Nicaragua: Las razones políticas de la resistencia contra la dictadura de Ortega

Cuando estaba en la cárcel, en la celda a mi derecha, estaba Juan Sebastián Chamorro, en frente, la celda de Félix Maradiaga y en la celda de la izquierda Medardo Mairena, tres precandidatos a la presidencia. Los sacerdotes les preguntaron a estos tres precandidatos: ¿En qué han avanzado en lograr una unificación? La respuesta de ellos no fue contundente, se fueron por la tangente. Ahora que estoy en los Estados Unidos, veo que tanto Chamorro como Maradiaga, andan en foros como personas individuales y no como parte de un programa conjunto porque no tienen una expresión de ese programa mínimo.



Nicaragua: Las razones políticas de la resistencia. Entrevista

Oscar-René Vargas 

A Fondo

Sin Permiso

08/04/2023


A Fondo: ¿Como se da tu captura porque mucha gente creía que estabas en Costa Rica?

ORV: En primer lugar, nunca estuve en Costa Rica, yo pasé cuatro años y medio clandestino en Managua, porque me movía en diferentes lugares. La captura, se produce por un control policial que estaban aplicando en una calle, estaban requisando los carros y el carro en que yo iba, no manejaba yo, sino que era otra persona, lo pararon, le pidieron los papeles y el tipo me identificó, nos devolvieron los papeles, pero al darme cuenta que me habían identificado, le pedí al chofer que me llevara a la casa de mi hermana, para que me capturaran en la casa de un pariente, y efectivamente nos persiguieron y cuando llegué a la casa de mi hermana, me capturaron. La persona que me llevó pudo irse porque no era su objetivo.

A Fondo: ¿Cómo fue tu situación y el trato, una vez que te llevaron al Chipote?

ORV: Llego al Chipote y me recibe, el segundo al mando del Chipote, el Comisionado Mayor, Victoriano Ruíz. Me comienza a interrogar, pero antes que continuara, yo me quité la camisa y le enseñé un marcapasos que llevo consigo y aprovecho para advertirle que soy una persona de alto riesgo, con problemas cardiacos, lo que provocó un giro en el interrogatorio, porque ya no hizo las preguntas de él, sino que más bien fueron preguntas alrededor de lo que era y significaba un marcapasos. Acto seguido, me pasaron a un cuarto donde esperé entre 3 o 4 horas, supongo que estaban consultando para ver que hacían conmigo, porque pasé todo ese tiempo sin que me esposaran, ni me tomaran huellas digitales y fotografía, esperando que orden les daban.

Luego, decidieron hacer todo el procedimiento de encarcelarme, cuando me encarcelaron me mandaron a una celda de castigo que le llaman “LA CHIQUITA” donde pasé seis días. En ese tiempo, me interrogaban todos los días y lo que me preguntaban era de cómo había llegado de Costa Rica a Nicaragua, a lo que respondí que entré por el Naranjo, llegué a San Juan del Sur y de ahí en bus a Managua. Lo que demuestra que la campaña que yo monté de que estaba en Costa Rica dio resultado porque eso era lo que creía el régimen.

El interrogatorio giraba en torno a que les explicara por qué había roto con Ortega, esa era la tónica. Me preguntaron por algunas personas, por ejemplo, si conocía a Dora María Téllez, entre otras personas, a lo que respondí que, si los conocía, pero nada más, ellos estaban claros que yo no andaba metido en ningún movimiento político, parece que ellos lo único que sabían era que yo escribía en los medios de comunicación. También me preguntaron el por qué no aparecía en ninguna de las fotografías que ellos tienen de las manifestaciones de la oposición en Costa Rica. Yo les dije que yo no iba a esas manifestaciones porque sabía que tenían espías, entonces dejaron de preguntarme eso y pasaron a preguntarme de como veía la situación del país, entraron en la lógica de preguntar de lo que yo pensaba sobre lo que estaba pasando en Nicaragua.

A Fondo: ¿Cuánto tiempo pasaste en prisión? ¿Durante tu estadía en prisión hubo agresiones, algún maltrato físico, tortura?

ORV: Pasé tres meses y quince días. No hubo agresiones físicas, sobre todo que yo insistía en mi condición de riesgo por el problema cardíaco que tengo, incluso llegué a decirles que si no me daban condiciones, podría llegar a morir, igual que el General Hugo Torres y eso no les convenía a ellos políticamente y tampoco a mí porque me iba morir, a lo que ellos accedieron a cambiarme de celda y a darme un poco de mejores condiciones a las que tenía en “LA CHIQUITA”. Después, a los oficiales que trataban conmigo, yo les decía que tenía 76 años, e incluso que podía ser hasta su abuelito, etc, etc. Entonces me trataban con cierto respeto, diciéndome Doctor o don Óscar René.

