Cuando un libro no es mercancía

Al sistema político-económico-afectivo que únicamente puede imaginar el mundo en términos de valor de cambio hay que oponernos mediante la okupación del mundo de manera des-organizada, molecular. Hagamos existir otras realidades donde escribamos, leamos y produzcamos libros motivadxs por los afectos, por los gestos, por el amor; materialicemos nuevas formas de cuidarnos entre nosotrxs y de procurar nuestro bienestar mientras compartimos nuestros saberes y conocimientos.



Cuando un libro no es mercancía