Diecisiete detenidos, tres efectivos contusos y ocho heridos -tres de ellos graves- dejaron los enfrentamientos de casi tres horas que sostuvieron cocaleros con la policía en varios sectores de esta ciudad.
Con la llegada de un mayor contingente policial y el retiro de los cocaleros, volvió la calma en horas de la tarde a Tingo María, pero el ambiente se mantenía tenso, pues continúa el bloqueo de las carreteras y se anuncian paros en otras ciudades de la selva central.
Los enfrentamientos comenzaron a las 10:15 de la mañana en la zona denominada 9 de Octubre, a pocos metros de la entrada a la ciudad. Los efectivos policiales retornaban de Santa Rosa de Shapajilla, a donde habían acudido para limpiar la carretera, la misma que fue nuevamente bloqueada poco después por los cocaleros.
Según se supo, los custodios habían recibido la orden de retornar a Tingo María ante las amenazas de ser emboscados.
Cuando las patrullas regresaban por la carretera, se encontraron frente a frente con los cocaleros, que se disponían a bloquear nuevamente la vía con piedras y palos. Otro grupo intentó tomar la ciudad.
La policía intentó dispersar a los aproximadamente 500 huelguistas lanzándoles bombas lacrimógenas, pero estos los enfrentaron lanzándoles todo tipo de objetos contundentes y luego, para protegerse, ingresaron en la ciudad por el asentamiento humano 9 de Octubre, cuyos pobladores apoyaron a los cocaleros atacando a los custodios.
Durante la refriega con los policías, varias bombas lacrimógenos impactaron en diversas viviendas y en 4 colegios -uno de educación inicial-, donde los alumnos y docentes fueron auxiliados con síntomas de asfixia.
LA CIUDAD FUE UN CAOS TOTAL
Armados con piedras, palos, varillas de fierro y bombas caseras, los cocaleros llegaron hasta la sede de VIII Dirección Territorial de la Policía Nacional, donde enardecidos incendiaron dos motocicletas, y luego intentaron tomar el local de Devida, ubicado a dos cuadras del lugar.
Pero fue en la zona denominada La Alameda donde la batalla fue campal y se lanzó una mayor cantidad de bombas lacrimógenas, que en su mayoría cayeron en el interior del CEI Santa Teresita, donde estudian niños de tres a cinco años.
Para ese entonces, pasadas las 12:30 horas, Tingo María era un caos total, donde padres de familia corrían desesperadamente para auxiliar a sus hijos con el temor de ser impactados por las bombas lacrimógenas.
El Hospital Central de Tingo María, de pronto, se llenó con decenas de personas, en su mayoría mujeres y niños, que presentaban síntomas de asfixia. También había numerosos contusos y heridos.
De los ochos heridos de mayor consideración, tres se encuentran graves: Yadira Tucto Huamán (24), quien presenta fractura expuesta en el húmero por el impacto de una piedra; Denis Mori Loarte, de 9 años, estudiante del colegio Leoncio Prado que seguía hasta anoche inconsciente; y la bebé Brenda Gutiérrez Aspajo, de apenas 10 días de nacida, quien presenta graves síntomas de asfixia.
TRES POLICÍAS HERIDOS
Entre los policías también hay tres heridos que fueron atendidos en el hospital de la Sanidad. No se conoció sus nombres, pero se supo que pertenecían a los contingentes de refuerzo llegados de Lima y Huancayo.
Trascendió que horas antes de los enfrentamientos en Tingo María, los cocaleros asaltaron un grifo, llevándose gran cantidad de combustible que habría sido utilizado para fabricar bombas caseras y para incendiar las motocicletas policiales.
Una comisión acudió a la Defensoría
Una comisión encabezada por Nancy Obregón, dirigenta de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios de la Cuencas Cocaleras del Perú (Conpacc), se reunió con Walter Albán Peralta, defensor del Pueblo, para denunciar los hechos policiales ocurridos en Aguaytía y Tingo María.
“Hemos estado en presencia del defensor y agradecemos las buenas intenciones, pero seguimos exigiendo una decisión política que permita la suspensión de la erradicación de la coca mientras dure el diálogo”, declaró Lucas Estela, asesor legal de la Conpacc.
