Alerta de falsas soluciones
Geoingeniería en las negociaciones
sobre el clima
Grupo ETC - Vigilar al poder, monitorear la tecnología, fortalecer la diversidad
La geoingeniería —la manipulación tecnológica intencional y a gran escala del clima del planeta— se está colando en la agenda y en los procesos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), a pesar de las múltiples preocupaciones que suscitan sus potenciales y profundos impactos ambientales y sociales, incluso en lo que respecta al cambio climático y al acaparamiento de recursos.
El grupo ETC lanza este resumen, como una guía inicial para quienes quieran saber más sobre dónde y cómo se está promoviendo la geoingeniería dentro de las negociaciones sobre el clima –tanto por la emergencia de “narrativas” favorables a la geoingeniería como con respecto a propuestas políticas específicas como la presión para establecer nuevos mercados de carbono.
La geoingeniería —la manipulación tecnológica intencional
y a gran escala del clima del planeta— se está colando en
la agenda y en los procesos de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), a
pesar de las múltiples preocupaciones que suscitan sus
potenciales y profundos impactos ambientales y socia-
les, incluso en lo que respecta al cambio climático y al
acaparamiento de recursos. La intención de este resumen
es ser una guía para quienes quieren saber con dónde y
cómo se está promoviendo la geoingeniería dentro de las
negociaciones sobre el clima (tanto en términos de las
“narrativas” que favorecen la geoingeniería como sobre las
propuestas políticas concretas, por ejemplo en el marco
de la discusión sobre nuevos mercados de carbono). Las
discusiones dentro de la CMNUCC contrastan con el enfoque
precautorio sobre geoingeniería que se ha adoptado en
otros foros intergubernamentales, como el Convenio sobre
la Diversidad Biológica y el Convenio sobre la Prevención
de la Contaminación del Mar por Vertimiento de Desechos
y Otras Materias (conocido como Convenio de Londres).
Por más de una década, las y los negociadores del clima
y funcionarios de la ONU han descartado la geoingeniería
como un último recurso o como un indeseable Plan B. Se
limitaban a conversaciones discretas en los pasillos y charlas
informales al respecto. No obstante, ahora hay un empuje
para que la geoingeniería pase al centro de la atención a
medida que aumentan las señales de alarma que advierten
sobre la gravedad de la crisis climática y la exigencia de
acciones urgentes. Hay propuestas muy preocupantes que
deben cuestionarse, como nuevos mecanismos de merca-
do que pretenden legitimar la geoingeniería como forma
de “remoción de carbono” y la promoción de técnicas de
geoingeniería marina en los Diálogos sobre el Océano y el
Cambio Climático de la CMNUCC.
Las tecnologías de geoingeniería no son una solución a la
crisis climática. Estas propuestas presentan graves riesgos
ambientales y requieren grandes cantidades de energía.
Presuponen cuantiosos subsidios públicos, pese a que al ser
analizadas en detalle, podrían incluso provocar un aumento
de las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) y
mayor disrupción climática. La geoingeniería es una peligrosa
distracción de las soluciones reales que necesitamos para
enfrentar el cambio climático en el poco tiempo que nos
queda.
La geoingeniería comprende un conjunto de pro-
puestas tecnológicas para intervenir a gran escala en
ecosistemas terrestres o marinos o en la atmósfera.
Las tecnologías que pretenden capturar el carbono de
la atmósfera se denominan tecnologías de “remoción
de dióxido de carbono” (RDC; CDR en inglés). Otras,
que pretenden reducir la cantidad de luz solar que
llega a la Tierra o reflejarla de vuelta al espacio, se
denominan “geoingeniería solar”. La mayoría de
estas propuestas son solamente teóricas o están en
fase piloto, y ninguna ha sido desarrollada con éxito a
una escala comercial significativa. Debido que todas
conllevan importantes riesgos sociales y ambientales,
dos organismos de la ONU —el Convenio sobre la
Diversidad Biológica (CDB) y el Convenio de Lon-
dres sobre vertimientos en el mar— han adoptado
fuertes llamados a la precaución, incluyendo una
moratoria sobre el despliegue de todas las formas
de geoingeniería.
1
Los marcos narrativos que
sientan las bases para la
geoingeniería
Las narrativas que han allanado el camino para la acepta-
ción de la geoingeniería dentro de las negociaciones
sobre el clima se han introducido en la CMNUCC a lo largo
de varios años, especialmente después de la adopción
del Acuerdo de París en 2015. Estos marcos narrativos
también se han introducido en otros organismos de la
ONU y ahora están emergiendo en diversas negociaciones
y procesos, como los relacionados con la conservación
de la biodiversidad.
