y autorizadas de la hermana nación centroamericana.



Mónica Baltodano: «Hace 25 años que denunciamos la deriva derechista y autoritaria de Ortega»

Por Luis Brunetto para Estación Finlandia y Comunistas Blog de Cuba/

Comandante Guerrillera Sandinista, protagonista de hechos clave de la revolución como la Inurrección de Managua y el repliegue a Masaya, la historiadora Mónica Baltodano fue ministra de Asuntos Regionales del primer gobierno revolucionario y miembro de la Dirección Nacional del FSLN. En 1997 rompió con el orteguismo luego del pacto con el presidente Arnoldo Alemán. Desde entonces, se ha opuesto al viraje derechista que el orteguismo impuso al Frente Sandinista. Un panorama de la situación nicaragúense después de las elecciones amañadas del 7 de noviembre en boca de una de las voces más comprometidas y autorizadas de la hermana nación centroamericana.

Estación Finlandia: ¿Cómo describirías Mónica la situación postelectoral en Nicaragua?

Mónica Baltodano: Sigue siendo sumamente compleja, porque desde el año 2018 se inició una crisis de derechos humanos y de la democracia, combinada con la crisis económica. Después de la sublevación de abril de ese año se desató una represión que dejó un saldo de casi 400 muertos, crímenes de lesa humanidad, y desde entonces el país no ha podido estabilizarse. En primer lugar porque el régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo no ha buscado un espacio para una salida dialogada con las distintas partes que se enfrentaron en esa sublevación. Y segundo porque la salida por la vía democrática cómo estaba planeado para las elecciones de noviembre de este año, fue aprovechada por el gobierno para proscribir a todos los candidatos que se oponían a Ortega. Nosotros siempre pensamos que las elecciones de 2021, para que hubiera garantías, exigían una reforma profunda de la ley electoral qué implicara una reingeniería completa del sistema y de las autoridades electorales, porque las autoridades del Consejo Electoral están totalmente ligadas al gobierno. Entonces nosotros pensábamos que no podía haber elecciones verdaderamente libres si se mantenían esas reglas y no se permitía el ingreso de observadores. No obstante, los partidos políticos de derecha pensaron que debían participar aunque no estuvieran dadas las condiciones, y siendo así que estaban dispuestos a participar el régimen tomó una decisión que yo creo que es inédita en América Latina, que fue capturar a los principales siete candidatos, a los más visibles.

EF: ¿Y por qué pensás que tomó esa decisión tan drástica que por otra parte podría desprestigiar al propio gobierno?

MB: Porque según las encuestas había una disposición de la población de ir a votar por cualquier candidato, no importaba quién fuera, cualquiera de los candidatos que se planteara con tal de salir de la dictadura. Las encuestas mostraban que un 70 % estaba en esa disposición, rechazando al régimen de Ortega, y es probable que Ortega haya querido evitar reeditar la situación de 1990. Y el otro elemento fue que en el año 2018, desde septiembre, están prohibidas en Nicaragua las marchas y las manifestaciones, hasta las reuniones bajo techo, incluso reuniones de 5 personas están prohibidas. Se impuso una suspensión de las garantías constitucionales de facto, porque nunca pasaron por el parlamento esa decisión, ni estado de sitio ni ley marcial, pero en la práctica hay una suspensión en Nicaragua de todas las garantías. Como justamente las elecciones son procesos donde todo el mundo se puede expresar, puede marchar, se puede manifestar, entonces yo creo que ese es un factor por el que él no quiso qué hubiera una campaña electoral, porque no estaba dispuesto a aceptar que hubiese ninguna movilización. Tal es así que el propio régimen no hizo ninguna manifestación. Daniel Ortega no fue a ninguna parte, se mantuvo encerrado en su casa, no hicieron campaña tampoco ellos.

EF: Casi como Somoza…

MB: Somoza siempre hizo farsas electorales y remedos de elecciones, hasta en eso parece que Ortega hubiera llegado más lejos. Y el descaro mayor es que ahora cobran una suma de casi U$S 20 millones de dólares cómo si hubieran hecho campaña.

EF: ¿Y qué siente una ex dirigente sandinista al ver el proceso de degeneración de la revolución?

MB: Mira, prácticamente desde que llegó al gobierno, está segunda vez ya Ortega era un mutante. De aquella revolución ya no quedaba nada. Lo que pasa es que Ortega ha utilizado los símbolos, los iconos, las imágenes, el discurso antiimperialista, el uso del apelativo socialista, es decir todo una manipulación que le permite mantener las filas cerradas con los que siguen integrando su propia fuerza. Esto nosotros venimos denunciándolo desde hace 25 años, venimos denunciando esa deriva autoritaria que comenzó primero con la apropiación del FSLN, convirtiéndolo en un aparato a su servicio, y su deriva derechista, porque ha traicionado todo el planteamiento de transformación de aquella revolución.