Al promediar las 11:30 de la mañana, la comisión ingresó en la Defensoría del Pueblo donde estuvieron presentes también los asesores del Comité Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (Devida) y el secretario general del ministerio de Agricultura.
Huánuco paralizaría en apoyo a productores de hoja
La población de Huánuco estudia acatar un paro general en contra de la gestión del gobierno regional, que encabeza Luzmila Templo, y en solidaridad con la lucha de los cocaleros, reveló el presidente del Frente Único de Defensa de los Intereses de Huánuco, Julio Cantalicio Rivera.
El dirigente indicó que por este motivo se reunirán el próximo martes los dirigentes de su gremio, el más representativo de la región, a fin de acordar la fecha de la paralización.
En la cita, dijo a la cadena CPN Radio, se hará un análisis de la situación difícil que vive la región y se elaborará un pliego de reclamos que entregarán a la presidenta regional Luzmila Templo, a quien acusan de haber devuelto al erario nacional parte del presupuesto asignado a la región cuando existen apremiantes necesidades que atender.
A su vez, el alcalde provincial de Huamalíes, en el valle del Monzón, Juan Pablo Chaupis, criticó al Ejecutivo por no atender las demandas de los pueblos del interior y anunció la realización de un paro en su zona en apoyo a los productores de coca.
TAMBIÉN EN LEONCIO PRADO
Por otro lado, el Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Leoncio Prado, en Huánuco, decidirá en las próximas horas su apoyo o no a la huelga nacional indefinida convocada por los gremios de campesinos cocaleros del país, tema que tratará en una asamblea ampliada.
Hacia el mediodía, cerca de 200 delegados de las distintas cuencas cocaleras se reunieron en el mercado de Santa Anita, en Lima, a fin de acordar medidas.
Ministro del Interior Javier Mariategui asegura: ‘Tingo María está bajo control’
El ministro del Interior Javier Reátegui Roselló aseguró ayer que el gobierno está controlando la situación en la selva central, y pidió felicitar “la labor de la policía en Tingo María, pues mientras se tenga el control de la ciudad no será necesario declarar el estado de emergencia”.
Reátegui también consideró que los actos de violencia de ayer en Tingo María se deben a la acción de grupos de delincuentes contratados por los propios cocaleros para crear el caos.
“Hay que hacer una división entre la protesta cocalera y la que realizan un grupo de pandillas, que es la que crea el desorden en Tingo María”, anotó el titular de la cartera del Interior.
Ante ello Reátegui subrayó que se ha instruido a la PNP para que actúe en forma enérgica, controle la situación y evite mayor violencia. También adelantó que se prevé el envío de varios equipos de procuradores del ministerio del Interior para evaluar la situación.
Reátegui consideró que el fracaso de las gestiones de los dirigentes cocaleros en Lima los ha obligado a trasladar su estrategia hacia el interior del país. “Como (los dirigentes cocaleros) en la ciudad (de Lima) no han tenido éxito, han llevado su protesta al campo”.
El ministro informó que hay 2 arrestados, versión que se contradice con la conocida anoche y que habla de 17 detenidos, y que la policía tuvo que enfrentarse a personas que portaban armas punzantes y bombas molotov.
“Los efectivos abrieron el camino de Huánuco a Tingo María, pero los cocaleros lo vuelven a bloquear. Pienso que esta es más una protesta política, porque los puntos que se piden tratar son anárquicos e imposibles de cumplir”, concluyó.
HABLA JEFE POLICIAL
Por su parte, el jefe de la Octava Dirección Territorial de la PNP Adolfo Alfaro dijo ayer que producto de los enfrentamientos ocurridos en Tingo María se prendió fuego a un camión y a dos motocicletas policiales.
Alfaro también puntualizó que, desde el punto de vista legal, el cerrar carreteras no solo interrumpe el libre tránsito de las personas, sino que como estrategia constituye una actitud peligrosa para la seguridad de todos los pobladores, ya que indirectamente se ven perjudicados por el desabastecimiento de productos de primera necesidad.
James Curtis Struble, Embajador de EEUU:
“La exigencia de los cocaleros de poner fin a la sustitución de cultivos tiene origen en que representa una amenaza para los dirigentes que pierden peso entre sus comunidades. No hay duda de que tras las protestas hay intereses de los narcotraficantes”.