La Guatemala de hoy, en blanco y negro

Una ambulancia pasa a toda velocidad haciendo sonar la sirena, hela la sangre, la emergencia, la violencia, el peligro, la ciudad es vertiginosa, durante la mañana los medios de comunicación reportan un desalojo violento contra comunidades indígenas, al medio día se conoce el hallazgo de tres cadáveres y en una sesión plenaria del Congreso de la República se aprueban 500 millones de deuda pública sin justificación y sin rubor; en los diarios se lee que amenazan con exiliar a un juez, Guatemala es vertiginosa.




 

Analizar la coyuntura es hacer una foto del momento actual y luego apreciar sus detalles, bajo el lente de una lupa,  para después tomar la decisión de qué queremos hacer con esa foto, la enmarcamos y la exhibimos o la guardamos en un cajón de cosas viejas; o si se hace otra completamente nueva.

Una ambulancia pasa a toda velocidad haciendo sonar la sirena, hela la sangre, la emergencia, la violencia, el peligro, la ciudad es vertiginosa, durante la mañana los medios de comunicación reportan un desalojo violento contra comunidades indígenas, al medio día se conoce el hallazgo de tres cadáveres y en una sesión plenaria del Congreso de la República se aprueban 500 millones de deuda pública sin justificación y sin rubor; en los diarios se lee que amenazan con exiliar a un juez, Guatemala es vertiginosa.

Después de que el presidente Jimmy Morales expulsara a la Comisión Internacional contra la Impunidad, CICIG, en agosto de 2016, todo cambió; la oportunidad de hacer justicia y cambiar el sistema de corrupción y saqueo que ha caracterizado a los gobiernos durante los últimos 36 años, se vio acorralada, pero hoy, al retomar el control estos mismos sectores inician acciones penales contra quienes antes los investigaron.

Uno de los encuadres de esta fotografía en donde se desarrolla una lucha de poderes es el sistema de justicia, allí los jueces, magistrados y fiscales que impulsaron investigaciones y acusación penal contra personas e instituciones corruptas, militares y políticos, son ahora perseguidos y hostigados; mientras que en la otra esquina, jueces, magistrados y fiscales, poco transparentes, señalados de corrupción y de estar plegados a los intereses del pacto de corruptos, son quienes han tomado las riendas del sistema de justicia, que como un tanque de guerra, pretenden pasar por encima y destrozar todo lo que signifique lucha contra la corrupción y búsqueda de justicia en los casos de lesa humanidad durante el conflicto armado interno.

 

Pero hay otro encuadre para la misma foto, en el que se puede evidenciar el modo de operar del pacto de corruptos, y esta es la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), donde estudiantes, trabajadores, docentes y egresados han denunciado la elección de Walter Mazariegos como anómala y fraudulenta. Las más altas autoridades, protegidas por la Policía Nacional Civil, PNC y grupos de encapuchados armados y violentos, transmitieron en vivo cómo se hacía un fraude, sin ninguna pena y vergüenza.

 

Mientras que el Ejecutivo comandado por un presidente indiferente a los problemas urgentes del país se justifica a sí mismo y envalentonado por la acumulación de poder político, apoyado por un grupo de empresarios o, con el crimen organizado haciéndole comparsa, ha profundizado la crisis manteniendo a Consuelo Porras como fiscal general y jefa del Ministerio Público, MP, que ha sido una pieza clave para procurar impunidad y persecución contra sus detractores.

 

En la foto sale un sector sonriente y feliz, que se siente afortunado y decididamente fortalecido en todo este estado de cosas: el crimen organizado, en su forma de narcotráfico, extorsionistas, traficantes de humanos y las viejas estructuras creadas por los generalatos que gobernaron el país en los años 80.

Así con todos estos sectores confabulados se creó el pacto de corruptos que ya se prepara para ganar, otra vez, las elecciones generales de 2023.

Es como si el país se viera a sí mismo en una foto vieja en blanco y negro, tomada en los años 80 durante la brutal guerra que asoló Guatemala y entre suspiros y nostalgias dijera: “No he cambiado nadita”.

“Giammattei, el caballo”

Dos analistas políticos nos ayudan a entender esta ecuación, a leer esta fotografía en blanco y negro; Carmen Reina compara la situación con un juego de ajedrez en donde el presidente Alejandro Giammattei es un caballo, esa pieza con la que se ataca y patea, mientras la reina, el rey y las torres, desde un lugar seguro, observan la batalla.