EF: De hecho la rebelión del 2018 se produce contra la implementación de medidas neoliberales, de un intento de reforma neoliberal en el sistema jubilatorio…

MB: Es que ya está claramente demostrado con cifras y con todos los informes económicos qué Ortega ha implementado un modelo no sólo neoliberal, sino más neoliberal que los gobiernos anteriores por así decirlo, con una política de diálogo y consenso con el gran capital al que le ha dado grandes espacios en el gobierno y más de 100 leyes que lo favorecen. Estas leyes le dieron grandes ventajas desde el punto de vista de las inversiones, de las exoneraciones de impuestos, abrió el país a la inversión extranjera privada en condiciones absolutamente desreguladas. Se ha favorecido claramente a las transnacionales extranjeras. Es interesante ver como algunos que estuvieron acá observando el proceso electoral presentaron informes en los que decían que Ortega había estatizado la educación y la salud. ¡Nada de eso es verdad! ¡Nunca hubo tanta privatización de la educación, de la salud, de los servicios en general como bajo el gobierno de Daniel Ortega!

EF: Hay sectores que provienen de tradiciones de izquierda defienden al régimen de Ortega como si fuera un régimen izquierdista: ¿qué opinas de esas posiciones?

MB: Justifican todo el accionar dictatorial diciendo que es izquierdista y qué es una víctima del imperialismo. Pero yo sostengo que a ningún gobierno, aunque sea supuestamente de izquierda, uno le debería dar respaldo cuando comete violaciones a los derechos humanos o crímenes de lesa humanidad. O sea que esta justificación de estos voceros internacionales del orteguismo lo que hace es desprestigiar a la izquierda, porque los crímenes que ha cometido la dictadura de Ortega han tenido como víctimas a los obreros de las minas, a los indígenas, a movimientos campesinos, a la rebelión del 2018, que fue una rebelión con banderas anti neoliberales. Pero de todos modos no habría justificación ni siquiera aún en el caso de que el fuera un presidente de izquierda, que no lo es.

EF: Vos y tu familia han sido uno de los principales blancos de la represión del orteguismo: ¿en qué situación se encuentran ahora?

MB: En el mes de mayo comenzó otra oleada represiva de la que fueron víctimas no solo los candidatos presidenciales principales sino más de 40 dirigentes de distintas vertientes ideológica. Entre ellos fueron capturados héroes de la lucha contra la dictadura de Somoza, comandantes guerrilleros como Hugo Torres y Dora María Téllez. Por eso nosotros tuvimos que exiliarnos, porque corríamos grandes riesgos de ser capturados, teníamos amenazas, vigilancia permanente, ya no podíamos estar en nuestra vivienda, estábamos prácticamente cómo clandestinos como cuando andábamos en la lucha contra Somoza. Y entonces tuvimos que tomar la dolorosa decisión de exiliarnos.

EF: ¿Y cómo ves la situación de Nicaragua en el contexto latinoamericano? ¿Cómo ves la situación de Latinoamérica en general?

MB: Mirá Luis, yo creo que Latinoamérica está viviendo momentos muy complejos. Es clarísimo que se levantan oleadas rebeldes, pero también que se levantan oleadas ultraderechistas que han logrado llegar incluso en algunos casos al gobierno, y hacer retroceder algunas conquistas que se habían logrado en décadas anteriores. Hay un enorme confusión en Latinoamérica porque los regímenes de izquierda no han sido consecuentes y a la vez han sido muy autoritarios. Pero yo creo qué las banderas que han levantado los movimientos sociales por la construcción de un mundo distinto, un mundo en el que las mayoría tengan realmente lo necesario para vivir dignamente y en dónde desaparezcan las desigualdades cada vez más grandes que atraviesan a la humanidad, la construcción de ese mundo sigue siendo un desafío y una utopía vigente. Creo que las experiencias que estamos viviendo no deben hacernos perder las esperanzas de que podemos hacerlo, y creo que Latinoamérica puede jugar un papel decisivo en esas luchas.

EF: ¿Qué mensaje le darías a los pueblos latinoamericanos?

MB: Ya que puedo dirigirme al pueblo latinoamericano les digo que no se dejen engañar por la propaganda del régimen orteguista. Les pido solidaridad con el pueblo nicaragüense que está sufriendo una dictadura tremenda, una situación de miseria terrible. Necesitamos la solidaridad, necesitamos que conozcan la verdad y brinden su apoyo al pueblo rebelde de Nicaragua.