“No perdamos la esperanza, la alegría y la fuerza”.
Luego de recibir el cuerpo sin vida de nuestro compañero Jose Miller Correa, fueron muchas las lágrimas en los rostros de su familia, amigos y compañeros de camino, fue un desfile de recuerdos, historias, dolor, indignación y rabia, después de asesinatos que se vienen presentando en esta zona del Cauca por causa de los armados que obedecen a intereses mezquinos y quieren sembrar el miedo en un pueblo que se resiste al sometimiento. El asesinato de nuestro líder indígena, que se desempañaba como Thuthenas (consejero) de la Asociación Cabildos del Norte del Cauca- CXHAB WALA KIWE, es doloroso así como el de, Eduin Dagua, Liliana Peña, Beatriz Cano, Argenis Yatacue, Albeiro Camayo y muchos de los que han ofrendado su vida por defender la misma, sin embargo, en medio de tanto dolor, también hay fuerza, esa que nos enseñó y trasmitió Miller Correa en cada espacio, así como también su alegría y optimismo.
El caminar de Miller fue desde el movimiento juvenil Alvaro Ulcue Chocue, semillero de líderes, en éste espacio conoció a su compañera Dora Muñoz, comunicadora y caminante de la palabra, quien lo recordó como un soñador “soñaba que todo se podía cambiar, que todo se podía hacer, que había alternativas para todo, siempre decía que la lucha era para siempre y que la resistencia es desde la práctica”.
A José Miller, se le recordará siempre como una persona respetuosa de sus autoridades, de su comunidad, un fiel admirador del trabajo de la guardia indígena por su labor incansable por defender la vida. Fue una persona que le aposto a la esperanza, por esa razón “no perdamos la esperanza, la alegría y la fuerza” dijo su compañera que también nos invito a seguir caminando a pesar de todo y mantener su legado, “No matemos a Miller, mantengámoslo vivo, haciendo práctica la defensa del territorio y la vida, seamos defensores de la vida y no solo de la vida humana sino la de la naturaleza que también está en riesgo”, además dijo que la fuerza y la sabiduría está en las comunidades y en los territorios, que miremos a la comunidad y a los territorios más que a las instituciones, «la prioridad es la vida y la vida está en los territorios”, puntualizó.
El joven hijo de nuestro Thuthenas, también envió un mensaje de agradecimiento a quienes acompañan este momento de dolor que no solo es de la familia sino para la gran familia del pueblo Nasa, “los que conocieron a mi papá, conocieron sus ideas y compartieron con él, él les dió todos esos sentimientos y todas esas creencias que tenia del proceso, siempre lo escuche hablar con tanta motivación me hizo creer que si se podía a pesar de las dificultades”… “el que decía que el enemigo más peligroso podíamos llegar a ser nosotros mismos, si no nos ponemos de acuerdo, si decimos una cosa y hacemos otra”… “No sabemos contra quien estamos luchando, pero debemos tener fraternidad, superar las desigualdades, al final éste proceso es comunitario y no se debe ver beneficiada una persona o una institución”, el joven invitó a seguir acompañando y aprender de las enseñanzas que nos trasmitió su padre en sus años de vida y sus años del proceso, “mi padre a veces no estaba en la casa, como les puede pasar a muchos de ustedes que aman el proceso y espero que lo sigan amando”.
El cuerpo de Miller ha recorrido una vez más los caminos que transitó en vida, esta vez para ser sembrado al lado de su padre, en la Vereda el Damián, del territorio de Tacueyó y aunque nos duele su ausencia física, sabemos que la semilla no solo está sembrada en la familia que construyó con su esposa e hijo, sino también en cada uno de nosotros y nosotras que asumimos un compromiso con la organización, la que busca el buen vivir de todos y no el vivir bien de unos pocos.
Por, Tejido de comunicación Çxhab Wala Kiwe – ACIN.