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Las fuertes y masivas protestas, por la profunda crisis económica, obligaron a Gotabaya Rajapaksa, a renunciar a la presidencia. Este miércoles por la madrugada (hora de Sri Lanka) dejó el cargo y abordó un avión militar junto a su círculo íntimo rumbo a Maldivas. Ahora sin inmunidad, temía ser enjuiciado.
A bordo de un avión militar Antonov-32 de Sri Lanka, despegó del aeropuerto internacional de Colombo en los primeros minutos del miércoles (UTC +5.30).
Los manifestantes todavía están tomando su residencia, desde que el sábado se dieron las mayores protestas impulsadas por la profunda crisis económica, que derivó en unas mayorías populares sin poder acceder a alimentos y productos de primera necesidad por carecer de dinero. Una situación que se vino prolongando desde tiempo atrás y que la guerra en Ucrania y la reaccionaria invasión de Rusia no hizo más que profundizar.
Rajapaksa es el último miembro de la dinastía de su familia en dejar el gobierno. En mayo, Mahinda Rajapaksa, el exprimer ministro y hermano mayor del presidente, fue obligado a dejar el cargo por las protestas. Ahora también el ministro de finanzas, Basil Rajapaksa, hermano de Gotabaya y otros funcionarios -miembros de su familia- se vieron obligados a renunciar por las manifestaciones que venían exigiéndolo.
La escasez de combustible la sufren cotidianamente la población trabajadora y pobre y se viene prolongando durante meses. Los precios de los alimentos y las medicinas se dispararon, los cortes de energía son diarios y el transporte público, por la misma falta de combustible, a menudo se suspende. Frente a esta situación el gobierno del expresidente venía en negociaciones con el FMI para lograr un préstamo a cambio de las conocidas medidas de ajuste de ese organismo imperialista.
Los partidos de oposición, junto con el de Rajapaksa, estos últimos días, discutían la conformación de un gobierno de unidad, sobre la base de avanzar en las negociaciones con el Fondo Monetario. Aparentemente, según informan varia agencias de noticias, aún no hay acuerdo para conformar ese gobierno. De todos modos, ya el parlamento anunció que el 20 de este mes elegiría al nuevo presidente.
Mientras tanto el primer ministro Ranil Wickremesinghe, también repudiado por las mayorías populares, a quien el mismo sábado incendiaron su casa, ahora sería el presidente interino hasta esa fecha.
Sri Lanka es el caso más explosivo de la expresión de un fenómeno mundial de crisis y alta inflación que en distintas latitudes está provocando luchas obreras por salarios y levantamientos populares en aquellos países que dependen más directamente de insumos básicos como el trigo y el combustible.
Miércoles 13 de julio