Narrativa #1: ‘Net Zero’
Las industrias de combustibles fósiles y otras con altas
emisiones de carbono han ideado, en conjunto con
gobiernos, diversas estrategias de “maquillaje verde”
para aparentar que se preocupan por el cambio climático
mientras que protegen sus inversiones y evitan hacer
las necesarias reducciones de emisiones. Una de las
principales herramientas retóricas utilizadas por la
industria es el concepto llamado “emisiones cero netas”
o la pretensión de “neutralidad climática”. Este “cero
neto” asume que se puede continuar o incluso aumentar
las emisiones si se “equilibran” mediante la remoción
de carbono de la atmósfera y/o si se pueden resarcir a
través de compensaciones de carbono. Esto no es más
que un truco de contabilidad que justifica la extracción
continuada de combustibles fósiles en lugar de reducir
las emisiones de gases con efecto invernadero1. Sobre
estas engañosas bases, 2 mil de las mayores empresas del
mundo han anunciado compromisos de “emisiones cero
netas”. Empresas que tienen la expectativa y presionan
para que en las negociaciones sobre el Artículo 6.4 del
Acuerdo de París, se establezca un nuevo mecanismo
de mercados de carbono y compensaciones (offsets en
inglés).
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha dejado claro
que la forma de detener el cambio climático y recuperarse
de él es reducir drásticamente la extracción y el uso
de combustibles fósiles. Continuar la extracción de
combustibles fósiles al ritmo actual, provocará en pocos
años un aumento de la temperatura de la Tierra por
encima de 1.5ºC respecto a los niveles preindustriales,
dando lugar a un escenario con graves consecuencias
globales, al que el IPCC llama rebasamiento climático
[climate overshoot].2 Como las emisiones de carbono
son acumulativas, los científicos estiman que para evitar
1 Simon Lewis, “The climate crisis can’t be solved by carbon accounting tricks” The Guardian, 3 de marzo de 2021: https://www.theguardian.com/commentisfree/2021/
mar/03/climate-crisis-carbon-accounting-tricks-big-finance
2 IPCC. Climate Change 2021: The Physical Science Basis, Contribution of Working Group I to the IPCC Sixth Assessment Report. https://www.ipcc.ch/report/
sixth-assessment-report-working-group-i/
3 El dióxido de carbono en la atmósfera es acumulativo, el presupuesto que queda se calcula a partir del exceso de CO2 emitido históricamente desde la época
pre-industrial y el aumento de temperatura correlativo.
4 IPCC. Climate Change 2022: Mitigation of Climate Change, Contribution of Working Group III to the IPCC Sixth Assessment Report. https://www.ipcc.ch/report/
sixth-assessment-report-working-group-3/; citado en www.clara.earth/netzero
5 Doreen Stabinsky, “El futuro a base de combustibles fósiles está construido sobre un castillo de naipes”, Amigos de la Tierra Internacional, 2022: https://www.
foei.org/es/publicaciones/el-futuro-a-base-de-combustibles-fosiles-esta-construido-sobre-un-castillo-de-naipes/
ese rebasamiento, solamente queda un “presupuesto”
de emisiones de GEI de 420 Gt de CO2.3 Las emisiones
actuales superan las 40 Gt de CO2 anuales, lo que indica
que a ese ritmo faltarían pocos años para llegar a un
escenario de rebasamiento. Por ello es necesario desde
ya planear la reducción drástica de las emisiones de GEI
en su fuentes y en el consumo y prevenir de todas las
formas posibles que sigan aumentando.4
En resumen, no queda espacio en la atmósfera para
seguir emitiendo gases con efecto invernadero (GEI) a
los niveles actuales y mucho menos para aumentarlos;
ni siquiera con supuestas “compensaciones”.
No obstante, las industrias altamente emisoras y otros
poderosos actores económicos, como las gigantescas
compañías de gestión de activos, junto a gobiernos
que encubren esos intereses corporativos, defienden
diferentes vías de lograr una supuesta “neutralidad
climática” o “emisiones cero netas”. Uno de los métodos
más populares para “maquillar de verde” las emisiones
de carbono es apropiarse de ecosistemas naturales y
otros paisajes , para comercializarlos como sumideros
de carbono mediante plantaciones masivas de árboles y
cultivos. Pero la tierra, los bosques y los ecosistemas de
la Tierra son finitos y su capacidad conjunta de absorber
carbono es mucho menor de la que se necesitaría para
cumplir con los compromisos de “emisiones cero netas”
que estas 2 mil empresas e instituciones financieras
han hecho (y que siguen haciendo, en la expectativa
del establecimiento de nuevos mercados de carbono y
mayores precios del mismo).5
Por eso, muchos de los mismos actores están proponien-
do una serie de remiendos tecnológicos para remover
artificialmente el carbono de la atmósfera. Entre las
propuestas de geoingeniería incluidas en las promesas
de “cero neto” se encuentran la captura y almacenamiento
de carbono (CCS, por sus siglas en inglés), la captura,
uso y almacenamiento de carbono (CCUS, por sus siglas
en inglés), la captura directa de aire (DAC, por sus siglas
en inglés), la bioenergía con captura, uso y almace-
namiento de carbono (BECCS, por sus siglas en inglés),
la fertilización de los océanos, la alcalinización del mar,
la meteorización aumentada y el biochar.