Y continúa con su explicación poniendo otra vez de ejemplo la situación en la USAC, en ese caso grupos violentos y criminales como “los gatos” y “los jamones” son el crimen organizado que defienden protegen y “limpian” el camino para que las autoridades no encuentren oposición a sus políticas de cooptación y saqueo.

 

Para Enrique Álvarez, analista político y exdiputado, el descaro con que se efectuó el fraude en la USAC se puede leer como un aviso que estos grupos están dispuestos a cualquier cosa, “Las autoridades de la USAC actuaron con total cinismo, si eso se consolida, me parece que se puede esperar casi cualquier cosa en el futuro”, externó el analista y agregó que ya no dependerá de los recursos legales sino de la respuesta de los movimientos democráticos organizados.

Sin embargo, señaló que los movimientos organizados han mostrado no tener la capacidad para responder a estos grupos y desafíos y que las acciones coyunturales -que responden a ciertos momentos políticos- no son efectivas en la situación actual, “Es natural que se exprese así, porque no hay una organicidad histórica, que se haya mantenido en el mismo nivel, con participación política permanente, sino lo que hay son respuestas de distintas formas, expresiones de rechazo, pero no puede darse de otra manera porque es la forma en que viven los movimientos, son solo reacciones momentáneas”.

Álvarez opinó que no se puede decir cómo reaccionarán los movimientos sociales, dependerá de las dirigencias, sin embargo, concluye que “de existir un nivel de articulación superior habrá posibilidades de lograr resultados en el sentido de las demandas que ellos plantean”.

“Se debe hacer notar que el proyecto Oligarca-Militar que está cooptando al Estado de Guatemala tiene vínculos con el crimen organizado, que es un actor muy importante, miren el caso de “los gatos” en la U, el mismo Mazariegos es señalado de narco, entonces encuentran territorios de inmunidad e impunidad, hay que señalar esos vínculos de la oligarquía y las autoridades con el crimen organizado”, declaró Reina.

Lo que en su análisis la socióloga Carmen Reina hace notar, es que existe un pequeño grupo de empresarios que no integra estas prácticas mafiosas, pero señaló que si hay un oligarquía que históricamente ha hecho parte de las mismas y que hoy forma parte del pacto de corruptos, “El pacto con sus cuatro actores siempre hay que señalarlos, el crimen organizado, la oligarquía corrupta, aquí englobamos al empresariado organizado, aunque hay un grupo pequeño de empresarios que puede ser decente o por lo menos no tan mafioso, el ejercito genocida y los funcionarios oportunistas que se prestan a la corrupción como Giammattei que son los lacayos, los peones”.

El sistema de justicia otro escenario en disputa 

Para Reina, el hecho más significativo es la reelección de Consuelo Porras en el MP, pues es una pieza que les garantiza impunidad e inmunidad, por ejemplo, cambiar las fiscalías de Derechos Humanos y la Fiscalía Especial contra la Corrupción era un punto importante para fortalecer al pacto de corruptos.

“Desmantelar estas fiscalías era importante, ya que la Fiscalía de Derechos Humanos tenía todos los casos de justicia transicional (casos de crímenes de guerra contra militares) los casos de poblaciones vulnerables como pueblos indígenas, LGBTIQ, personas con discapacidad, con esos cambios se garantiza que los casos penales se debiliten en los tribunales, y ya vemos como están operando contra el juez Miguel Ángel Gálvez en el caso del Diario Militar, que lo están orillando al exilio, como ha sucedido ya con otros jueces”.

Según Enrique Álvarez, jueces como Miguel Ángel Gálvez marcan la diferencia y por eso son perseguidos, “La diferencia que se ve en el caso del Diario Militar es la firmeza con la que actuado el juez Gálvez y el irrestricto apego a la ley”.

De la misma manera Carmen Reina ve con preocupación que, aunque se lleve a juicio a los militares acusados de graves crímenes, la cooptada Corte de Constitucionalidad, CC, revierta estas condenas por medio de amparos, Como ya sucedió en el caso por genocidio contra Efraín Ríos Montt, o que se le quite la inmunidad al juez Gálvez y lo lleven a juicio únicamente por ser un juez independiente que no se somete a los intereses del pacto de corruptos.

