México. Mientras no haya pruebas de que están muertos, seguiremos en las calles: padres y madres de los 43

En el octavo aniversario de la desaparición, los padres y madres de los 43 encabezaron una marcha multitudinaria desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo para denunciar la responsabilidad de los gobiernos y el ejército en el crimen, exigir verdad y justicia y demandar sanción para los culpables.



Mientras no haya pruebas de que están muertos, seguiremos en las calles: padres y madres de los 43

Redacción Desinformémonos

Ciudad de México | Desinformémonos. “Señor presidente, queremos la verdad, porque mientras usted no nos dé prueba de que están muertos nosotros seguiremos en las calles luchando por nuestros hijos, porque los amamos y los queremos de regreso”, exclamó doña Blanca Nava, madre de uno de los normalistas de Ayotzinapa, en el Zócalo de la Ciudad de México.

En el octavo aniversario de la desaparición, los padres y madres de los 43 encabezaron una marcha multitudinaria desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo para denunciar la responsabilidad de los gobiernos y el ejército en el crimen, exigir verdad y justicia y demandar sanción para los culpables.

Durante la protesta, los padres y madres de los 43, acompañados por miles de mujeres y hombres normalistas, activistas, estudiantes y organizaciones, rechazaron la información que la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa publicó en agosto pasado, sobre que no hay indicio de que los 43 jóvenes se encuentren con vida.

“Dicen que no hay indicio de vida, pero nosotros decimos que no hay indicio de muerte porque no nos han dado prueba”, explicó Blanca Nava durante el mitin político en el Zócalo, al finalizar la movilización.

“¿Qué piensa el gobierno? ¿Que se va a seguir burlando de nosotras?”, cuestionó frente a los miles de asistentes que llegaban a la plancha capitalina. “No nos van a dejar aquí abandonados como lo han hecho en otros casos. Queremos que todos caigan, desde el de abajo hasta el de arriba, que nos den respuestas, pero respuestas científicas”, aseguró.

Por su parte, doña Joaquina García, madre de otro normalista desaparecido, dijo que a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró la mañana de este lunes día de luto nacional, “las madres no sentimos ese luto porque no tenemos ninguna prueba científica sobre que nuestros hijos están muertos”.

“Nosotros queremos que detengan a todos los culpables. Son ocho años de este sufrimiento, de andar calle por calle. Nuestra lucha no se quedará como las otras, en la impunidad. Seguiremos para dar con el paradero de nuestros hijos o saber qué pasó con ellos”, exclamó la madre en el Zócalo de la Ciudad de México.

Emiliano Navarrete, padre de uno de los 43 normalistas, aseguró que la actual administración es un “gobierno culpable”, que ha dado sólo “un mínimo avance” y que cuando fue hora de “tocar al ejército, se vino para abajo”.

“Si bien hace ocho años empezamos a caminar, nunca pensé que existía un gobierno tan cobarde e inhumano, violador de los derechos humanos de nuestro pueblo y de nuestros jóvenes. Este presidente se comprometió a esclarecer el caso, quizás para que ganara popularidad, para que la gente confiara. Hemos logrado un pequeño avance con este gobierno, pero cuando se llegó al punto de tocar al ejército, ahí todo se vino para abajo, todos se echaron la bola y el fiscal general de la República desistió de las órdenes de aprehensión contra estos individuos”, criticó el padre de familia.

Lamentó que a ocho años de la desaparición de los normalistas no haya “absolutamente nada”, por lo que aseguró que “todavía hay mucho por luchar”. “De nuestra propia voz sabrán la verdad, con las pruebas en la mano”, añadió Navarrete.

Mientras los padres y madres de los 43 enviaban uno a uno mensajes de lucha, los contingentes seguían entrando a la plancha del Zócalo con carteles, consignas, flores y música.

Finalmente, los padres y madres de los 43 agradecieron el acompañamiento de los estudiantes, activistas, colectivos y organizaciones durante estos ocho años de búsqueda, y pidieron a la sociedad en general: “no nos dejen solos”.