A Fondo: ¿Qué percepción tienes de la salida de ustedes, de los 222?

ORV: Yo pensaba desde noviembre, incluso en mis últimos artículos que publiqué, decía yo que las negociaciones ya habían comenzado o iban a comenzar con el nombramiento de Christopher Dodd como Embajador Especial para Cuba, Venezuela y Nicaragua. Estando en la cárcel, yo tenía información sobre lo que estaba pasando. Interpreté la llegada de Daniel Ortega a la casa de Humberto Ortega, su hermano, como un síntoma de existir negociaciones con los norteamericanos, y Daniel, llegaba a recibir un consejo de su hermano pensando en lo que había negociado en Sapoa. Las negociaciones iban lentas, un día avanzaban, otros retrocedían, pero que las negociaciones estaban en pie. Yo estaba convencido de que esas negociaciones nos iban a liberar, pensé que en el primer trimestre 2023, nos iban a liberar, lo que no pensé nunca, que fuera a los Estados Unidos, pensé dos cosas, o nos liberan en Nicaragua, cosa que yo la veía bastante difícil porque no era conveniente soltar a un liderazgo al interior del país que podía poner en duda la política represiva y entonces pensé que podía ser Colombia, porque el Presidente Gustavo Petro había ofrecido que el aceptaba a los prisioneros y si eso le convenía a Ortega, pero no pensé que fuera a los Estados Unidos, pero si pensé que estaban negociando con los Estados Unidos y que salíamos en el primer trimestre de 2023.

A Fondo: ¿Vos te distes cuenta del acercamiento de Colombia y del acercamiento del Vaticano, que se están haciendo una especie de triángulo para presionar y cercar un poco a Ortega?

ORV: Antes de caer preso, yo leí en el diario del vaticano, las declaraciones del Cardenal Brenes, que dijo que había negociaciones entre el Vaticano y el régimen de Ortega. Siempre pensé, recordando las negociaciones que hicieron los cubanos con el Vaticano y los Estados Unidos, que habían una alianza entre el Vaticano y los Estados Unidos, en una negociación con Nicaragua. No sé, si recuerdas que en el mes de diciembre hubo una carta de 30 sacerdotes, criticando a Brenes, que decía con palabras textuales, “POR FAVOR DEJE DE BAILAR EL SON QUE LE TOCAN” eso significa que había un descontento en la base del clero nicaragüense, que evidentemente no daba margen de llegar a acuerdo si no estaba primero, la liberación de los presos políticos.

A Fondo: ¿Por qué crees que se rompe la negociación con Colombia?

ORV: Porque creo que entró en la agenda, el factor de la disputa limítrofe, que hay en El Caribe y a lo mejor Ortega pidió a cambio alguna concesión en la cuestión esa y ahí Petro no tenía condiciones para hacerlo, sobre todo que el canciller colombiano es especialista en ese tema.     

A Fondo: ¿Por qué consideraste, que la llegada de Christopher Dodd significaba la proximidad a la liberación de ustedes?

Sencillamente porque él dijo, que su nombramiento era para negociar Nicaragua, Venezuela y Cuba, y por la relación anterior que tuvo Christopher Dodd con Nicaragua, fue uno de los senadores que se oponía a la política de Reagan hacia Nicaragua y por lo tanto tenía una aceptación general, de que no era un hombre en contra, que es un “amigo” de una posible negociación.

A Fondo: ¿O sea, crees que el nombramiento fue algo calculado por la Administración Biden?

ORV: Totalmente calculado, recordá que Cristopher Dodd, junto con Biden, que también era senador, eran amigos y también Biden estuvo en contra de la política exterior de Reagan hacia Nicaragua.

A Fondo: Esa reunión de Humberto con Daniel, que más allá de buscar un consejo, ¿qué interpretación le das al hecho que se agrega la disputa pública que protagonizaron Rosario y Daniel?