La mayoría de estas técnicas de remoción de dióxido
de carbono son teóricas y especulativas, y ninguna ha
demostrado ser útil como medio para remover el carbono
de la atmósfera de forma efectiva y permanente. De
hecho, la evaluación del ciclo de vida completo de estas
tecnologías —incluyendo la inmensa escala necesaria
para tener un impacto climático, los enormes recursos
requeridos (tierra, minerales, biomasa), las numerosas
nuevas infraestructuras e instalaciones necesarias y sus
2
elevadas demandas de energía y agua— muestra que lo
más probable es que causen un aumento global de las
emisiones de GEI.6
El desarrollo de las tecnologías de remoción de dióxido
de carbono implicaría también la expansión de más
industrias extractivas transfronterizas para hacer
posible esas propuestas. Lo más probable es que estas
industrias y las infraestructuras implicadas reproduzcan
y profundicen los injustos patrones de extracción y
explotación de la tierra y los recursos, tanto en el Sur
Global como en las comunidades ya impactadas por las
industrias extractivas en el Norte Global. La industria de
remoción de dióxido de carbono a gran escala tendría
impactos devastadores en las comunidades locales y en
los ecosistemas naturales, tales como acaparamiento
de tierras, violaciones de derechos humanos y fuertes
aumentos de los precios de los alimentos.
Narrativa #2: Propuestas
“basadas en la naturaleza”
Otro peligroso concepto de maquillaje verde asociado
a las reivindicaciones de emisiones “cero netas” es el
de “soluciones basadas en la naturaleza” o “soluciones
climáticas basadas en la naturaleza”. El término es
intencionalmente vago y mal definido para poder apli-
carlo a tantos proyectos como sea posible, con el fin de
maximizar la apropiación y/o manipulación de bosques,
tierras, costas y océanos.
Las propuestas de geoingeniería que a menudo se
etiquetan como “soluciones basadas en la naturaleza”
incluyen las plantaciones a gran escala, BECCS, el cultivo
de macroalgas a gran escala y la ingeniería genética de
plantas y microbios del suelo.
¿Qué significan estos marcos narrativos para la gente
y el clima?
La imposición de estas narrativas de maquillaje verde
facilita a las corporaciones la apropiación de ecosistemas
naturales —como bosques, humedales, cuencas hidro-
gráficas y manglares— para reclamarlos como sumideros
de carbono que pueden utilizar para “compensar” sus
emisiones. Sin embargo, en la mayoría de los casos estas
áreas ya estaban absorbiendo carbono, lo que significa
que esto constituye una doble contabilidad.
Por ejemplo, la BECCS se etiqueta como una “solución
basada en la naturaleza”, a pesar de que las plantaciones
de monocultivos que participan en el proceso BECCS
no son ni remotamente naturales. La BECCS también
conlleva graves riesgos: el IPCC declaró en su informe
de febrero de 2022 que los métodos propuestos para
la remoción de dióxido de carbono, como BECCS y las
extensas plantaciones de árboles, podrían comprometer
la salud de los ecosistemas y la seguridad alimentaria
y del agua.7
6 Más detalles sobre cada propuesta de geoingeniería en Geoengineering Monitor: https://es.geoengineeringmonitor.org/recursos/
7 Resumen para responsables de Políticas, WGIII IPCC, AR-6: https://report.ipcc.ch/ar6wg3/pdf/IPCC_AR6_WGIII_FinalDraft_FullReport_small.pdf
8 Monitor de Geoingeniería, “Fotosíntesis aumentada” Hoja informativa – https://es.geoengineeringmonitor.org/2022/02/fotosintesis-aumentada-hoja-informativa/
9 Doreen Stabinsky, “El futuro a base de combustibles fósiles está construido sobre un castillo de naipes”, Amigos de la Tierra Internacional, 2022: https://www.
foei.org/es/publicaciones/el-futuro-a-base-de-combustibles-fosiles-esta-construido-sobre-un-castillo-de-naipes/
También hay propuestas para manipular genéticamente
cultivos y árboles para que absorban más carbono o
reflejen más luz solar.8 Estas propuestas van un paso
más allá, combinando los riesgos de la geoingeniería y
los de la manipulación genética. Incluso hay proyectos
de investigación que pretenden manipular genéticamente
toda la microbiota del suelo para forzarla a absorber más
carbono. Sin embargo, la ingeniería genética de árboles y
cultivos tiene impactos adversos asociados que podrían
agravar las múltiples crisis que estamos viviendo con
respecto al clima, el medio ambiente y la biodiversidad.
Otra narrativa de maquillaje verde se relaciona con
la restauración de los ecosistemas. Esto podría ser
beneficioso si los esfuerzos de restauración se hicieran
junto con los pueblos y comunidades que ya viven en
esas tierras, en apoyo a sus comunidades, respetando
su derecho al Consentimiento Libre, Previo e Informado
(CLPI) y reconociendo sus esfuerzos históricos de con-
servación. Sin embargo, los ecosistemas tienen ciclos de
carbono naturales y dinámicos que absorben y también
emiten CO2; por lo que la llamada “restauración” también
tiene límites, los ecosistemas no son infinitos ni tienen
capacidad para absorber emisiones crecientes de CO2.9
Suelos agrícolas y océanos: el
próximo gran botín de la industria
de mercados de carbono
Acaparamiento del suelo: Los suelos, al igual que los
bosques, son ecosistemas vivos que respiran, absorben
y emiten carbono. Cuando se erosionan —debido al uso
de maquinaria pesada, fertilizantes sintéticos y productos
agroquímicos en la agricultura industrial—, los suelos
pueden emitir más carbono del que han absorbido,
liberando el carbono almacenado de forma natural que
se fijó cuando estaban equilibrados y eran ricos en la
microbiota natural (por ejemplo, los suelos que se pueden
encontrar en los sistemas campesinos y agroecológicos).
