De la verticalidad burocrática a la horizontalidad democrática. Disolución del “poder sobre” transformándose en el “poder hacer junt@s”. La experiencia de Cecosesola

En los inicios funcionábamos como una cooperativa convencional con cuerpos directivos. El consejo de administración tenía plenos poderes para tomar decisiones y anualmente rendía cuentas en una asamblea conformada por los delegados de las cooperativas afiliadas. Los trabajadores y trabajadoras no podíamos participar, ni en las tomas de decisiones cotidianas, ni en las asambleas. Actualmente, los trabajadores y trabajadoras somos asociadas y gestionamos las actividades en espacios descentralizados, rotando las tareas. No existen órganos directivos, ni líneas de mando.



Transitando nuevos senderos

Cecosesola: Del “poder sobre” al “poder hacer junt@s”

Colectivo de Redacción Cecosesola

En los inicios de Cecosesola funcionábamos como una cooperativa convencional con cuerpos directivos. El consejo de administración tenía plenos poderes para tomar decisiones en el marco de nuestros estatutos y anualmente rendía cuentas en una asamblea conformada por los delegados de las cooperativas afiliadas. Los trabajadores y trabajadoras no podíamos participar, ni en las tomas de decisiones cotidianas, ni en las asambleas.

Actualmente, los trabajadores y trabajadoras somos asociadas y gestionamos las actividades en espacios descentralizados, rotando las tareas. No existen órganos directivos, ni líneas de mando. Y en reuniones conjuntas con miembros de las cooperativas de la red, abordamos prioritariamente los temas que tienen que ver con la globalidad. Por ejemplo: el precio de los productos que se intercambian dentro de la red, los financiamientos que se otorgan a través del fondo de financiamiento, las políticas de precios de nuestros servicios…

Cecosesola es un proceso educativo basado en la reflexión colectiva en el quehacer diario, donde nos relacionamos sin líneas de mando, abiertos a una participación plena, sin intermediación. Ese proceso se desenvuelve dentro deuna red cooperativa de cincuenta organizaciones comunitarias de los sectores populares, ubicadas principalmente en la región centro occidental de Venezuela. Entre las múltiples actividades que gestionamos unos 1.300 trabajadores y trabajadoras asociadas destacan las siguientes:

  • Brindamos un servicio funerario a través del cual 25.000 familias nos garantizamos un servicio digno.
  • Conformamos una red de salud donde nos atendemos anualmente hasta 250.000 personas en 7 consultorios ubicados en sectores populares de la ciudad de Barquisimeto. Además, disponemos de un centro cooperativo hospitalario que cuenta con dos quirófanos, un ambiente para el parto respetado, así como servicios de laboratorio clínico y radiología
  • Gestionamos 20 mercados comunitarios integrados con 18 organizaciones campesinas y 7 pequeñas unidades de producción comunitarias. A través de esta red nos garantizamos, a más de 100.000 familias, alimentos y artículos de limpieza a precios solidarios. Se estima que los precios de nuestros servicios representan anualmente un ahorro comunitario del orden de 20 millones de dólares.

Nuestras reuniones no se rigen por las formalidades empresariales, más bien son encuentros comunitarios abiertos a quien quisiese participar. Las decisiones son consensuales. No existe la votación.

Así como no hay jerarquías de cargos, ninguna reunión está por encima de otra, ni siquiera la asamblea general de asociados. Promovemos que tomemos decisiones sin estar dependiendo de las reuniones. Intentamos así trascender ese colectivismo que exige que todo o casi todo deba ser tratado en reunión, coartando nuestro desarrollo personal. Por eso decimos que, así como intentamos trascender las relaciones jerárquicas, también procuramos no encarcelarnos en unas relaciones rígidamente horizontales.

Las decisiones son consensuales, ya sean tomadas individualmente, por varios o en reuniones, en cuanto sean coherentes con nuestros fundamentos de transparencia, responsabilidad, equidad y solidaridad. Cada quién es responsable de las consecuencias de las decisiones que tome. Cualquier decisión puede ser cuestionada con base a su coherencia con nuestros fundamentos.

Cuando funcionábamos como una cooperativa convencional, las asambleas gravitaban en un combate entre la directiva y los asambleístas. Esto fue más evidente en los años 70 cuando Cecosesola se convirtió en una referencia de poder en nuestra ciudad. En esa ocasión el tema central de las asambleas era la toma del poder dentro de la organización por parte de los que aspiraban a él. Era un desgaste permanente de energías. Se coartaba nuestra capacidad de hacer.

En estos momentos, sin cargos gerenciales, ni cuerpos directivos, con la rotación de tareas, y la toma de decisiones consensuales, se han ido desdibujando los espacios desde los cuales se pueda ejercer el poder sobre el otro o la otra. La energía ya no se desperdicia en la lucha por posiciones de poder. Ahora, que de nuevo Cecosesola ocupa un lugar de mucha relevancia en nuestra ciudad, si alguien quisiese hacerse del poder en ella, no hallaría cómo lograrlo, ya que el “poder sobre” se ha ido diluyendo, transformándose en el “poder hacer junt@s”.

Así de simple, así de complejo