ORV: Que Ortega juega al péndulo, la política de él es pendular, él está consciente de la existencia de dos corrientes dentro del orteguismo, una corriente encabezada por Rosario Murillo y otra de la Vieja Guardia encabezada por Humberto Ortega, entonces Daniel se mueve en ese péndulo, un día hace concesiones a un sector y otro día al otro. El sector de la señora Murillo se sintió que estaba siendo desplazada por la concesión que le estaba haciendo a Humberto, esta impresión que tuve en ese momento, fue confirmada con las declaraciones que brinda Humberto Ortega al Diario El País, donde dice que él no está viendo a la señora Murillo con la capacidad de gobernar sin la presencia de Daniel Ortega, es decir que, en esas dos cosas, ella no tiene la capacidad de gerenciar la política del país, pero también hay otro elemento que es importante destacar, la liberación nuestra es una concesión aparentemente a la señora Murillo, pero yo creo que no, es la concesión que le hace a Humberto y la concesión que le hace a la señora Murillo es quitarnos la nacionalidad, de desterrarnos y mantener preso al obispo Álvarez.

Ese movimiento pendular en un mismo hecho, lo hizo perder el espacio político que pudo haber ganado solamente liberándonos a nosotros, es decir, que en lugar de ser una acción positiva para él, fue una acción negativa a nivel nacional e internacional, a nivel nacional, la feligresía católica nicaragüense ve que el obispo sigue preso y a nivel internacional se ve que la política represiva contra la iglesia y la oposición en el exilio, tanto con los 94 declarados apátridas y confiscados, como los 222 han sido despojados de su nacionalidad, en condiciones de apátridas, es corroborado y denunciado, posteriormente, en la declaración del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, basada en el informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua. Ese vaivén no le dio resultado, en el 2019 si le dio resultado, en el pacto de marzo de 2019 logró, por una parte, sacar al obispo Báez al exilio y liberó a los presos políticos, a cambio la oposición le aceptó las elecciones 2021 apoyada por la OEA y los Estados Unidos, mientras que ahora ese espacio que tenía antes, ya no lo tiene.

A Fondo: ¿Por qué crees que en comparecencia pública, le da los créditos de la negociación con el Embajador Sullivan y la liberación de los 222 Presos Políticos a Rosario, es para darle protagonismo o para dejarle la culpa de lo que pueda venir en el futuro y decir que la responsable fue únicamente ella?

ORV: Las dos cosas creo yo, darle protagonismo porque la señora Murillo se sintió minimizada con la liberación, ya que es la facción de Humberto Ortega quien sale ganando en la disputa, pero al mismo tiempo se lava las manos para mantener siempre la capacidad de negociar con ambos bandos y hacer concesiones en medio de esa política pendular

A Fondo: ¿Cómo ves el papel de Rosario, a partir de la “negociación” con los Estados Unidos para la liberación de ustedes, por una parte, y el ataque al COSEP, a los empresarios, por la otra?

ORV: Creo que se está personalizando una política de estado, pero en lo personal, creo que hay un acuerdo general entre los tres, Daniel, Humberto y de la señora Murillo, porque los tres tienen un mismo objetivo, coinciden en que hay que mantener el poder, difieren en el camino para lograrlo, pero el objetivo final es el mismo, de Humberto, de Daniel y de la señora Murillo.

A Fondo: ¿Me imagino que leíste los tres artículos de Humberto, que consideración tienes al respecto?

Está representando la tendencia de los intereses del sector del capital orteguista, de los que se han enriquecido al amparo del poder con el dinero venezolano y todas las prerrogativas que han tenido desde sus posiciones de poder, es la única explicación que tiene ese enriquecimiento rápido que han tenido, en términos de la lucha contra la corrupción se maneja el término de, “enriquecimiento inexplicable” tienes ingresos mensuales de tres mil dólares pero te compras una casa de medio millón, los tres artículos mantienen esa posición, conservar el poder y conservar el capital adquirido. Hay que recordar, la frase que yo resumí, “EL PODER O LA MUERTE”, pero la frase completa es de Tomás Borge: “PODEMOS HACER CUALQUIER COSA, MENOS PERDER EL PODER”, yo la resumí de esa manera, mantener el poder o exponerse a la muerte política.

A Fondo: En relación con el papel del Ejército, hay mucha información en el ambiente, estamos claros que es el pilar fundamental de la Política del Terrorismo de Estado, sin este, el régimen desaparece. ¿Esta consiente el Ejercito del papel que tiene en esta crisis?

ORV: El caso del ejército es similar al de los presos políticos, los presos políticos eran vistos al comienzo como un elemento positivo para Ortega ante un eventual negociación, posteriormente, ese elemento de los presos políticos se le transformó en un aspecto negativo, entre más tiempo pasaban los presos políticos en la cárcel, más dificultades tenía Daniel Ortega, esa misma situación es lo que creo que está viviendo el ejército, es decir, el ejército no puede mantenerla indefinidamente, hablo de la institución, no hablo de la cúpula militar, tienen que salvar la institución, porque la gente que entró al ejército, después del año 1992, entró a hacer carrera militar, como una profesión, acordate que yo fui profesor de la escuela superior del ejército y eso me permitió conocer de viva voz, las intenciones de la gente que había entrado a hacer carrera militar. Estas personas, sin mencionar ningún nombre, están viendo amenazada su carrera, como cualquier otro profesional, a como vos hiciste la carrera de ingeniería, yo la de sociólogo y economista, nuestro interés era de graduarnos y el interés de ellos es la de escalar grados en el escalafón.

