Expreso político vasco Ibai Aginaga fue recibido con un acto masivo en el frontón de Berango

El apoyo popular de los vecinos demuestra que están las condiciones para los cambios desde el protagonismo social y la autonomía, y ya no más vanguardias. La población no está para sostener combatientes, héroes y dirigentes, sino para ser los actores del cambio.



14/03/2022 :: Nacionales E.Herria

Expreso político vasco Ibai Aginaga fue recibido con un acto masivo en el frontón de Berango

x La Haine / Resumen Latinoamericano
 
 
El frontón de la localidad vasca de Berango, en Bizkaia, estaba a rebosar poco antes del mediodía de este domingo. No era para menos, un hijo dilecto de ese pueblo, Ibai Aginaga, volvía después de una ausencia de 21 años, 19 de los cuales los pasó en distintas cárceles del Estado español, y otros dos en una clandestinidad previa, a raíz de su militancia en ETA.

A primeras horas de la mañana, Aginaga, militante comunista e independentista, salía de la cárcel de Basauri y poco después llegaba a Berango para participar del Ongi Etorri (la bienvenida popular) que vecinos y militantes querían brindarle a pesar de las prohibiciones estrictas del gobierno derechista español y del desmarque de la dirigencia de la izquierda abertzale oficial que pide “encarecidamente” que los recibimientos de presos se hagan de manera discreta y en forma privada. Pero Ibai Aginaga es un hombre de principios que precisamente por estas y muchas más diferencias se había separado del Colectivo de presxs políticxs vascxs, a la vez que planteara, como otros tantos, su rechazo a la línea que la izquierda abertzale oficial tomara desde que ETA abandonara las armas.

Ibai es un joven muy querido en su pueblo, al igual que su madre que durante estos 20 años de lucha carcelaria estuvo al pie del cañón para acompañarlo y rodearlo de afecto, precisamente cuando Aginaga tenía que soportar como muchos otros presos y presas vascas, castigos extra, aislamientos y otras crueldades.

Sin embargo, también Berango es un pueblo especial, rebelde y consecuente con las y los que luchan, y entre estos últimos están sus presos más queridos. Por eso, desde primeras horas de la mañana, las calles se llenaron de carteles y pancartas, anticipando lo que ocurriría poco después, ya que el frontón (donde habitualmente se juegan partidos de pelota) lucía como en sus mejores momentos. 

Con un orden ejemplar, se fueron llenando todos los lugares del recinto, donde se prohibió entrar con celulares y a la vez se dejó afuera a la prensa españolista que concurre a esos eventos para fabricar todo tipo de criminalizaciones y mentiras, como suele ocurrir en muchas partes del mundo. Adentro, más de 900 personas aplaudieron la presencia de Ibai y gritaron consignas como “Presoak kalera, amnistía osoa” (presos a la calle, amnistía ya), o «Jotake Irabazi arte» (Luchar hasta vencer) y también “Sin amnistía no habrá paz”.

Fue, sin duda, un acto de una fuerte potencia emocional, que comenzó con el toque de la txalaparta (instrumento legendario de Euskal Herria), luego hubo un coro que entonó canciones emblemáticas del pueblo vasco, se propaló una canción del mítico trovador vasco Mikel Laboa, y se pudo escuchar a dos de los organizadores del recibimiento.

Cuando Ibai subió al palco, fue la apoteosis: diez minutos de ovación, aplausos, consignas, no pocas lágrimas, homenajeando a quien había peleado durante años contra la adversidad de la cárcel y la clandestinidad, sin rendirse jamás.

Uno de los militantes de Amnistía ta Askatasuna contó toda la vida del ex preso, desde su adolescencia hasta el presente, remarcando el compromiso de lucha por la independencia y el socialismo, que un momento, como le ocurriera a muchos jóvenes vascos pasó por alistarse en la organización armada o a algunas de sus estructuras de masas. Por su parte, otra joven militante en su discurso, aparte de tocar aspectos de la coyuntura política local, homenajeó la lucha de Palestina, los Mapuche y las Repúblicas Populares del Donbass.

 

La ovación y el climax emotivo volvió a reiterarse cuando la madre de Ibai, subió al escenario, y nuevamente se repitió la ovación de los presentes, lo mismo que cuando un grupo de niñas y niños del pueblo le entregaron flores a ambos, a manera de agradecimiento por su lucha.

En otro momento del acto, subieron a saludar a Aginaga, un grupo de ex presos políticos de la zona. Además fue notoria la presencia de dos militantes independentistas históricos, como Josemari Sagarduy (“Gatza”), un ex preso que más permaneció en prisión, fue detenido con 22 años y salió de la cárcel con 53, e Iñaki Etxeberría “Mortadelo”, que cumpliera 25 años de cárcel y saliera libre recientemente. Además, se leyó un mensaje de saludo de otra presa política, Saioa Sánchez, también de Berango.

 

Antes de que hablara Aginaga, un grupo de jóvenes del pueblo le bailaron un “aurresku”, danza de homenaje, que fue muy aplaudida. Finalmente, se le dio la palabra a Ibai, señalando que “durante 21 años no hemos oido tu voz y ahora te convocamos a que nos hables”.

El ex preso político se mostró muy emocionado, destacó su alegría de encontrarse con varios compañeros de lucha que habían compartido cárcel con él y dedicó un párrafo especial para “Gatza”. Recordó a otros presos independentistas como Kepa Preciado, Dani Pastor, «Txikito» y todos los presos antifascistas, incluidos los del PCE (r) y los Grapo, Además convocó a seguir luchando y terminó su alocución señalando: “entré a la cárcel militando en ETA y he salido como militante comunista”, despertando la última ovación prolongada de tan particular acto.