La Realidad: Choque de autoridades oficiales y autónomas por tema transporte. Denuncia de la Junta de Buen Gobierno “Hacia la Esperanza”

25.May.04    Análisis y Noticias

Denuncian amenazas a transportistas bases de apoyo zapatistas en Huixtla

San Cristobal de las Casas, Chis., 24 de mayo. Modestos transportistas de la ciudad chiapaneca de Huixtla, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, han sido agredidos, maltatados y amenazados por las autoridades gubernamentales, que les arrebataron ocho triciclos, vehículos con los que dan servicio a la población huixteca, en la cabecera de dicho municipio en la costa, próximo a Tapachula.

La junta de buen gobierno (JBG) Hacia la esperanza difundió hoy una denuncia en la que reivindica el derecho al trabajo de sus compañereos y demanda para ellos garantías y justicia. Mediante el documento, la junta se dirige a la sociedad civil nacional e internacional para afirmar: “las cosas no están cambiando para bien; hay un cambio, pero para mal del pueblo. En este cambio nos exigen ser pacíficos y nos orillan a otras cosas que no están en nuestra intención. Estamos buscando medios para que en este país haya justicia y esos medios aún no existen. Entonces, ¿qué nos queda a nosotros? ¿Humillarnos otra vez? ¿Resignarnos nuevamente? ¿Qué tenemos que hacer?”

El escrito de la JBG, fechado hoy en el caracol Madre de los caracoles del mar de nuestros sueños, en La Realidad, refiere que en los primeros días de mayo “un grupo de compañeros bases de apoyo zapatistas, propietarios de unidades de triciclos en la ciudad de Huixtla, acudieron a la JBG en busca de justicia, porque el mal gobierno y sus autoridades de transporte del estado los han amenazado y maltratado constantemente por el simple hecho de dar servicio a la población con sus unidades. Lo que nuestros compañeros están haciendo no es ilícito; el trabajo que ellos realizan es sano, digno y para el bien de la población. Estas unidades están registradas ante la Comisión de Tránsito de la JBG, y sus propietarios son legítimos zapatistas”.

Las autoridades autónomas declaran que un grupo de zapatistas de la ciudad de Huixtla cuenta con unidades de triciclos: Israel, Antonio, Francisco, Tránsita, Ciriaco, Marcos, Arturo, Adelina, Juan, Hermenegildo, Guillermo, Teresa y Saqueo.

“El gobierno estatal y sus agentes de tránsito en esa ciudad han actuado en contra de los compañeros, decomisando sus unidades de trabajo. El 4 de mayo dos triciclos de nuestros compañeros fueron decomisados.” Poco despues, otro más. Son propiedad de Ezequiel, Eladio y Arturo. Posteriormente, las autoridades detuvieron cinco vehículos más, el 17 de mayo.

“Estas acciones son por indicaciones del gobierno del estado de Chiapas, y estamos seguros de que es de su conocimiento todo lo que está pasando. Las autoridades de tránsito han manifestado que sólo podrán liberar las unidades detenidas si el gobierno del estado lo autoriza.”

La junta zapatista responsabiliza al gobierno de Chiapas y al presidente Vicente Fox, “que es quien da estas instrucciones”. También se pregunta dónde está la justicia prometida para Chiapas. “¿O es que quiere que nuevamente nos maten o quieran matar, como lo hicieron con los compañeros y compañeras en Zinacantán? Si es así, quiere decir que el gobierno quiere sangre”.

No obstante, los rebeldes aseguran que la justicia se alcanza “mediante la razón, no con sangre”.

Uno de los tricicleros, de nombre Arturo, fue amenazado por miembros de la Policía Judicial de estado. “El día 18 llegaron a su propio domicilio, tratando de intimidarlo y acusarlo de líder de los tricicleros.”

La JBG señala como responsables de estos hechos, y de “lo que pueda ocurrir”, al presidente Vicente Fox, al gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, al coordinador general de Transporte del estado, al delegado de Tránsito -José Luis Domínguez Ruiz- y al presidente municipal de Huixtán. En particular, exigen seguridad para su compañero Arturo, “por la persecución que está sufriendo de las autoridades oficiales”.

Por la JBG de la zona Selva Fronteriza, firman el documento de denuncia los indígenas Doroteo, Rolando, Robin y Nalleli: “exigimos la inmediata liberación de los ocho triciclos detenidos, así como la libertad de trabajo para nuestros compañeros y de todos los que así lo quieran en lo posterior, de los que seremos responsables de lo que después pueda suceder, porque nuestros compañeros necesitan conquistar su trabajo para no morirse de hambre”.

Las autoridaes autónomas zapatistas expresan varias interrogantes y un llamado a sus “hermanos y hermanas” de la sociedad civil nacional e internacional: “las cosas para nada están cambiando para bien; hay un cambio, pero para mal del pueblo. En este cambio nos exigen ser pacíficos y nos orillan a otras cosas que no están en nuestra intención. Estamos buscando medios para que en este país haya justicia y esos medios aún no existen. Entonces, ¿que nos queda a nosotros? ¿Humillarnos otra vez? ¿Resignarnos nuevamente? Nosotros no vamos a permitir más esto. Está en ustedes, hermanos y hermanas”.