Yo creo que ahí hay un problema que no han podido resolver, sobre todo, el ejército tiene que ver la viabilidad del sistema político. La viabilidad del sistema político en Nicaragua, ha estado ligado a los préstamos internacionales, es decir, Ortega ha logrado darle cierta viabilidad a la economía del país por los préstamos recibidos que son más de 400 millones de dólares anuales, cuando se cayó la cooperación internacional con Venezuela, que era directa, a partir de 2016, hay un descenso de todas las prerrogativas y los premios que daba a su base social, también a las mismas instituciones del ejército y compañía.

Entonces vos te das cuenta de que hay un proceso de descomposición interna producto del empobrecimiento de su propia base social, segundo, por la corrupción generalizada que se ha establecido, la que no es vista de manera limitada, sino que, ya no se puede esconder. Ante esa situación, Nicaragua es débil o frágil frente a las alternativas existentes y las alternativas a las que Ortega está jugando es a la protección y dependencia económica de China, Rusia e Irán y esas tres alternativas no le han funcionado. Rusia con la guerra de Ucrania se encuentra debilitada, independientemente del resultado de la guerra; China por el conflicto potencial con Taiwán, evidentemente y su política de exportación a través de la ruta de la seda, la marítima, la terrestre y la ártica, más del 50% de la economía China funciona por las exportaciones y ellos tienen que buscar como resolver esos problemas y por lo tanto Nicaragua no entra en la lógica inmediata de su interés, su prioridad es el Asia Central y el Asia del Este, meridional, el otro problema es el mar del pacifico. Los proyectos que prometieron en Panamá, Costa Rica, El Salvador y Nicaragua, ninguno de ellos ha funcionado. En Panamá prometieron hacer una vía para un tren bala, en El Salvador prometieron mejorar el Puerto de La Unión y en Nicaragua no se sabe lo que han prometido, el proyecto fallido del Canal Interoceánico pone de manifiesto que Ortega no ha recibido de China los beneficios que esperaba recibir.

Irán nunca ha tenido un interés económico con Nicaragua, el único interés es político, tener un espacio para hacer inteligencia en América Latina. Ortega se ve cada día más dependiente de la cooperación de las agencias internacionales que están bajo la influencia de Estados Unidos y el BCIE y aquí hay que enmarcar el viaje de Cristopher Dodd a Panamá y Honduras. A Panamá llegó el día 17, a la reunión anual del BCIE. ¿Que habrá dicho Dodd? No se sabe todavía, después va a Honduras para estar presente en la elección del nuevo presidente del BCIE, a esto hay que añadirle, que esa interpretación que hago está respaldada por la carta que envió el Jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, de la Cámara de Representantes, pidiendo a Costa Rica, a El Salvador, Honduras y Guatemala, que no voten a favor de los préstamos a Nicaragua, sin tomar en cuenta el respeto a los derechos humanos.

El tercer elemento, es que, en esta nueva elección del presidente o Director General del BCIE, hay un candidato, que es de origen salvadoreño y ha declarado que los préstamos del BCIE deben estar ligados al respeto de los derechos humanos. Entonces esta situación de debilidad económica del régimen de dependencia de los préstamos internacionales que otorgan estas agencias ligadas a los Estados Unidos, hace que el ejército va tener que reflexionar más de lo que han hecho hasta ahora, porque mañana si en lugar de los 400 millones de dólares anuales, se reduce a 100 millones o se paraliza, evidentemente, el ejército tendrá que jugar algún papel, ya que como institución van a sufrir también esa situación.

A Fondo: Hubo una reunión de Jefes de Ejércitos en Costa Rica, tres días antes de la salida de ustedes, vino la General Laura Richardson, Jefa del Comando Sur (Southcom) y no hubo participación del Ejército de Nicaragua, sin embargo, hay algunas fuentes que dicen que el ejército habló con Daniel para presionar la salida de los presos, tampoco se descarta que la General Richardson haya hablado con alguien vinculado al ejército o que haya venido alguien sin dejar huella de su paso por aquí, ¿Qué piensas de eso, crees que hubo alguna presión?

