Construyendo confianza en Venezuela, donde la corrupción campea

Cecosesola es un proceso educativo basado en la reflexión colectiva en el quehacer diario, donde nos relacionamos sin líneas de mando, abiertos a una participación plena, sin intermediación. Ese proceso se desenvuelve dentro deuna red cooperativa de cincuenta organizaciones comunitarias de los sectores populares, ubicadas principalmente en la región centro occidental de Venezuela. www.cecosesola.org



Transitando nuevos senderos

Cecosesola

Construyendo confianza en Venezuela, donde la corrupción campea



Al ritmo de una enfermedad viral endémica, en Venezuela se va acrecentando una cultura que celebra el aprovechamiento individualista. Hoy en día acusamos niveles de corrupción quizás nunca vividos en algún país latinoamericano. Según las encuestas que efectúa anualmente Transparencia Internacional, en el año 2021 Venezuela nuevamente encabezó el ranking como el país americano con mayor percepción de la corrupción Además, entre 180 países del mundo pasamos del quinto lugar que ocupábamos en el 2020 al cuarto, solo superado por Siria, Somalia y Sudan del Sur. Y es que la corrupción se ha venido institucionalizando.

Funcionarios, tanto civiles como militares, se abocan abiertamente, sin ningún pudor o disimulo, a aprovechar el poder de su cargo para enriquecerse, muchas veces a costa de los ciudadanos. El propio presidente Nicolás Maduro se los dijo en una ocasión: “La indolencia, la incapacidad, la corrupción, la ineficiencia es peor que el bloqueo gringo”. https://www.lapatilla.com/2021/12/01/maduro-corrupcion-ineficiencia/

En Cecosesola se desarrolla un proceso educativo basado en la reflexión colectiva en el quehacer diario, donde nos relacionamos sin líneas de mando, abiertos a una participación plena, sin intermediación. Ese proceso se desenvuelve dentro de una red cooperativa de cincuenta organizaciones comunitarias de los sectores populares, ubicadas principalmente en la región centro occidental de Venezuela. Entre las múltiples actividades que gestionamos unos 1.300 trabajadores y trabajadoras asociadas destacan las siguientes: Brindamos un servicio funerario a través del cual 25.000 familias nos garantizamos un servicio digno. Conformamos una red de salud donde nos atendemos anualmente hasta 250.000 personas en 7 consultorios ubicados en sectores populares de la ciudad de Barquisimeto. Además, disponemos de un centro cooperativo hospitalario que cuenta con dos quirófanos, un ambiente para el parto respetado, así como servicios de laboratorio clínico y radiología  Gestionamos 20 mercados comunitarios integrados con 20 organizaciones campesinas y 7 pequeñas unidades de producción comunitarias. A través de esta red nos garantizamos, a más de 100.000 familias, alimentos y artículos de limpieza a precios solidarios. Se estima que los precios de nuestros servicios representan anualmente un ahorro comunitario del orden de 20 millones de dólares. www.cecosesola.org

Y en cuanto este comportamiento se ha ido convirtiendo en parte de nuestra normalidad, la corrupción va haciendo metástasis en la sociedad. Los ejemplos de  aprovechamiento sin respeto al otro se evidencian descaradamente a diario en todos los estratos sociales

De manera que no es de extrañar que en nuestro país impere la desconfianza en vez del respeto a la otra, el otro y lo otro. Por lo cual, nuestro proceso educativo, de ir construyendo relaciones de confianza con base a ir profundizando un comportamiento ético, se encuentra amenazado por un entorno hostil a su desarrollo. Esa  libertad de decidir y actuar sin líneas de mando tan necesarias para profundizar nuestro proceso, se encuentra en peligro de extinción. Ante este ambiente nos pudiésemos sentir tentados a establecer controles previos y líneas de mando que coarten esa libertad, castrando nuestro proceso transformador.

La verdad es que no es fácil. Tenemos nuestras caídas y nuestras levantadas. Cuando creemos que las cosas van de maravilla a menudo se presentan momentos críticos, ya sea en un espacio en particular como en el funcionamiento de la red en su conjunto.

¿Pero cuál es una de las claves principales para que esto que intentamos construir funcione?

Lo primero que salta a la vista es la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos en  ir construyendo la confianza de que todos y todas estamos jalando en una misma dirección. Y la confianza no existe por sí sola, no se puede decretar, menos aún en el contexto que impera en nuestro país. La confianza se va construyendo con base a un comportamiento ético, en cuanto en nuestro día a día nos respetamos, vamos siendo  transparentes, actuando con responsabilidad, construyendo relaciones equitativas y solidarias.

Las caídas ocurren a menudo cuando descuidamos este proceso de construir confianza. Y estas caídas son como una encrucijada. Sí las tomamos como una tremenda oportunidad para comprendernos y reflexionar sobre las causas del extravío,  nos enriquecemos y reforzamos el proceso de construir confianza. Pero en ocasiones, la maraña de complicidades que se crea nos impide precisarnos. La confianza se esfuma y como consecuencia se pierde la capacidad  para funcionar sin líneas de mando.

Nuestro particular proceso autogestionario funciona en cuanto vamos siendo respetuosos, transparentes, responsables, equitativos y solidarios, propiciando el disfrute de unas relaciones de confianza, propiciando un entorno para nuestra realización personal. Y no se trata de un planteamiento moralista. Simplemente es un requisito fundamental  para poder operar sin líneas de mando.

Así de simple, así de complejo.