Los datos del proceso de transnacionalización de la economía de nuestro continente. Disminuyen inversiones y aumenta flujo de ganancias del capital internacional

23.May.04    Análisis y Noticias

México D.F. Domingo 23 de mayo de 2004
En 2003 las empresas enviaron a sus países de origen 20 mil millones de dólares

Baja en AL la inversión extranjera, pero se eleva salida de ganancias de trasnacionales

Las 10 más grandes facturan anualmente 115 mil 805 mdd, 18% del PIB de México, según información de Cepal y FMI Efectúan 41% de las exportaciones de la región

El flujo de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe disminuyó en 2003 por cuarto año consecutivo; en cambio, la salida de divisas de la región por concepto de ganancias remitidas por las trasnacionales a sus países de origen aumentó hasta alcanzar 20 mil millones de dólares, revelaron informes oficiales.

Mientras, las empresas extranjeras que operan en México remitieron a sus casas matrices mil 372.9 millones de dólares de utilidades durante 2003. En ese año, las nuevas inversiones foráneas en el país sumaron 2 mil 651.1 millones de dólares, según cifras del Banco de México.

En 2003, el ingreso de IED a la región fue de 36 mil 500 millones de dólares, de acuerdo con un reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) divulgado el jueves. No obstante, en ese mismo periodo las empresas extranjeras que operan en la zona remitieron hacia sus países de origen ganancias derivadas de esas inversiones por 20 mil millones de dólares, según informes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por ventas en la región, la mayor trasnacional en América Latina y el Caribe es la española Telefónica, que factura 34 mil 230 millones de dólares anuales. En segundo sitio se ubica la estadunidense General Motors, con ventas por 14 mil 862 millones de dólares y en tercer sitio la productora de autopartes Delphi, también estadunidense, con 13 mil 267 millones de dólares.

La cadena de tiendas Wal Mart, también de Estados Unidos, está colocada en el cuarto lugar, con ventas anuales en América Latina por 10 mil 676 millones de dólares; la automotriz alemana Volkswagen, con 10 mil 293 millones; y la también alemana DaimlerChrysler, con una facturación anual de 9 mil 908 millones de dólares.

El séptimo lugar es ocupado por la estadunidense Ford, con ventas anuales en la región por 6 mil 742 millones de dólares, seguida por la petrolera española Repsol YPF, con 5 mil 781 millones; la coreana del ramo de la electrónica Samsung registra una facturación de 5 mil 50 millones; y la automotriz japonesa Nissan, con 4 mil 996 millones de dólares.

En conjunto, de acuerdo con información de la Cepal, las 10 mayores trasnacionales que operan en América Latina generan ventas anuales por 115 mil 805 millones de dólares, cantidad que equivale a 18 por ciento del producto interno bruto (PIB) de México.

La información de la Cepal y el FMI revela que América Latina y el Caribe dejó de ser un destino importante para la IED, pero no así la rentabilidad que las trasnacionales tienen en la zona.

En 1990, cuando se había consolidado la primera generación de reformas de apertura comercial y liberalización comercial impulsadas por los gobiernos de la región después de la crisis de la deuda de los años ochenta, la entrada neta de IED a la zona fue de 9 mil millones de dólares, cantidad similar a las salidas netas de divisas por concepto de renta de la inversión extranjera directa.

Pero en 2003, cuando ya se habían acumulado cuatro años consecutivos de caída en los flujos de IED hacia la región, la salida de capitales por ganancias equivale a dos terceras partes de los recursos que ingresan, de acuerdo con los reportes de la Cepal y el FMI divulgados esta semana.

“En América Latina, la contribución de la IED al financiamiento externo es declinante”, consideró la Cepal. El organismo de Naciones Unidas añadió que la región está sujeta a “un intenso proceso de trasnacionalización”, que puede apreciarse con algunos datos:

En el sector de los servicios en América Latina, las empresas trasnacionales desplazaron al resto de las compañías, en especial a las de propiedad estatal. Entre 1990 y 1994, sólo una décima parte de las ventas latinoamericanas en este sector fue realizada por trasnacionales, mientras que las privadas locales facturaban 55 por ciento y las de capital estatal el otro 35 por ciento. Entre 2000 y 2002 la relación fue la siguiente: empresas trasnacionales realizaron 38 por ciento de las ventas, las de capital privado local 48 por ciento y las de capital estatal sólo 14 por ciento.

Entre 1990 y 1994 las empresas de propiedad privada extranjera asentadas en la región eran responsables de 25 por ciento de las exportaciones desde América Latina; las firmas privadas de capital local realizaban otro 34 por ciento de las ventas al exterior, mientras que las pertenecientes al Estado eran responsables del 41 por ciento restante. La situación, en 2002, es inversa: las firmas extranjeras realizan 41 por ciento de las exportaciones; las de capital privado 31 por ciento, en tanto que las de propiedad estatal sólo generan 28 por ciento de las exportaciones desde la región.