Cómo relacionarnos con el poder sin caer en sus redes

Durante más de tres años nos mantuvimos firmes en no cancelar el impuesto municipal calculado con base en los ingresos brutos de nuestras actividades. Nuestra posición se basaba en el enorme aporte que hacíamos para con la comunidad y rescataba el espíritu de las leyes del cooperativismo en muchas partes del mundo.

Si bien se trataba de una desobediencia civil ante un impuesto que considerábamos injusto, nuestra decisión representaba una postura muy diferente a la acostumbrada en las luchas sociales. En este caso, en ningún momento nos planteamos un enfrentamiento con el Estado, ni mucho menos con algún funcionario en particular. Simplemente, en conversaciones con la Alcaldía, expresábamos lo justo de nuestros planteamientos. Como ejemplo: Los precios de nuestros servicios en comparación con los del sector privado representan un ahorro comunitario cercano a los 20 millones de dólares anuales.

En Cecosesola se desarrolla un proceso educativo iniciado hace unos 50 años basado en la reflexión colectiva sobre las relaciones que se tejen en el quehacer diario, donde nos relacionamos sin líneas de mando, abiertos a una participación plena, sin intermediación. Conformamos una red de cincuenta organizaciones comunitarias ubicadas en sectores populares, principalmente de la región centro occidental de Venezuela. Entre las múltiples actividades que gestionamos unos 1.300 trabajadores y trabajadoras asociadas destacan un servicio funerario, 20 mercados comunitarios, 18 agrupaciones de productores agrícolas, 7 pequeñas unidades de producción comunitaria, 7 iniciativas de salud comunitaria y un centro cooperativo hospitalario. Los precios de nuestros servicios representan anualmente un ahorro comunitario cercano a los 20 millones de dólares. www.cecosesola.org

Durante este lapso se acumuló una deuda con la Alcaldía de unos DOS MILLONES DE DÓLARES, esto sin tomar en cuenta las posibles multas por la morosidad correspondiente. En cualquier momento el Alcalde tenía la facultad de exigir el cobro de dicha deuda. En ocasiones, sospechábamos que quizás se podría estar dejando correr la deuda con la intención de confiscar nuestros bienes. Nada extraño tomando en cuenta la historia de expropiaciones gubernamentales de los años anteriores.

Al final el Alcalde aprobó exonerarnos el 80%, incluyendo la deuda acumulada durante esos tres años. Esto a pesar de que Venezuela se encuentra en una coyuntura en la cual el Estado atraviesa una dramática situación de escasez de recursos. Incluso, en ningún momento se nos exigió violentar nuestra posición de no parcialidad política partidista.

De la deuda vencida terminamos cancelando alrededor de 400.000 dólares en vez de los dos millones que correspondían al monto de los tres años transcurridos. No tuvimos que cancelar multas por morosidad.

Ahora bien: ¿Qué hay detrás de este resultado?

Desde luego que influyó el enorme papel que juega Cecosesola en cuanto a la economía comunitaria en la solución de necesidades básicas.

También ha sido muy importante la red de relaciones de confianza -regionales, nacionales e internacionales- que hemos ido construyendo a fuego lento a través de los años en nuestro accionar diario, con base en la transparencia, la responsabilidad, la equidad y el apoyo mutuo.

Ha sido un proceso de simbiosis comunitaria. Y el inmenso papel que jugamos en la economía de los sectores populares de nuestra ciudad, unido a este proceso de simbiosis comunitaria, ha hecho que Cecosesola tenga una presencia indiscutiblemente emblemática en nuestra ciudad.

Sin embargo, esto ha generado, en diferentes momentos de nuestra historia, temor y recelo por parte de los actores políticos. En ocasiones nos han visto como un poder que no controlan que pudiese atentar contra sus aspiraciones.

¿Cómo manejar esta relación en coherencia con nuestro proceso? ¿Cómo construir la confianza con el sector político?

Si bien cuando el transporte cooperativo no supimos manejar esta situación, esa experiencia nos sirvió de mucho para ir encontrando el camino de cómo construir relaciones de respeto mutuo con el sector político, teniendo claridad que estamos en otro terreno que no tiene nada que ver con la lucha contra o por el poder. Y que de caer en el juego del poder, nuestro proceso se desdibujaría por la penetración de sus relaciones jerárquicas de dominación.

La clave ha sido propiciar con el sector político las mismas relaciones que vamos profundizando en nuestro quehacer diario. Que nos conozcan como lo que somos y vamos siendo. Ser abiertos y transparentes. No tener agendas ocultas. En vez de enfrentar, abrirnos al encuentro en relaciones de respeto y confianza. Demostrar a través de los hechos y las relaciones que vamos construyendo que nuestro proceso se desarrolla en otro campo, muy diferente al de la política partidista.

¿Otra manera de hacer política…?

Así de simple, así de complejo.