ORV: Si, no es descartable eso, hay mucha coincidencia con lo que estamos analizando ahorita, yo creo que los norteamericanos ya decidieron de que el gobierno de Ortega ya es un problema, no es que antes no lo vieran como problema, pero ahora lo están viendo como un problema que hay que resolver de manera más rápida como el caso de Somoza. A Somoza, también ellos lo veían como un problema, pero de pronto cambiaron de posición y decidieron que había que sacar a Somoza, yo creo que hay una determinación sobre eso, esa coincidencia de la reunión de Jefes de Ejércitos en Costa Rica donde participa la Jefa del Comando Sur del ejército norteamericano, de la posición bipartidista del Senado y la Cámara de Representantes sobre el caso de Nicaragua y las acciones que está desarrollando Cristopher Dodd, más las negociaciones que hay en curso en Venezuela, que también está buscando como resolver. Te das cuenta de cómo Ortega se ha aislado no solo de América Latina, sino también que se está aislando de todos los países que supuestamente son sus aliados, es decir que China, Irán, Rusia y Venezuela y posiblemente Cuba, está jugando su propio juego pensando en cómo van a sobrevivir y lo que menos interesa es la suerte de Ortega. Ante este escenario, el margen de maniobras de Ortega es muy pequeño y por lo tanto no sería nada extraño que en las próximas semanas Ortega diga que quiere adelantar las elecciones para el 2024 con el objetivo de ganar tiempo.

A Fondo: ¿Ahí, se enmarca el esfuerzo de Humberto Ortega en aparecer como el gran componedor y negociador?

ORV: Yo creo que Humberto Ortega tiene esa visión que recoge de la información que recibe de los Estados Unidos, de la información que recibe del gran capital nicaragüense y del gran capital centroamericano, entonces dice: bueno ahorita hay que salvar la situación. Hay que recordar que en noviembre del 1988, Tomas Borge declaró: “Que se caían las estrellas, se secaba el mar y se apagaba el sol antes de negociar con la Contra” y en marzo de 1989 se estaban realizando las negociaciones en Sapoa, entonces, ese es el escenario que estoy viendo yo.

A Fondo: En algún momento planteaste que Ortega no aguanta un año más.

ORV: Aquí las condiciones que hemos analizado te muestran eso, pero hay otra condición, es la unidad de la oposición, si no se da la unidad, Ortega podría enrumbar la barca en esta turbulencia y salir ileso a puerto. Entonces, en esas condiciones es que yo veo que Ortega puede estar pensando en adelantar las elecciones para calmar las aguas y evitar que haya un proceso fuerte de unidad y entonces considera que el figureo de algunos personajes de la oposición va a impedir que se dé la unidad. Ortega tiene esa carta que puede jugar, entonces no sería nada extraño que ahora en Semana Santa, liberen al obispo Álvarez aprovechando la “Tregua Santa” planteada por Humberto Ortega y anuncien el adelanto de elecciones y cuidado hasta restituyen la nacionalidad a todos los desterrados y que pueden regresar.

A Fondo: ¿Ortega esperaría los resultados de las elecciones en Venezuela?

ORV: No, el jugaría la carta de hacer las elecciones aprovechando que se harían en dos lugares en el 2024, las elecciones en los Estados Unidos y también las elecciones de Venezuela en el mismo año. Un conflicto entre los demócratas y los republicanos durante las elecciones en los Estados Unidos dejarían a Nicaragua en un segundo plano y eso le conviene a Daniel Ortega.

A Fondo: En la primera parte de la entrevista, afirmaste que Ortega podría ver la posibilidad de un adelanto de elecciones para evitar la tan ansiada unidad de la oposición ¿Es eso factible?

ORV: Yo lo veo factible, igual que la liberación del obispo Álvarez que se puede producir en cualquier momento. Es factible porque Ortega ha perdido la estabilidad política y estratégica del país. Él requiere recuperar esa estabilidad política y estratégica y al mismo tiempo ganar tiempo. Él sabe que hasta el 2026 es muy largo. Pero evidentemente, eso es lo máximo para negociar lo mínimo y lo mínimo que puede ser es el 2024, con objetivos que pueden estar centrados en tres cosas.

