La ruta concertacionista del gobierno de Boric frente a los Mapuche
Tal como recientemente lo proyectaramos aquí en otra columna, hoy - como era de esperar- podemos confirmar el sello y la impronta concertacionista que viene tomando el rumbo del gobierno del presidente Gabriel Boric en materia de relacionamiento del Estado chileno para con el Pueblo Mapuche. Sello e impronta liderado por el Partido Socialista de Chile, el “partido de Salvador Allende” como parafraseara tiempo atrás su presidente-senador; puesto también por sus pares -entre ellos Huenchumilla- como presidente del Senado para influir en la Convención Constitucional en defensa de su cortesanos.
Partido que, desde su ala más oscura y perversa, artifices de la Operación Huracan, llega a la cartera de la seguridad publica e interior del Estado. Todo un contrasentido en pretender desde ahí, desarrollar intenciones de dialogo para el conflicto etnico más importante que tiene Chile.
Así, estamos en presencia de un gobierno que, junto con la renuncia culposa del uso del concepto WALLMAPU y un dudoso intento de show hecho fracasar; todo lo concreto que ha hecho no es nada nuevo a saber: “1000 millones en drones, 5500 millones en equipamientos de seguridad, vehículos blindados…etc” Ademas del manoseado pero inexistente “diálogo”.
Por otro lado, y como lo hemos adelantado, la diversidad Mapuche se hace cada vez más evidente. En tal caso reiteramos el respeto a las capacidades de los territorios para tomar sus desiciones colectivas. Sin embargo, se requiere observar el papel que ciertos actores vociferantes de una supuesta “libredeterminación” Mapuche, vienen tomando desde el interior del gobierno donde sus prioridades pasan por la creación de comisiones por sobre la devolución del territorio.
Es necesario, importante e inclaudicable, recordar a los poderes chilenos siempre, que la prioridad Mapuche es la devolución del territorio y que, como dijera MagiñWenu “nuestra frontera es el Biobio”