3
Dado que los suelos —al igual que los bosques y otros
ecosistemas vivos— no almacenan el carbono de forma
permanente, para sacar provecho de las compensa-
ciones de carbono también es necesario transformar la
agricultura en un nuevo modelo de “cultivo de carbono”.
Empresas como Bayer-Monsanto, John Deere y otros
grandes actores de la agroindustria digital están dando
un paso al frente para ofrecerse como intermediarios de
las altamente problemáticas y no probadas “compensa-
ciones de carbono en los suelos”, proponiendo el uso
de sus servicios de asesoramiento digital patentados,
para certificar ese supuesto secuestro de carbono como
parte del paquete de “agricultura de precisión”. Sin
embargo, los nuevos datos científicos sobre el secuestro
de carbono en el suelo sugieren que la capacidad de
almacenamiento de carbono en el suelo ha sido enorme-
mente sobrestimada.10 Las compensaciones en suelos
no toman en cuenta los elevados costos energéticos
del uso de herramientas digitales y de datos masivos
que hay detrás de este modelo. Además, la apropiación
del suelo agrícola para mercados de carbono promueve
especulación y acaparamiento, amenazando las tierras
de las comunidades campesinas.
La apropiación de los océanos: La perspectiva de
nuevos mercados de carbono después del Acuerdo de
París también ha impulsado la promoción de tecnologías
de geoingeniería marina. Desde la fertilización de los
océanos hasta las plantaciones masivas de algas a gran
escala, estas tecnologías también se presentan como
“soluciones climáticas basadas en la naturaleza”. Sin
embargo, la fertilización de los océanos no está permitida
(excepto para investigación científica legítima) en el
marco del Convenio y Protocolo de Londres, por lo
que sus promotores han cambiado el nombre de estos
experimentos de fertilización oceánica, y ahora les llaman
“pastizales marinos”, “nutrición oceánica” o “caca artificial
de ballena”, entre otros.11
Del mismo modo, el cultivo a gran escala de macroalgas,
como kelp, se les llama “bosques marinos” —pero de
hecho es similar a plantaciones de monocultivos de árbo-
les, no a bosques, y repiten muchos de los mismos prob-
lemas de las plantaciones. Los extensos monocultivos de
macroalgas amenazan el entorno marino natural al atraer
enfermedades y desplazar la biodiversidad y la cadena
alimentaria vital de la que son parte las algas naturales.
Al igual que las plantaciones de monocultivos de árboles
tienen graves impactos en comunidades indígenas y
rurales, los monocultivos industriales de algas son una
amenaza para los ecosistemas sanos de los cultivadores
artesanales de algas y para sus formas de subsistencia.
Artículos científicos indican además que la capacidad del
kelp para secuestrar carbono parece ser muy pobre.12
Cubrir grandes partes del mar con algas y hundir en
el fondo cantidades tan masivas de algas muertas es
10 C. Terrer et al, “A trade-off between plant and soil carbon storage under elevated CO2”, Nature, 24 de marzo de 2021: https://www.nature.com/articles/s41586-021-
03306-8; Damian Carrington. One of Earth’s giant carbon sinks may have been overestimated – study, The Guardian, 24 de marzo de 2021: https://www.theguardian.
com/environment/2021/mar/24/soils-ability-to-absorb-carbon-emissions-may-be-overestimated-study
11 Adam Vaugham, “Scientists want to restore the oceans with artificial whale poo”, New Scientist, 22 de febrero de 2022: https://www.newscientist.com/arti-
cle/2309262-scientists-want-to-restore-the-oceans-with-artificial-whale-poo/
12 John Barry Gallagher et al, “Seaweed ecosystems may not mitigate CO2 emissions”, ICES Journal of Marine Science, Vol. 79, Issue 3, abril de 2022.
13 John Barry Gallagher, “Kelp won ́t help: why seaweed may not be a silver bullet for carbon storage after all”, The Conversation, 11 de marzo de 2022: https://
theconversation.com/kelp-wont-help-why-seaweed-may-not-be-a-silver-bullet-for-carbon-storage-after-all-178018
14 Carbon Market Watch, “FAQ Deciphering Article 6 of the Paris Agreement”: https://carbonmarketwatch.org/2021/12/10/faq-deciphering-article-6-of-the-paris-agreement/
un fenómeno desconocido, lleno de incertidumbres y
grandes impactos potenciales.13 El cultivo de algas, como
kelp y otras, aparece a menudo en las deliberaciones
sobre el llamado “carbono azul” en foros de la ONU.
¿Dónde asoma la
geoingeniería su fea cabeza?