Primero: Que las elecciones coincidan con las de Venezuela y Estados unidos, es decir, él va a aprovechar la crisis política interna de los Estados Unidos, crisis política que se va combinar con el problema económico de la quiebra bancaria, que significaría la posibilidad de que los demócratas puedan perder las elecciones, entonces, se va agudizar la contradicción entre demócratas y republicanos. Ya han quebrado seis bancos, hay noventa bancos regionales en la lista de posibles quiebras, e incluso, unos analistas han llegado a hablar de la posible quiebra de 197 bancos regionales. En Estados Unidos hay 4,179 bancos en todo el país. Hay cuatro grandes bancos, pero son los bancos regionales los que están en función de otorgar los préstamos a la gente en las comunidades. De la solución de esa crisis, va a depender mucho el resultado de las elecciones del 2024 en los Estados Unidos. En ese escenario, Nicaragua pasaría a un segundo o un tercer plano.

Segundo: El tema de Venezuela, Maduro tambien está planteando hacer las elecciones en el 2024 con el objetivo de desarmar a la oposición venezolana. Hay que recordar que Venezuela en los próximos meses, va a tener la posibilidad de volver a exportar petróleo nuevamente, después de que le dieron la concesión a Chevron, van a tener la posibilidad de aumentar la producción petrolera para reiniciar sus exportaciones. En ese contexto, Venezuela, va tendrá un papel más importante para los Estados Unidos, hay que recordar que los Estados Unidos importaban de Rusia, entre el 8 y el 10% del petróleo que utilizan. Ese porcentaje de petróleo ruso tiene que ser cubierto por las importaciones del petróleo venezolano.

Tercero: En ese marco general que se puede presentar, Ortega puede considerar que un adelanto de elecciones es una opción política favorable para él y que le puede permitir retomar la iniciativa política en el país. Ese es el marco general por el cual yo veo factible el anuncio de adelanto de elecciones para el 2024 por parte de Ortega.

A Fondo: ¿Cuáles serían los riesgos para Ortega ese adelanto de elecciones para el 2024, considerando la percepción existente entre la población nicaragüense de que los republicanos son más beligerantes que los demócratas en contra de Ortega hasta el día de hoy?

ORV: Estoy de acuerdo contigo, él está apuntando a implementar esa movida en un escenario donde la oposición no se logra poner de acuerdo y que siga prevaleciendo el figureo político de los líderes opositores. En este contexto, Ortega podría “ganar” esas posibles elecciones adelantadas del 2024, dándole un cierto grado de legitimidad frente a un posible nuevo gobierno republicano en los Estados Unidos. El problema para Ortega es la creciente descomposición social, el aislamiento internacional y la condena de los principales gobiernos de Latinoamérica que pueden seguir aumentando el aislamiento de su régimen. Para tratar de superar esto, parte de esas condiciones adversas que está viviendo y está tratando de replicar el escenario de 1989, que fue precisamente un adelanto de elecciones.

A Fondo: ¿El desconocimiento de los antecedentes históricos por parte de los jóvenes de hoy, los ubica en una posición escéptica a que Ortega recurra a esa movida de un adelanto de elecciones para el 2024?

Hay que recordar el discurso de Tomás en noviembre de 1988 en la conmemoración de la caída en combate de Carlos Fonseca, donde afirmó: “PRIMERO SE CAEN LAS ESTRELLAS, EL MAR SE TENDRÍA QUE SECAR… ANTES QUE NEGOCIAR CON LA CONTRA”, entre otras cosas que no recuerdo ahora. Cuatro meses después, en marzo de 1989, el gobierno se sentaba a negociar con la contra en Sapoá y es ahí, donde se acuerda el adelanto de elecciones para febrero de 1990. En ese momento, ese adelanto de elecciones se debió a que las condiciones internacionales no eran favorables para el gobierno sandinista, condiciones determinadas por la visita que realizaran dos miembros del buró político del estado soviético, Eduard Chevarnadze y Boris Yeltsin, donde les cantaron cero a los sandinistas con la continuidad de la ayuda militar soviética y por lo tanto tenían que negociar con la contra, también fue parte de lo acordado entre Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov en la cumbre de Islandia.

A Fondo: Los escépticos con este planteamiento de adelanto de elecciones consideran que ahora, a diferencia de 1989, no estamos en guerra y el aislamiento internacional de Ortega, no es suficiente para obligarlo a una jugada de este tipo, de adelantar las elecciones. ¿Cómo valoras ese planteamiento?

