Centenario Castoriadis: El pensador de lo radical
Hace exactamente 100 años, nacía Cornelius Castoriadis uno de los pensadores más originales del siglo XX y una figura clave en la renovación teórica de la nueva izquierda. Temprano crítico de la URSS. Se enfrentó a los totalitarismos del régimen nazi como del Estado policial soviético y desde las páginas de la revista “Socialismo o barbarie” prendió la mecha que encendió a la generación del ´68.
Cornelius Castoriadis (Κορνήλιος Καστοριάδης) nació el 11 de marzo de 1922 en la localidad de Estambul, conocida anteriormente como Constantinopla, la ciudad más grande de Turquía. Debido al conflicto de la guerra greco-turca, su padre decidió que la familia se mudara a la ciudad griega de Atenas donde en poco tiempo serían testigos de sucesos históricos como la llegada de la dictadura nazi anti-comunista de Ioannis Metaxas, el comienzo de la segunda guerra mundial, la ocupación nazi, la heroica resistencia partisana y la sublevación comunista de 1944. A la velocidad de estos sucesos se interesó por las ideas de Carlos Marx y a la edad de 15 años ingresó (por un breve lapso de tiempo) al Partido Comunista Griego hasta que finalmente decidió romper para unirse al trostkismo. Estudió economía, política y derecho en la Universidad de Atenas. Hasta que perseguido (tanto por los fascistas como por los comunistas), partió hacia Francia donde fundó en 1949 junto a Claude Lefort el grupo político-intelectual que editó la célebre revista “Socialismo o Barbarie” y que contó con la participación de Edgard Morin y Francois Lyotard hasta su disolución en 1965. A través de sus páginas se expresó una renovada crítica contra el capitalismo, la URSS y contra todo aparato de izquierda, promoviendo la organización desde debajo de los trabajadores y las trabajadoras, la autogestión del trabajo a través de los consejos obreros y la transformación radical de toda la sociedad. Muchas de sus propuestas fueron asumidas por el Movimiento 22 de Marzo y Daniel Cohn Bendit, más conocido como “Dani el rojo” del mayo francés.
Luego del aluvión del ´68 comenzó a asistir a los seminarios de Jacques Lacan para estudiar psicoanálisis, lugar donde a la vez; conoció y se enamoró de la psicoanalista Piera Aulagnier, quienes tras distanciarse de Lacan fundaron junto a otros analistas un espacio psicoanalítico conocido como el Cuarto grupo.
La recepción de la obra de Castoriadis en Argentina se remonta a los primeros años de la década de los ´80 tras la restauración de la democracia y el fin de la censura y la persecución en las universidades del país. Entre quienes se hicieron eco de su pensamiento estuvieron el filósofo Gregorio Kaminsky y los psicoanalistas Ana María Fernández, Yago Franco (director del portal de internet “Magma” dedicado a la obra de Cornelius Castoriadis) y Fernando Uribarri (Revista Zona Erógena) quien participó de la organización de las visitas de Castoriadis en los años de 1993 cuando recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires y de su último viaje de 1996 poco tiempo antes de su inesperada muerte.
Merece una mención la recepción que sus ideas tuvieron en el movimiento anarquista local a partir de los ´90, mayormente debido al impulso que le dio su amigo el psicoanalista argentino Eduardo Colombo que difundió sus ideas entre los círculos ácratas al publicarlo por la editorial Nordan de la Comunidad del Sur, Uruguay. Labor reforzada por el sociólogo Christian Ferrer que lo incluyo en la compilación “El lenguaje libertario. Antología del pensamiento anarquista”. Si bien Castoriadis nunca se consideró anarquista, su concepción comunista libertaria y autogestiva, y fundamentalmente su idea de autonomía le habilitaron un diálogo fluido con las nuevas generaciones militantes surgidas al calor de las luchas contra el neoliberalismo, que tomó cuerpo, entre otros, en la denominada corriente “autónoma” del movimiento piquetero como la expresada por la Federación de Organizaciones de Base (FOB).
Su pensamiento renovó el lenguaje de las ciencias sociales fundamentalmente gracias a conceptos como los de imaginario social, Instituyente e Instituido, lo histórico-social, la imaginación radical, la democracia y la autonomía de la sociedad. Muchos de los cuales se encuentran en su obra “La Institución imaginaria de la sociedad”.
Cornelius Castoriadis falleció en la tarde del viernes 26 de diciembre de 1997 en Paris, ciudad donde comprendió que si la clase obrera quiere cambiar el mundo deberá llevar la imaginación al poder.