La palabra “geoingeniería” rara vez se menciona abierta-
mente en las negociaciones y procesos de la CMNUCC. Y
con razón, ya que en la diplomacia climática no debería
haber lugar para tecnologías que implican afirmaciones
fantásticas, que no han sido probadas. No obstante, en
años recientes se han planteado en los procesos de la
CMNUCC propuestas concretas de geoingeniería, en su
mayoría como propuestas de remoción de carbono. Por
ello, tanto la sociedad civil y movimientos sociales, como
los negociadores gubernamentales deben estar atentos
a estos desarrollos y sus potenciales impactos.
El Artículo 6.4 está creando el mercado para
una explosión de técnicas de geoingeniería
Dentro del Acuerdo de París, el Artículo 6 establece tres
enfoques a través de los cuales los países pueden buscar
la “cooperación voluntaria” para alcanzar sus objetivos
climáticos. El Artículo 6.4 pretende remplazar al Mecanis-
mo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kioto.
Aunque el Acuerdo de París no nombra la creación de un
nuevo mercado de carbono, las negociaciones actuales
sobre el artículo 6.4 se dirigen a crear e implementar
un mecanismo internacional de mercado de carbono
a través del cual las reducciones de emisiones de una
empresa en un país puedan acreditarse y venderse a
una empresa en otro país. Para ello, la Conferencia
de las Partes en calidad de Reunión de las Partes en el
Acuerdo de París, creó un Órgano de Supervisión que
estaría encargado de aprobar y registrar proyectos de
reducción de emisiones (junto con el país en donde se
ejecuta el proyecto).
El Artículo 6.4 ha sido criticado, entre otros aspectos, por
permitir que los proyectos de reducción de emisiones de
carbono del MDL hagan la transición al nuevo mecanismo
del Acuerdo de París mientras siguen utilizando metod-
ologías antiguas que fueron aceptadas en el marco de
las metodologías del MDL, siempre que cumplan con los
criterios que se están debatiendo actualmente para las
nuevas metodologías del Artículo 6.4. Las consecuencias
prácticas de esta exención, que dura hasta finales de
2025, podrían ser graves: Carbon Market Watch predice
que si todos los proyectos pasan por esta transición, el
mundo podría enfrentarse al escenario de pesadilla de
que se emitan hasta 2 mil 800 millones de “créditos de
carbono basura”.14
4
Se han propuesto muchos tipos nuevos de lo que se
consideran “tecnologías de remoción de carbono” para
su aceptación según los criterios del Órgano de Super-
visión del Artículo 6.4. Si se aceptan, esto abriría de
par en par la puerta a una serie de riesgosas técnicas
de geoingeniería, que ni siquiera se ha demostrado que
remuevan permanentemente el carbono de la atmósfera
y que podrían añadir nuevos riesgos climáticos.
Un grupo de trabajo informal sobre metodologías está
construyendo la lista de tecnologías y actividades de
remoción que podrían ser registradas por el Órgano
de Supervisión. Una nota informativa de septiembre de
2022 del Órgano de Supervisión sobre el Mecanismo
del Artículo 6.415 menciona que se están considerando,
entre otras, las siguientes actividades de geoingeniería:
Métodos de “biosecuestro”
•Secuestro de carbono en el suelo en tierras de
cultivo
•Secuestro de carbono en el suelo en pastizales
Métodos de ingeniería/químicos
(técnicas de geoingeniería)
•Captura directa de aire (DAC)
•Meteorización aumentada
•Alcalinización del océano
•Fertilización oceánica
Un nuevo mercado global de
carbono podría crear presiones para
utilizar las nuevas infraestructuras
energéticas desarrolladas en el Sur
Global para reducir las emisiones de
carbono del Norte Global en lugar
de atender las necesidades de las
poblaciones del Sur Global.
Se supone que el almacenamiento del carbono teóri-
camente removido está cubierto por otras técnicas
relacionadas con la geoingeniería que han sido aceptadas
anteriormente en el MDL, como la captura y almace-
namiento de carbono (CCS), el uso y almacenamiento
de carbono (CCUS) y la bioenergía con captura y alma-
cenamiento de carbono (BECCS) —todas las cuales han
demostrado ser muy problemáticas. Se ha comprobado
que son muy ineficientes y caras — que sobreviven gracias
a subsidios públicos16 — y que presentan importantes
riesgos ecológicos, entre ellos un fuerte aumento del
número y longitud de los gasoductos que se necesitarían.
La demanda de tierra y agua para la BECCS compite con
15 Supervisory Body on Article 6.4 Mechanism. A6.4-SB002-AA-A06 ‘Information note Removal activities under the Article 6.4 mechanism’ V. 01.0 https://unfccc.int/
sites/default/files/resource/a64-sb002-aa-a06.pdf
16 Charles Harvey & Kurt House, “Every Dollar Spent on This Climate Technology Is a Waste”, New York Times, 16 de agosto de 2022: https://www.nytimes.
com/2022/08/16/opinion/climate-inflation-reduction-act.html
17 Bruce Robertson, “Carbon capture remains a risky investment for achieving decarbonisation”, IEEFA, 2 de septiembre de 2021: https://ieefa.org/resources/
carbon-capture-remains-risky-investment-achieving-decarbonisation
la producción alimentaria y las formas de subsistencia
de las comunidades, lo que la convierte en una amenaza
para la seguridad y la soberanía alimentarias.