ORV: Ahora hay que tomar en cuenta que la situación económica del país no es nada agradable, por ejemplo, en el 2021, la economía de Nicaragua creció el 10.3%, en el 2022 4.3%, esto lo que refleja es una contracción en la economía. Para el 2023 o 2024, se espera que la economía crezca entre 1.8 y 2.3%. Desde el 2021 al 2023 se observa una contracción profunda en la economía y al mismo tiempo la inflación está creciendo. A este fenómeno se le conoce, en economía, como ESTANFLACION. En el año 2022 el costo de la Canasta Básica se incrementó en un 22%. El fenómeno estanflacionario se va a profundizar en el transcurso del presente año. Este escenario económico va a generar mayor descomposición social, mayor pobreza y fractura en la base social orteguista. Ante esta situación crítica, Ortega para ganar tiempo y tomar un poco de aire, tendrá que recurrir a la jugada política de adelantar las elecciones, considerando también en la imposibilidad de la unidad en la oposición, de acuerdo con sus cálculos. Daniel, Humberto y Rosario Murillo, coinciden en que hay que conservar el poder, en lo que difieren es en el camino para lograrlo, es decir, coinciden en lo estratégico, no así en lo táctico.

A Fondo: En esta jugada política que estás planteando ¿contemplan los tres, Daniel Humberto y Rosario, la posibilidad de la pérdida del ejecutivo, tal como ocurrió en 1990?

ORV: No, precisamente quieren prepararse para evitar la pérdida del ejecutivo, Tomás Borge, lo reafirmó, “podemos hacer cualquier cosa, menos perder el poder” y entre eso de cualquier cosa, incluye el adelanto de elecciones como se hizo en 1989.

A Fondo: La pregunta del millón ¿Cómo ves la oposición a Ortega?

ORV: La oposición en este momento está carente de una estrategia, no hay coincidencia en un programa mínimo con elementos básicos, como, por ejemplo, la lucha contra la corrupción, el cese de la represión, elecciones transparentes, etc. No hay que pensar en un programa completo. Los problemas de la pobreza, entre otros se resolverán más adelante. Hace falta ese elemento central que posibilite la unidad de la oposición. En 1989, hubo un programa mínimo por parte de la UNO (Unión Nacional Opositora) a pesar de las diferencias de pensamiento que había en las personas que lideraban, por ejemplo, no es lo mismo lo que pensaba Virgilio Godoy que lo que pensaba Antonio Lacayo, ni Alfredo César o Arnoldo Alemán. El programa mínimo debe apuntar, primero a derrotar a Ortega y después a construir una democracia basada en el respeto de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, etc., etc. No se puede unificar a la oposición alrededor de personas, no se puede unir cuando hay exceso de protagonismos, donde todos quieren ser:” CABEZA DE RATON Y NO COLA DE LEON”

A Fondo: ¿Qué tan difícil es que la oposición logre ese acuerdo mínimo que vos estas planteando?

ORV: Lo veo difícil si siguen prevaleciendo sus intereses personales, si quieren seguir siendo “CABEZA DE RATON”, no se han sentado a establecer ese programa sobre la cual se puede establecer una alianza. Te voy a contar una experiencia personal, cuando estaba en la cárcel, en la celda a mi derecha, estaba Juan Sebastián Chamorro, en frente, la celda que ocupaba Félix Maradiaga y en la celda de la izquierda la ocupaba Medardo Mairena, tres precandidatos a la presidencia. Los sacerdotes que estaban presos en las celdas del mismo pasillo, más a mi derecha, por la noche, aprovechando que los guardas nos dejaban solo, podíamos conversar un poco, en una ocasión les preguntaron a estos tres precandidatos: ¿En qué han avanzado en lograr una unificación? La respuesta de ellos no fue contundente, se fueron por la tangente, eso fue lo que observé en la cárcel.

Ahora que estoy en los Estados Unidos, veo que tanto Juan Sebastián Chamorro como Félix Maradiaga, andan en diferentes foros donde aparecen como personas individuales y no como parte de un programa conjunto porque no tienen una expresión de ese programa mínimo. Cuando ellos viajaron a Ginebra para solicitar apoyo para Nicaragua en contra de la represión, viajaron y regresaron a los Estados Unidos. Después comparecieron ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos donde cada uno expresó su opinión. Los 222 desterrados tenemos un chat, está bien que hayan ido a Ginebra y comparecido ante el congreso, pero tenían que explicar al resto de los 222 cuál era el objetivo. Lo que se ve es que se presentan como las estrellas en estos foros, pero que no han logrado siquiera que los 222 desterrados en USA nos sintamos representados por ellos. La falta de un programa mínimo hace que se vean estas comparecencias como un simple figureo de algunas personas y no el sentir de las personas que estamos en el chat de los desterrados en Estados Unidos y que demandamos que se hablen de cosas concretas, del programa mínimo que se va a establecer en Nicaragua.

A Fondo: ¿Partiendo de los antecedentes, de los acuerdos de Sapoá, como encaja Humberto Ortega en este posible acuerdo de adelantar las elecciones?

