Acción global contra la militarización y la guerra capitalista y patriarcal

En la maraña ideológica de la clase política mexicana en torno a estos temas, dedicada de lleno a la adelantada sucesión presidencial, al conflicto interoligárquico y a la politiquería, los pueblos indígenas ratifican su papel de conciencia crítica de un país a la deriva, manteniendo la esperanza de la utopía concreta.



Acción global contra la militarización y la guerra capitalista y patriarcal
 
Gilberto López y Rivas
La Jornada
 
En el marco de la Acción Global contra la Militarización y la Guerra Capitalista y Patriarcal, culminada el 12 de octubre en el Zócalo de la Ciudad de México, el Colectivo Llegó la Hora de los Pueblos de Apoyo al Congreso Nacional Indígena, Concejo Indígena de Gobierno, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ratificó su hermandad y solidaridad con la lucha de los pueblos originarios y las clases trabajadoras del país contra la guerra de desgaste, contrainsurgente, de amplio espectro que el actual gobierno lleva a cabo en todo el territorio nacional, a través de una militarización y militarismo, acompañados de la utilización cada vez más frecuente de la delincuencia organizada, como el otro actor armado en los territorios y espacios rurales y urbanos.

Entiendo por militarización, en el caso mexicano, la asignación de misiones, tareas, prerrogativas, presupuestos y competencias a las fuerzas armadas, no contempladas en la Constitución y sus leyes, y que corresponden a otras secretarías, instituciones y dependencias del gobierno dedicadas a la seguridad, la obra pública y la administración del Estado, entre otras. Para agosto de este año, el estamento militar realizaba 223 tareas de este tipo.

La recolonización corporativa territorial que conforma la llamada acumulación militarizada delincuencial lleva inherente infinitas formas de violencia contra los pueblos, y la sociedad en su conjunto, agrede directa y de manera particular a las mujeres, con la práctica al alza de los feminicidios, pero también contra franjas de la población expuestas por la economía criminal, como los niños, los adolescentes, migrantes, y trabajadores del campo y de la ciudad. Así, el actual gobierno da continuidad a la acumulación capitalista por desposesión, militarizada y necropolítica, que las anteriores administraciones neoliberales pusieron en práctica.

Asimismo, el colectivo manifestó su denuncia en torno a los ataques permanentes contra todas las estructuras, niveles y articulaciones comunitarias, regionales, nacionales e internacionales del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a través de grupos paramilitares, cerco de penetración, vigilancia aérea, terrestre, de toda forma de comunicación, así como el trabajo de espionaje al EZLN, que ha sido expuesto recientemente por el jaqueo de Guacamaya a la Sedena ( https://cutt.ly/QNkhM9r ).

También se expresó el apoyo al Congreso Nacional Indígena, que este 2022 cumplió 26 años de haber sido fundado en territorio chiapaneco, y a 530 años del inicio del etnocidio y el genocidio que significaron la conquista y la colonización de este continente por los distintos poderes coloniales europeos.

El CNI ha sido blanco de los ataques y las agresiones de la guerra contrainsurgente contra los pueblos de México, ocasionando un número indeterminado de homicidios extrajudiciales, desapariciones forzadas, desplazamientos poblacionales, así como una permanente campaña de terrorismo mediático, fragmentación comunitaria por medio de los programas asistenciales, individualizados, y los proyectos neoindigenistas del llamado Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. Las recientes filtraciones del jaqueo a Sedena muestran, igualmente, que los militares continúan, durante este llamado gobierno de la Cuarta Transformación, con la inadmisible labor de espionaje, que no de inteligencia, contra integrantes del Congreso Nacional Indígena.

Llegó la Hora de los Pueblos hizo un llamado a la academia, a la intelectualidad, a los y las artistas, a los profesionales independientes de los medios de comunicación, al magisterio, al estudiantado, a quienes mantienen viva la flama del pensamiento crítico, en todas las trincheras de la lucha social, del saber y el conocer, a continuar acompañando la lucha de los pueblos por la vida, por la autonomía, los autogobiernos del mandar obedeciendo, contra toda forma de violencia patriarcal, por la construcción del poder popular, por otro mundo posible y sustentable, guiados por los principios éticos de la democracia concejista comunitaria de los mayas zapatistas.

En esta campaña, varios colectivos y organizaciones efectuaron actividades y movilizaciones en Morelos, Oaxaca, Veracruz, Yucatán, Colima, Sinaloa, Chiapas, Sonora, Baja California, Tlaxcala y la Ciudad de México, así como eventos en el País Vasco, Bélgica, Alemania y Estados Unidos (https://cutt.ly/YNkji69).

En la maraña ideológica de la clase política en torno a estos temas, dedicada de lleno a la adelantada sucesión presidencial, al conflicto interoligárquico y a la politiquería, los pueblos indígenas ratifican su papel de conciencia crítica de un país a la deriva, manteniendo la esperanza de la utopía concreta.