¿Las elecciones del 2023 son una salida a esta situación?

La opinión de los expertos es que las elecciones pueden ser una oportunidad para intentar frenar el proyecto del pacto de corruptos, únicamente si se consigue unidad y coherencia en las izquierdas representadas en algunos partidos políticos y del movimiento social, que son la fuerza viva de las expresiones populares.

Sin embargo, temen que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), encargado de organizar y conducir legalmente las votaciones para elegir presidente, diputados y alcaldes, se pliegue a intereses de pacto de corruptos y vete candidaturas, inscripción de partidos, en otras palabras, que replique lo que hizo el Consejo Superior Universitario, CSU, en el fraude cometido para elegir rector en la USAC.

Por otro lado, la oposición política se encuentra dividida y con serios problemas para ponerse de acuerdo e intentar crear alianzas estratégicas para enfrentar al pacto de corruptos en el próximo evento electoral.

En opinión de Reina, las izquierdas y los sectores democráticos tienen un gran desafío buscando el diálogo y el consenso, “Es complicado, hay varios bloques de oposición hablando entre ellos, pero desconectados uno del otro, así es muy complicado buscar ponerse de acuerdo para llevar un proyecto en común”, declaró.

Contrario a la argumentación de la socióloga, Enrique Álvarez considera que por medio de las elecciones no será posible enfrentar el actual momento político, pues el sistema electoral no está construido para eso. “Los procesos electorales en Guatemala nunca han sido decisivos, con excepción de la década del 44 al 54, nunca han tenido características decisivas en términos de consolidar procesos políticos de transformaciones democráticas duraderas, no es casual, siempre ha sido así, son momentos políticos que definen quien administra determinadas áreas, pero la naturaleza del sistema político no está construida para ser determinante para consolidar la democracia”.

Los bloques de oposición hablándole al espejo

Reina se refiere a los bloques de oposición divididos de la siguiente forma: el GAD el Grupo de Articulación y Diálogo, en donde se encuentran los partidos políticos, Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Winaq y Semilla, quienes no logran alcanzar acuerdos para llevar un sólo candidato a la presidencia, pues hay varias personas interesadas en ser presidenciables.

Por otro lado, otros dos bloques de oposición, por una parte, el comité proformación Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (VOS), que aún se encuentran haciendo asambleas y cumpliendo los requisitos de ley para inscribirse como opción electoral. Otro bloque es el que representan diputadas como Alejandra Carrillo y Evelyn Morataya, bloques que podrían acumular caudal electoral pero que no han tendido puentes de diálogo con otras fuerzas políticas de oposición.

Y en otro extremo el bloque de oposición integrado por el Comité de Desarrollo Campesino, Codeca, con su proyecto político Movimiento para la Liberación de los Pueblos, MLP, en alianza con el Consejo del Pueblo Maya, CPO. El MLP ha demostrado tener capacidad de movilización campesina, y que en las últimas elecciones alcanzó un cuarto lugar con muy poca diferencia de votos con el resto de candidaturas. Sin embargo, aún no se visualiza acercamiento con el resto de bloques de oposición.

“Entonces tenemos una fragmentación, una desarticulación de las izquierdas en las que se hace muy difícil visualizar un proyecto común que haga frente al pacto de corruptos en la contienda electoral”, concluyó Reina.

Por su parte Enrique Álvarez opinó que: “En Guatemala las izquierdas no están articuladas, hay expresiones conjuntas, pero son limitadas, ¿Cómo se exprese eso en el futuro cercano? Eso es impredecible”. Consideró además que los partidos de izquierda son pequeños y poco representativos, entonces las posibilidades de promover cambios están en los movimientos sociales y no en los partidos políticos.

Las fotos antiguas las guardamos para atesorar memorias de seres queridos, lugares que visitamos, para honrar la memoria de alguien que murió, en Guatemala se busca el momento para hacer una nueva fotografía, una en donde se vean risas de una niñez sana, escuelas dignas, justicia pronta y cumplida, en donde jueces y periodistas puedan hacer su trabajo sin temor a represalias, una foto a todo color, con alta resolución, ya no esa triste foto en blanco y negro.