Aunque las técnicas de geoingeniería marina como la
alcalinización de los océanos, la fertilización oceánica y
la meteorización aumentada están siendo consideradas
como opciones potenciales en el Artículo 6.4, otros organ-
ismos internacionales han emitido fuertes advertencias
contra estas prácticas y están considerando una mayor
regulación. La fertilización oceánica ya está estrictamente
controlada por el tratado que regula los vertidos en el
mar, el Convenio y Protocolo de Londres, porque supone
una serie de riesgos para los ecosistemas marinos. Re-
cientemente, el Convenio/Protocolo de Londres anunció
que la meteorización aumentada y la alcalinización de los
océanos serán objeto de investigación y pronto podrían
ser estrictamente reguladas por el Convenio/Protocolo
de Londres debido al riesgo que suponen para la vida
marina. Es pertinente y urgente que la CMNUCC tenga
la misma precaución con estas tecnologías y tome en
cuenta las consideraciones de otros organismos de ONU .
Resulta preocupante que en la nota informativa de
septiembre de 2022 algunos de los datos estadísticos
sobre la capacidad de captura de carbono de estas
tecnologías parecen haber sido adoptados directamente
de fuentes industriales. En la sección sobre BECCS, la
nota informativa “asume que el componente de captura
y almacenamiento de carbono (CCS) tiene una eficiencia
del 80% en la captura y almacenamiento del carbono
contenido en la biomasa quemada”. Sin embargo, sólo
en contadas ocasiones esta tecnología ha capturado el
80% del CO2 y algunos de los mayores proyectos de
CCS del mundo han tenido un rendimiento inferior al
50%.17 Ostensiblemente, incluso antes de que entre en
funcionamiento como mecanismo, el Artículo 6.4 se está
convirtiendo en un mercado de geoingeniería y falsas
soluciones, en el que están influyendo mucho quienes
pueden ganar dinero con este mercado.
5
Los métodos de remoción con ingeniería y métodos
químicos también plantean grandes problemas para
reducir las emisiones de carbono. Todas estas tecnologías
consumen energía intensivamente y muy probablemente
aumentarían las emisiones de GEI a lo largo de todo su
ciclo de vida y/o competirían con el uso de las energías
renovables. Además, el aumento de la producción de
energía renovable y de infraestructuras adecuadas
debería ser prioritario para satisfacer las necesidades
de las poblaciones, en lugar de utilizarse para proyectos
de geoingeniería. Un nuevo mercado global de carbono
podría crear presiones para utilizar las nuevas infrae-
structuras energéticas desarrolladas en el Sur Global
para reducir las emisiones de carbono del Norte Global
en lugar de atender las necesidades de las poblaciones
del Sur Global.
También preocupa la estructura propuesta para las tasas
de participación en el mecanismo, que está diseñada para
que no haya que pagar por registrar las actividades de
remoción de carbono en los países menos desarrollados
y los pequeños Estados insulares en desarrollo. Aunque
la intención aparenta ser compensar el colonialismo
climático, la exención de la tasa de registro crea el
riesgo de que regiones como África sean abordadas con
más frecuencia por quienes venden falsas soluciones
climáticas. Esto podría aumentar la ola de acaparamiento
de tierras en el Sur Global. La mayoría de los proyectos
de geoingeniería en el continente africano ha sido ini-
ciados y financiados por instituciones del Norte Global,
reproduciendo la dinámica del colonialismo climático.18
Cada día surgen nuevos dudosos esquemas para “com-
batir el cambio climático”. La creación de un nuevo
mercado de carbono alimentará aún más la explosión
de falsas soluciones y promoverá las inversiones en
técnicas de geoingeniería. El Artículo 6.4 está tomando
forma rápidamente , tenemos que asegurarnos de que se
rechacen los mercados de carbono y que se eliminen las
falsas soluciones de la lista de actividades de remoción
asociada a este artículo.
Geoingeniería marina en la CMNUCC
Según la ONU, el océano no sólo es “el pulmón del pla-
neta”, sino también “su mayor sumidero de carbono”, ya
que “absorbe el 25% de todas las emisiones de dióxido de
carbono y captura el 90% del calor adicional generado por
esas emisiones”.19 Esta narrativa ha suscitado un enorme
interés por parte de los promotores de la geoingeniería,
principalmente actores del Norte Global, que quieren
utilizar los océanos “no explotados” e “inexplorados” de
la Tierra para el secuestro de carbono. Por todas partes,
vemos que se están formando nuevos consorcios patroci-
nados por multimillonarios, como Ocean Visions,20 y que
instituciones académicas como la Academia Nacional de
18 Anja Chalmin, Geoengineering Activities on the African Continent, Geoengineering Monitor, 2021: https://www.geoengineeringmonitor.org/2021/01/geoengi-
neering-activities-on-the-african-continent/
19 United Nations, “UN Ocean Conference event page”, 2022: https://www.un.org/en/conferences/ocean2022/about
20 Ocean Visions, “Ocean Vision website”, 2022: https://www.oceanvisions.org/
21 National Academies of Sciences, Engineering and Medicine, “A Research Strategy for Ocean Carbon Dioxide Removal and Sequestration”, 2021: https://www.
