GUSTAVO PETRO no representa peligro para el ESTABLISHMENT

Visiones desde la izquierda colombiana

Por Jaime Ospina - Militante de la izquierda colombiana

Liberación, separata de diario La Juventud Montevideo 18 junio 2022

Gustavo sigue recibiendo adhesiones de algunos sectores de la Coalición Centro Esperanza, que les recuerdo que era una conformación que candidateaba a Sergio Fajardo (candidato presidencial que resultó cuarto en la primera vuelta). Petro recibió también la adhesión de Alejandro Gaviria, exministro de Salud del gobierno de Juan Manuel Santos y de Juan Fernando Cristo, que fuera candidato de la Coalición Centro Esperanza y Ministro del Interior durante el gobierno de Santos.

Hay un alto interés de Juan Manuel Santos y de Ernesto Samper en acompañar ese proyecto político que representa el Pacto Histórico.

El “perdón social”

Hace alrededor de un mes y medio se informó en “la gran prensa” que Juan Fernando Petro, hermano de Gustavo Petro, había ido de visita a la cárcel La Picota.

La Picota es una cárcel de máxima seguridad en Bogotá, allí se encuentran detenidos no solamente narcotraficantes sino personas que tienen que ver con el paramilitarismo y con la parapolítica. Se supone entonces que el hermano de Gustavo Petro se había acercado a La Picota a buscar diálogo con ellos, pero igualmente se deja ver en el resultado de las indagaciones del periodismo que el hermano de Gustavo estuvo reunido con Iván Moreno, hermano del exalcalde de Bogotá Samuel Moreno, que está pagando pena de prisión en esa cárcel, y allá fruto de los encuentros surge una postura de parte de Gustavo donde dice que de lo que se trata es generar un proceso de perdón social a aquellos que están arrepentidos de los delitos que cometieron, y de los cuales están purgando su respectiva pena. Eso se supo no porque Petro lo quisiera revelar, sino fruto de las revelaciones periodísticas.

¿Por qué le interesa a Petro impulsar ese perdón?

Realmente las explicaciones no son suficientemente claras. Simplemente él acota que lo que podría contribuir a la disminución de la condena seria el compromiso de ellos de contribución con la verdad para esclarecer determinados casos en los que han estado involucrados, de violación sistemática de los derechos humanos, y por esa razón la propuesta de generar un proceso de perdón social, que no era absolver las culpas de los que están hoy condenados en las cárceles de Colombia.

Calmar la insatisfacción

Desafortunadamente la sociedad colombiana y específicamente los que se mueven en el campo de lo electoral tejen alianzas  non sanctas, pero en el campo de la izquierda son alianzas que perjudican el ideario nuestro.

Nosotros hemos dicho históricamente que hay prácticas que le pertenecen al sistema y a la derecha colombiana y hemos puntualizado que la corrupción, el paramilitarismo, el robo, el pillaje, el asesinato hacen parte de esa forma de proceder de quienes defienden las instituciones de gobierno de Colombia, y se han beneficiado de todas las políticas que se trazan desde los gobiernos, pero desde nuestra parte el comportamiento y los hechos deben ser contrarios a esa práctica política.

Lo que está pasando aquí en Colombia con la candidatura de Gustavo Petro es demostración de ello.

Gustavo Petro y su presidencia a la República no representa un peligro, y no lo representa por lo que él es, sino fundamentalmente porque lo que ha expresado. Él ha dicho puntualmente lo siguiente: yo gobernaré este país dentro del marco de la Constitución Nacional de 1991.

Quienes vivimos en Colombia y quienes conocemos la Constitución del 91 podemos decir que es una Constitución garantista en algunos pequeños aspectos, la acción de tutela, el derecho de petición, pero el grueso de la Constitución política de Colombia, el marco constitucional es un espacio que permitió y que le ha dado desarrollo al proyecto neoliberal en Colombia, que comenzó en el año 91 con la presidencia de César Gaviria. Gaviria inició en este país el tema de la apertura económica, que fue el primer paso que se dio para el desarrollo del neoliberalismo en nuestro país.

Gustavo y algunos de los sectores que lo acompañan en esa pretensión de llegar a la Presidencia de la República no están siendo considerados unos enemigos, no van a poner en riesgo el establishment, y por lo tanto lo que creemos algunos de nosotros es que Gustavo hoy les cae como anillo al dedo, porque va a administrar una crisis que ha creado el sistema de la cual no ha podido salir, la cual tuvo unas expresiones de inconformismo y rebeldía en el 2020- 2021, y que llevó a muchos sectores de la juventud nuestra a salir en campos y ciudades a exponer su propia vida, porque muchos de ellos perdieron la vida, otros sufrieron mutilaciones físicas, y esa es la demostración de la insatisfacción popular, que si llegara Gustavo a ser el Presidente de Colombia contribuiría a calmar, por la simpatía que ha generado en sectores que creen que él tiene la capacidad y la posibilidad de hacer las transformaciones que este país demanda desde hace tantos años.

La concepción nuestra es que ninguno de los dos candidatos son garantía para ninguna transformación, pero lo más grave aún: el caso de Gustavo es paradigmático porque él se reclama alternativo, y no podemos olvidar que viene de una organización alzada en armas que reclamaba ser una organización que trabajaba por la revolución, por las transformaciones sociales.

Entonces, si llegara Gustavo Petro a ser presidente de la República y en su gestión llega a hacer lo que se ha comprometido a hacer, seguro el proyecto de izquierda en Colombia será el gran damnificado, y pasarán muchos años para que podamos ser realmente una alternativa de poder desde la izquierda colombiana.

Hoy Gustavo no representa a la izquierda. Ha declarado que no es comunista, no es socialista, que la revolución que propone es una revolución desde las urnas, con el voto, los jóvenes han dicho en algunos casos que esa manera de acceder al poder no garantiza los sueños de ellos, porque las grandes transformaciones que está reclamando el país no están en la Constitución del 91.