Como construimos autonomía en Venezuela sin tutelaje del gobierno de turno, ni partidos ni iglesias

Nuestro proceso reflexivo transformador se desarrolla en un marco ético, en el marco de unos fundamentos de transparencia, responsabilidad, equidad y apoyo mutuo, que al irlos viviendo, nutren la confianza mutua tan necesaria para propiciar y fortalecer la integración personal y grupal. Y esos fundamentos nos identifican como pertenecientes a un proyecto común.



Transitando nuevos senderos

Construyendo autonomía

 

Cecosesola

Mucho se habla sobre la importancia de la autonomía de las agrupaciones comunitarias. En unos casos se hace hincapié en evitar el tutelaje por parte del gobierno de turno, de los partidos políticos o de las iglesias. También, se resalta, entre otras, la importancia de la autonomía financiera, en esa capacidad de generar nuestros propios recursos.

Si bien, todas estas condiciones son evidentemente importantes para ir construyendo autonomía, ¿serán suficientes para ir logrando la autonomía que anhelamos? Por ejemplo: ¿Cuánta autonomía puede haber en una agrupación, que no tenga relaciones de dependencia con entes gubernamentales, políticos o religiosos y con capacidad de autofinanciarse, pero que sea manejada por una sola persona o por un grupito? ¿O donde sus integrantes estén sólo persiguiendo sus intereses personales, siendo presa fácil de la manipulación? ¿O en aquellas asociaciones comunitarias que gravitando en una actitud de individualismo colectivo, se integran sólo en cuanto les conviene a sus fines inmediatos, sin percatarse de las posibilidades de ir construyendo autonomía en conjunto con otras agrupaciones?

En Cecosesola se desarrolla un proceso educativo iniciado hace unos 50 años basado en la reflexión colectiva en el quehacer diario, donde nos relacionamos sin líneas de mando, abiertos a una participación plena, sin intermediación. Conformamos una red de cincuenta organizaciones comunitarias ubicadas en sectores populares, principalmente de la región centro occidental de Venezuela. Entre las múltiples actividades que gestionamos unos 1.300 trabajadores y trabajadoras asociadas destacan un servicio funerario, 20 mercados comunitarios, 18 agrupaciones de productores agrícolas, 7 pequeñas unidades de producción comunitaria, 7 iniciativas de salud comunitaria y un centro cooperativo hospitalario. Los precios de nuestros servicios representan anualmente un ahorro comunitario cercano a los 20 millones de dólares.

www.cecosesola.org

En la Red Cecosesola hemos venido cimentando un proceso que se aparta del tutelaje de los gobiernos de turno, partidos políticos e instituciones religiosas. Hemos creado nuestros propios sistemas de salud y de financiamiento. Hasta hemos construido con nuestros propios recursos un hospital cooperativo valorado en 3 millones de dólares. Sin embargo, sentimos que hace falta mucho más para fortalecer ese proceso de ir construyendo autonomía.

Al tratarse de un proceso, no se puede decretar. Comienza por nosotras mismas. Se trata de continuar profundizando nuestra transformación cultural, trascendiendo el individualismo que se refleja cuando gravitamos en nuestros intereses personales sin tomar en cuenta a la otra persona y a lo otro. Un individualismo que también está presente cuando nos colocamos en función exclusiva de la agrupación o del espacio al cual pertenecemos, e inclusive cuando el nosotras se confina a la red en su conjunto. Es menester continuar derribando las fronteras culturales que están allí creando separaciones artificiales. Se trata de ir desdibujando eso de “nosotras y ustedes”.

Vamos siendo personas autónomas en cuanto vamos saliéndonos del mundo de lo concreto, trascendiendo la tendencia cultural hacia el aprovechamiento individualista donde la otra persona y lo otro están allí sólo para ser utilizados. Vamos siendo autónomas en cuanto vamos siendo menos manipulables al ir descubriendo lo que va más allá del mundo concreto, a captar lo que es invisible a nuestros ojos. Y desde allí, partiendo de nuestra transformación personal, vamos profundizando y ampliando el círculo del nosotras.

En nuestra red, tanto personal como grupalmente, gozamos de una amplia libertad de actuar y decidir. Se trata de una libertad que existe para facilitar nuestra transformación personal o grupal con base en la reflexión colectiva sobre las cualidades de las relaciones que se evidencian en el quehacer diario.

Sin embargo una cosa es libertad y otra es libertinaje. Nuestro proceso reflexivo transformador se desarrolla en un marco ético, en el marco de unos fundamentos de transparencia, responsabilidad, equidad y apoyo mutuo, que al irlos viviendo, nutren la confianza mutua tan necesaria para propiciar y fortalecer la integración personal y grupal. Y esos fundamentos nos identifican como pertenecientes a un proyecto común.

Evidentemente estamos hablando de una autonomía, tanto personal como grupal, que no implica que cada quién haga lo que le viene en gana. Por ejemplo, no significa que como no tenemos líneas de mando, tomemos decisiones por conveniencia personal, o que como agrupación nos saltemos los acuerdos de la red, o que no nos relacionemos con transparencia y responsabilidad con las personas o agrupaciones de nuestro entorno.

De manera que vamos ampliando el círculo del nosotras, y por ende vamos siendo autónomas, al ir construyendo relaciones de confianza en cuanto vamos siendo personas y agrupaciones transparentes, responsables, equitativas, dadas al apoyo mutuo. Vamos expandiendo el círculo del nosotras, y por ende vamos siendo autónomas, en cuanto estas relaciones trascienden cada una de nuestras agrupaciones al irlas profundizando con las otras personas y entes integrantes de la red, así como con nuestro entorno. En fin, vamos siendo autónomas al orientarnos por nuestros fundamentos, respetando los criterios y decisiones consensuales que emanan de ellos.

Se trata de un proceso sin fin y aunque hemos avanzado mucho desde nuestros inicios, está siempre allí retándonos para continuar profundizándolo.

Así de simple, así de complejo