“La Revolución de Rojava demuestra que la democracia directa puede resolver nuestros problemas”
La internacionalista de las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) Raperin Qerecox explicó cómo conoció la Revolución de Rojava. “Soy de Suiza y hace un año vine a Rojava –contó-. La primera vez que oí hablar de Rojava fue en 2016. Vi cómo el Estado turco atacaba los territorios kurdos en el Kurdistán del Norte (Bakur, sudeste de Turquía). Me impresionó mucho la resistencia que se llevaba a cabo allí, así que empecé a investigar sobre la resistencia kurda”.
“Muy pronto descubrí la Revolución de Rojava. Por supuesto, después de la guerra de Kobane hubo mucho apoyo del movimiento de izquierda en Suiza y de otros países europeos, así que empecé a leer e investigar, y me impresionaron mucho, especialmente las Unidades de Protección de la Mujer, las YPJ, y así me mantuve informada. Y entonces, hace un año, tomé la decisión de venir a Rojava”, relató Raperin.
La internacionalista explicó que se inspiró en el movimiento de mujeres del Kurdistán: “Como izquierdistas en Europa, buscábamos respuestas a la crisis que viven los estados-nación. Yo participaba en organizaciones feministas y hacíamos muchas críticas al sistema patriarcal, pero nunca encontré una respuesta. Cuando oí hablar del movimiento kurdo, de la lucha en Rojava, y de su proyecto revolucionario, por primera vez en mi vida vi realmente una respuesta concreta y una salida concreta a esta crisis. Aquí hay una democracia realmente directa en la que la sociedad se organiza en consejos y en comunas”.
“La liberación de la mujer está en el centro de todo. Lo que realmente me impresionó es cómo, en la Revolución de Rojava, las mujeres estaban realmente en primera línea –analizó Raperin-. Y no hablo sólo de las fuerzas militares, sino de todas las esferas de la vida. Así que, después de ir a Rojava, vi realmente que las mujeres están en todas partes. Están organizadas en los partidos políticos, en la justicia, tienen sus propias academias y están presentes en las fuerzas de autodefensa”.
La internacionalista añadió: “Cuando llegué a Rojava me sorprendió mucho el progreso que se había hecho. No esperaba que la sociedad estuviera tan organizada. Fui a algunas comunas, vi cómo se organizaban algunos consejos, fui a manifestaciones, y eso fue, para mí, realmente sorprendente. Lo más importante para mí fue ver que la Revolución de Rojava es realmente una revolución popular. Así, por ejemplo, cuando vas a una manifestación ves a niños, a madres. Toda la sociedad está allí. Tienen un objetivo, creen en él y se organizan para conseguirlo”.
Raperin se refirió también a los ataques contra la revolución: “En el último año hubo muchos ataques del Estado turco contra el pueblo de Rojava y hubo varios ataques con drones. Muchos cayeron como mártires. Lo que el Estado turco quiere conseguir con esos ataques es sembrar el miedo entre la gente. Es una especie de guerra psicológica. El mensaje es que quien está vinculado a esta revolución se convierte en un objetivo para esos drones”.
“Cada vez que se produce un ataque con drones, se celebran actos masivos para enterrar a los mártires y la gente está realmente comprometida con sus principios, y sabe por qué vale la pena mantenerse al lado de la revolución –indicó la miliciana-. Así que puedo decir que el Estado turco no puede conseguir lo que quiere con esta guerra psicológica, porque la sociedad está tan bien organizada que nunca permitirá que Turquía rompa su voluntad”.
Raperin explicó que “cuando pienso en cómo la vida aquí es diferente de la vida en Europa, puedo decir que la organización de la revolución es realmente un proyecto común. Las diferentes ciudades y pueblos se organizan en consejos y comunas. Hay un enfoque realmente colectivo para resolver los problemas. Digamos que hay un problema en un pueblo, así que el consejo del pueblo se reúne y lo discuten. Lo que me pareció realmente impresionante es que la gente está realmente dispuesta a encontrar sus propias soluciones. No hay necesidad de delegar sus propios problemas en una entidad como el Estado. Esto me ha impresionado mucho. La gente tiene la fuerza para resolver sus propios problemas. Y para mí se convirtió en la prueba de que el Estado-nación no es necesario. Que la democracia directa puede resolver realmente nuestras necesidades diarias y nuestros problemas”.
“Estar en las YPJ es, ante todo, no tomar las armas –aseveró la internacionalista-. Todo el mundo puede llevar un arma en la mano, pero lo realmente importante es la ideología que hay detrás. En las YPJ hacemos entrenamiento militar, pero también tenemos entrenamiento ideológico. En esta formación ideológica hablamos de la historia del patriarcado, de lo que significa ser mujer, pero también hablamos de los ataques que el sistema capitalista está llevando a cabo contra la identidad de las mujeres, y de cómo podemos construir una personalidad femenina verdaderamente libre”.
“Creo que en el mundo occidental, las YPJ siempre son vistas como mujeres con armas en las manos y, por supuesto, estamos comprometidas con la defensa de esta revolución –manifestó Raperin-. Pero las YPJ fueron, y son, una fuerza de desarrollo de la revolución femenina. Por lo tanto, las YPJ tienen como objetivo construir un lugar en el que las mujeres puedan vivir sin todos esos 5.000 años de opresión que se llevaron a cabo sobre ellas”.
Para la internacionalista, “todas las mujeres del mundo que buscan la libertad tienen que preguntarse qué les ofrece el sistema del Estado-nación. Y creo que, como mujeres, cuando pensamos en nuestra vida y en lo que queremos conseguir y en cómo podemos encontrar realmente nuestra fuerza, tenemos que organizarnos. Creo que Rojava es un hermoso lugar donde podemos aprender a organizar la fuerza que tenemos como mujeres”.
“El sistema capitalista ha atacado la identidad de las mujeres de una manera tan fuerte que nos vemos realmente pequeñas, que no encontramos soluciones, que pensamos que es nuestra culpa –aseguró-. Pero después de venir a Rojava, vi que cuando las mujeres se organizan realmente juntas, pueden crear algo grande. Y, por tanto, voy a hacer un llamamiento a todas las mujeres para que se organicen de verdad, para que crean realmente en sí mismas, para que encuentren la fuerza que tenemos. Y por ello, creo que Rojava y la revolución de las mujeres aquí pueden ser un ejemplo realmente grande”.
Raperin pidió a las personas que no pueden llegar a Rojava, “que se informen, que se eduquen, que no se crean las mentiras capitalistas y patriarcales. Piensen siempre en la historia. En la historia hubo muchas mujeres valientes que nos mostraron el camino, cómo podemos vivir, cómo luchar por la libertad. Y a las personas que tengan la posibilidad de venir aquí, les digo que vengan. Vengan aquí y únanse a la Revolución de Rojava, hay muchos lugares diferentes en los que puden trabajar. Puedes apoyar la Revolución y aprender”.
“Para los internacionalistas que vienen a Rojava se trata realmente de encontrarse a sí mismos, de aprender sobre su propia historia y de encontrar su fuerza –finalizó la internacionalista-. Así que creo que la Revolución de Rojava puede ser una gran inspiración para la lucha de las mujeres en todo el mundo y, por tanto, pido a todas las personas que apoyen la Revolución de Rojava, que vengan aquí y que aprendan de ella”.
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FUENTE: Binefs Sewq / ANF / Edición: Kurdistán América Latina