nationalacademies.org/our-work/a-research-strategy-for-ocean-carbon-dioxide-removal-and-sequestration
22 Clare Roth, “Artificial whale poop could save the planet — here’s how”, DW, 28 de marzo de 2022: https://www.dw.com/en/artificial-whale-poop-could-save-the-
planet-heres-how/a-61247529
Ciencia, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, están
elaborando estrategias y planes de investigación, para
la remoción de carbono en los oceános,21 con vistas a
buscar y promover arreglos tecnológicos de geoingeniería
para aumentar la absorción de carbono en los océanos.
Como mencionamos más arriba, la promoción de
geoingeniería marina incluye el engañoso cambio de
nombre de técnicas que han sido criticadas desde hace
mucho tiempo por la comunidad científica y académica,
la sociedad civil y las comunidades. Por ejemplo, el
Centro para la Reparación del Clima de la Universidad
de Cambridge incumplió descaradamente las normas del
Convenio de Londres y la moratoria del CDB, al llevar
a cabo experimentos en el mar en 2021, que afirman
son para ver si se puede aumentar artificialmente el
crecimiento de fitoplancton vertiendo “caca artificial de
ballena” en el océano.22
Dentro de la CMNUCC, se han discutido en los últimos
años los vínculos entre los océanos y el clima en varios
eventos y diálogos que no son parte de las negocia-
ciones, pero que sin embargo entregan insumos a los
procesos relacionados al tema e influyen en cuestiones
que posteriormente se negocian. Es extremadamente
preocupante el impulso a los mercados de “carbono
azul”, a partir de la inclusión de técnicas de geoingeniería
marina propuestas como opciones para obtener créditos
de carbono a través del Artículo 6.4.
Las aportaciones al Diálogo sobre el Océano y el Cambio
Climático celebrado en junio de 2022 en marco de
la reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento
Científico y Tecnológico (OSACT56), incluyeron la
promoción de “soluciones” basadas en la naturaleza
como medidas que podrían incluirse en la política y la
financiación de la acción climática, y el llamado a que se
midiera la capacidad de secuestro y almacenamiento de
carbono de los océanos. Hubo propuestas para incluir la
capacidad de secuestro de los ecosistemas de “carbono
azul” como hierbas marinas, manglares y marismas en
los inventarios nacionales de gases con efecto inver-
nadero, y que se tengan en cuenta para compensar
las emisiones del transporte marítimo y los puertos.
También se propuso crear un financiamiento basado
en los océanos que podría establecer “bonos azules”,
potencialmente financiados por el Fondo para el Medio
Ambiente Mundial (Global Environment Facility, GEF) y
el Banco Mundial. Un panelista del Deutsche Bank pidió
subvenciones mixtas público-privadas para minimizar el
riesgo de las industrias que invierten en esta naciente
“economía azul para el clima”.
Los diálogos sobre los océanos y el cambio climáti-
co continuarán en cada COP, y se indicó que se
utilizarían para recoger ideas de la industria naviera,
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que ahora está presionando por un “Global Blue
New Deal” y por la financiarización de los océanos.
Es importante señalar que el diálogo de 2022
fue muy pobre en cuanto a escuchar a las co-
munidades pesqueras y costeras, que deberían
ser reconocidas por su gran contribución al
cuidado de los ecosistemas marinos y a la
prevención del aumento del cambio climático.
Otras rutas donde pueden
aparecer propuestas de
geoingeniería
Hay una serie de vías en las negociaciones de
la CMNUCC y del Acuerdo de París, algunas de
las cuales están por debajo del radar político,
que deben ser cuidadosamente monitorea-
das como posibles puntos de entrada para
introducir propuestas de geoingeniería en las
decisiones y en los proyectos y actividades de
los diferentes organismos y procesos.
Cooperación voluntaria en el Artículo 6.8
Con la intención de contrarrestar el enfoque
de mercado del Artículo 6.4, se espera que el
Artículo 6.8 del Acuerdo de París permita la
cooperación voluntaria a través de la transfer-
encia y el intercambio de tecnología, la creación
de capacidades, etcétera. Sin embargo, sin
criterios claros que excluyan las propuestas de
geoingeniería en las acciones de cooperación
voluntaria en las medidas de mitigación –un
área prioritaria en el programa de trabajo
del Artículo 6.8–, podrían convertirse en una
vía para desarrollar y desplegar tecnologías
riesgosas que afirmen reducir emisiones de
GEI (aunque no lo hagan). La consideración
de varias técnicas de remoción de carbono
en el mecanismo basado en el mercado del
Artículo 6.4 no debe extenderse a los enfoques
no comerciales. La cooperación voluntaria en
el artículo 6.8 debe excluir explícitamente las
propuestas de geoingeniería.
