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A su regreso de Guadalajara (México), ayer, el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, dijo que respetará y hará respetar la Constitución, mientras el Partido Social Cristiano (PSC) habló de su “preocupación” por los rumores de un golpe de estado
El presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, adelantó un día su regreso al país debido al tenso ambiente político y con el propósito –dijo– de ofrecer un mensaje de “paz, de tranquilidad y estabilidad”.
Llegó ayer a las 12h30 a la base aérea de las Fuerzas Armadas en Quito, luego de participar en la III Cumbre América Latina-Unión Europea, en Guadalajara, México.
Una hora y media después de haber sido recibido por el vicepresidente, Alfredo Palacio, y algunos ministros de Estado, el Primer Mandatario dio una rueda de prensa para pedir a los diputados que “dejen de pensar en la forma de desestabilizar al país” y garantizar que, como Presidente de la República, respetará y hará respetar la Constitución.
Gutiérrez descartó, además, una crisis de gabinete y confirmó la designación de Antonio Vargas, ex presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), como nuevo ministro de Bienestar Social, en reemplazo del coronel Patricio Acosta.
Gutiérrez señaló que Vargas cuenta con el apoyo total de las regionales Costa y Oriente de la Conaie, y de una parte de la regional Sierra (la Ecuarunari), la Federación de Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine) y de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin).
Palacio entregó a Gutiérrez una copia en vídeo de las declaraciones que efectuó, el viernes pasado, a la prensa.
En dicha intervención, el Vicepresidente sostuvo que el país está en terapia intensiva y dijo que el pedido de la renuncia de Gutiérrez “es una cuestión democrática porque una de las manifestaciones de la democracia es poder expresar libremente pedidos como aquel”.
En la rueda de prensa, el Jefe de Estado estuvo acompañado por varios ministros de Estado y el alto mando de las Fuerzas Armadas. Luego se dirigió al Palacio de Gobierno para reunirse con su Frente Político, sus asesores más allegados y su hermano, el diputado gobiernista Gilmar Gutiérrez.
En dicha reunión -que no culminaba hasta las 23h00- Gutiérrez fue informado sobre los insistentes pedidos de su renuncia provenientes de diversos sectores políticos y sociales.
El ministro de Gobierno, Raúl Baca, abandonó el Palacio de Gobierno a las 19h00.
Durante todo el día fueron múltiples las versiones sobre reuniones entre líderes de partidos políticos, funcionarios de Gobierno y la cúpula militar para buscar una salida a la crisis.
El jefe de Comunicación del Ministerio de Defensa, coronel Édison Narváez, aseguró ayer que no hubo ninguna reunión del alto mando con el mandatario. “Solo se vieron a su regreso de México en la base aérea”, dijo. Destacó que las actividades de la institución militar se desenvolvían en completa normalidad.
Por la tarde, a través del diputado Alfonso Harb, el Partido Social Cristiano (PSC) manifestó su preocupación ante una posible dictadura forjada desde el Ejecutivo.
A partir de las 16h00, los medios de comunicación social se congregaron en Carondelet para esperar un pronunciamiento oficial que atenuara el nerviosismo que surgió ante los sostenidos rumores.
Por la noche, entre los periodistas que se hallaban afuera del Palacio se comentó sobre la decisión presidencial de firmar un documento para disolver el Congreso. Esa versión fue desmentida por la secretaria de Comunicación de la Presidencia, Yolanda Torres, y el vocero de Sociedad Patriótica, Patricio Ortiz.
A esa misma hora, en Guayaquil, el diputado y primo del presidente, Renán Borbúa, aseguró que este preparaba un cambio total de gabinete.
Torres no confirmó esa información y, en cambio, hizo un llamado a la calma.
Hasta las 23h00 la prensa esperaba que el mandatario emitiera un pronunciamiento definitivo, mediante una rueda de prensa o la grabación de una cadena de radio y televisión. Esto no ocurrió.
Humberto Cholango, presidente de la Ecuarunari, dijo que recibió información “en el sentido de que el presidente de la República está intentando dar un golpe contra la soberanía del país para tomarse el Congreso y meter en la cárcel a sus opositores”.
