Y Paula no pudo más
Cosecha Roja
A Paula una amiga de la infancia le insistió mucho para que fuera a su cumpleaños. Incluso el día de la fiesta la fue a buscar a su casa tres veces.
A Paula un varón le dio algo de tomar que la mareó, le hizo perder las fuerzas y el control de su cuerpo. No podía mover los brazos y las piernas.
A Paula un grupo de varones la sacó de la fiesta de su amiga, la subió a una traffic y la llevó a la casa de uno de ellos.
A Paula la violaron por lo menos entre ocho. La filmaron. Después la volvieron a subir a la traffic y la dejaron en la esquina de su casa.
Paula no recordaba la violación. Agarró sus cosas y se fue a trabajar. No podía caminar bien y estaba confundida. Cuando llegaba a la parada del colectivo pasó por una casa que le resultó conocida. Era el lugar donde la habían violado. A seis cuadras de su casa.
A Paula la violaron ocho varones: ella logró reconocer a cinco que en el momento de la violación tenían entre 29 y 40 años y vivían en el mismo barrio que ella. Algunos la conocían desde chiquita. Cuatro de ellos están presos y uno prófugo. El juicio por abuso sexual será en marzo de 2022.
A Paula le tomaron la denuncia pero en el informe no pusieron que estaba drogada, como ella explicó, sino “alcoholizada”. Le hicieron repetir una, dos, diez veces lo que pudo reconstruir de esa noche.
Para las pericias, a Paula la revisó un hombre, a pesar de que ella había pedido que fuera una mujer. La maltrató y no la hisopó.
Paula se cruzó con cinco de sus abusadores en el mismo momento en que estaba haciendo la denuncia en la comisaría. Nunca entendió qué hacían ahí. Después supo que uno de ellos pertenecía a la Guardia Municipal de Florencio Varela.
Aún con parte de los abusadores presos, Paula tuvo que soportar el hostigamiento y las amenazas de muerte de familiares de ellos. Los denunció 30 veces. Algunos tienen perimetrales, pero no las cumplen.
Paula se expuso una y cien veces en los medios de comunicación para contar su historia. Algunos móviles tuvieron que ser levantados del aire porque se acercaban a insultarla familiares de sus abusadores.
Al abuelo y al tío de Paula también los amenazaron.
Un año después de la violación, Paula contó que todos los días a las 5 de la mañana se juntaban varios familiares de los abusadores para gritarle y amenazarla.
En estos cinco años, Paula intentó suicidarse varias veces. Estuvo internada en el Melchor Romero. Este domingo su tío la encontró muerta. Todo indica que fue un suicidio.
Paula tenía 23 años. La noche que la violaron, el 10 de diciembre de 2016, tenía 18.
Paula y su familia denunciaron, se expusieron, pidieron ayuda. No la escucharon.
Y Paula no pudo más.