Balance Mundial – (Global Stocktake)
El proceso de balance mundial sobre cambio
climático, a través del cual las Partes de la
CMNUCC evalúan colectivamente la imple-
mentación de las metas y objetivos a largo
plazo del Acuerdo de París, también puede
abrir rutas para que las propuestas de geoinge-
niería ganen aceptación. Con las propuestas
de CCS, DAC y otras técnicas de remoción
de carbono que se están presentando en
los diálogos técnicos sobre la mitigación y los medios de imple-
mentación —diálogos pensados para proporcionar aportaciones
con base científica al balance global—, hay motivos para preocu-
parse de que este proceso pueda convertirse en otro punto de
entrada para la geoingeniería.
Medidas de respuesta - (Response Measures)
Los impactos de la aplicación de las medidas de respuesta es una
vía de negociación de la CMNUCC que generalmente ha estado
“por debajo del radar” de los miembros de la sociedad civil
que siguen las negociaciones sobre el clima. Esta vía se centra
en los impactos sociales, económicos, políticos y ambientales,
beneficiosos o perjudiciales, de la implementación de medidas
climáticas, tales como el despliegue creciente de tecnologías de
energías renovables que da lugar a la transformación de economías
enteras. Los países productores de combustibles fósiles han
invertido mucha energía en esta vía a lo largo de los años, en un
enfoque tanto defensivo como proactivo, ya que el abandono de
la dependencia de los combustibles fósiles a nivel mundial podría
ser contrario a sus intereses nacionales. No es de extrañar que
propuestas como la CCS, la DAC y otras tecnologías de remoción
de carbono, promovidas por los intereses de las industrias de
combustibles fósiles, hayan aflorado más abiertamente en las
recientes deliberaciones de esta vía.
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Nuestras demandas
en las negociaciones
sobre el clima
Las siguientes demandas son fundamentales para el
desarrollo e implementación de soluciones verdaderas
para el cambio climático en la COP 27 de la CMNUCC en
Egipto en 2022 y más allá:
• Se necesitan acciones y soluciones reales para
mantener el aumento de la temperatura global por
debajo de 1.5ºC, lo que significa que la CMNUCC
debe enfocarse en garantizar la reducción profunda
y rápida de las emisiones de gases con efecto inver-
nadero, no en formas de enmascarar o compensar la
continuación de las emisiones, como los mercados
de carbono y la geoingeniería.
• Ninguna de las tecnologías de geoingeniería tiene
como meta reducir emisiones ni abordar las causas
del cambio climático. Promover la remoción de
carbono mediante la geoingeniería retrasa y distrae
de la rápida reducción de emisiones que el mundo
necesita.
• Todas las propuestas de geoingeniería son especu-
lativas, no pueden desplegarse a escala y suponen
riesgos significativos para el medio ambiente y los
derechos humanos, incluyendo los derechos de
los pueblos indígenas y las comunidades locales,
los derechos de las comunidades campesinas y de
agricultores y la soberanía alimentaria.
• La CMNUCC y sus órganos deben reconocer y respetar
las decisiones de precaución sobre geoingeniería
adoptadas en el Convenio sobre Diversidad Biológica
y en el Convenio/Protocolo de Londres, y no deben
sancionar actividades que han sido restringidas y
están bajo escrutinio en otros foros de la ONU.
• Ninguna técnica de geoingeniería —como BECCS,
captura directa de aire (DAC), meteorización au-
mentada, alcalinización de los océanos, fertilización
oceánica y otras— debe ser aprobada para registrarse
como tecnología potencial de remoción bajo los
mecanismos de los Artículos 6.4 y 6.8 del Acuerdo
de París.
• Ninguna propuesta de geoingeniería marina debe
ser considerada en el marco de los diálogos sobre
los océanos y el cambio climático.
• Por las múltiples amenazas que implica a la seguri-
dad y soberanía alimentaria y a las formas de vida
campesinas e indígenas, los suelos agrícolas no
deben ser integrados a los mercados de carbono.
Con estas demandas y el trabajo y vigilancia continua
por parte de la sociedad civil y movimientos sociales,
podemos evitar que las instituciones mundiales caigan
en falsas soluciones como la geoingeniería y afirmen
las soluciones reales.
Más información sobre
geoingeniería:
Monitor de Geoingeniería:
https://www.geoengineeringmonitor.org/
Informes sobre cada tecnología de
geoingeniería:
https://es.geoengineeringmonitor.org/recursos/
hojas-informativas-de-las-tecnicas-de-geoingnieria/
El gran fraude climático: argumentos
contra la geoingeniería
(Biofuelwatch, Grupo ETC, HBF, 2017):
https://www.etcgroup.org/es/content/big-bad-fix-
el-gran-fraude-climatico
Contactos:
Neth Daño, ETC group,
neth@etcgroup.org
Silvia Ribeiro, ETC group,
silvia@etcgroup.org
Noviembre de 2022
Financiado por la oficina de Nueva York de la Rosa
Luxemburg Stiftung con fondos del Ministerio Federal
de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania
(BMZ).
Las opiniones vertidas en esta obra no reflejan el punto
de vista e interpretación de las personas autoras y no
representan una posición oficial del BMZ