ORV: Si hay un adelanto de elecciones, es un acuerdo tripartito, de Daniel, Humberto y Rosario, porque ellos comparten la estrategia de conservar el poder, aunque pueden variar en la táctica. La diferencia entre ellos radica en las formas, por ejemplo, el destierro de los presos políticos fue una concesión que le hizo Daniel a Humberto, pero quitar la nacionalidad es una concesión a Rosario y al sector más radical del orteguismo, pero todo apunta al mismo objetivo, la decisión de conservar el poder. El problema fue que parece que no midieron las consecuencias políticas que tendría el quitarnos la nacionalidad, se ganaron todo el desprecio de la comunidad internacional y por si hacía falta, continuaron con los 94 que la mayoría ya estaban en el exilio desde antes. Con la cancelación de la nacionalidad, ellos quieren mandar un mensaje, que no están débiles, que están fuertes, que reprimen porque están fuertes. El escenario económico internacional y el estancamiento económico de Nicaragua, va a obligar a esta gente, para ganar tiempo, adelantar las elecciones.

A Fondo: Hay tres elementos que la gente diría, Ortega no la tiene muy fácil. Primero, el informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos GHRN que señala al régimen de Ortega de cometer Crímenes de Lesa Humanidad, en segundo lugar, en el Senado de Estados Unidos se han puesto seriamente a considerar la continuidad del CAFTA, y, en tercer lugar, la Asamblea de la OEA escuchará el testimonio de Tamara Dávila, Con esos antecedentes, ¿Ortega estaría queriendo quitarse la presión de la Comunidad Internacional anunciando el adelanto de elecciones?

ORV: Por todo lo que estás diciendo, estoy totalmente de acuerdo, para ganar espacio y recuperar el tiempo político que ha perdido, en parte por todos esos factores que has mencionado, por eso necesita realizar por lo menos alguna acción que le deje réditos políticos que antes tenía y eso solo lo podría tener con el adelanto de las elecciones, sacar a los presos políticos que quedan y restituirnos la nacionalidad. Permitir en el corto plazo, en unos seis meses, el retorno al país de todos. El va buscando la manera de congraciarse con la Comunidad Internacional, diciéndole: “yo ya cambié y estoy de acuerdo en permitir los cambios que le den la estabilidad al país” con el objetivo de restablecer la estabilidad estratégica del país. En caso contrario, es decir, que no lo haga, el proceso de implosión social va a continuar de manera acelerada, y en el fondo, va a perder el poder sin ganar nada, sin ensayar ninguna opción.

Los cinco años de represión indiscriminada no ha resuelto la crisis política del país. No se puede continuar con la misma estrategia y obtener resultados políticos diferentes. La propuesta de Humberto Ortega a los dos, Daniel y Rosario, es una estrategia diferente para obtener resultados diferentes. La fuerza que representa Humberto Ortega radica en que representa a la clase política orteguista que se ha enriquecido en el poder. Sobre el significado de la implosión, en abril de 2018, durante la crisis, se produjo un tsunami social que se expresó por las marchas multitudinarias y los tranques en todo el país. Grosso modo, un millón de nicaragüenses expresaron de diferentes maneras su rechazo a Ortega. Ortega en alianza con el capital y con el visto bueno de la OEA y El Vaticano decidieron apaciguar el tsunami social, eso fue lo que logró Ortega en marzo de 2019. Ese pacto tuvo tres consecuencias visibles: uno, la salida del Obispo Báez, dos, la liberación de los presos políticos y tres, la aceptación por parte de la OEA, El Vaticano y Estados Unidos que la única salida a la crisis seria las elecciones del año 2021, eso fue, para Ortega, un tiempo político que ganó.

La demanda de los tranques y las marchas de “FUERA ORTEGA” disminuyo o desapareció y Daniel logró quedarse con legitimidad hasta el 2021, en el ínterin, fue desarmando a la oposición interna, sacando a la gente al exilio, secuestrando a personas, reprimiendo de diferentes maneras, logró desarticular al liderazgo local y Ortega ganó tiempo. La desarticulación del movimiento social se incrementó con la pandemia del COVID 19, ya que obligó a la gente a resguardarse por miedo a enfermarse, hasta morir. En abril del 2020, el ciclo político de la movilización social se había terminado y se iniciaba el ciclo político que he llamado: “LA IMPLOSIÓN INTERNA”. es decir, el derrumbe interno del orteguismo, que es lo que ha venido pasando y expresándose de diferentes maneras. Los errores políticos cometidos por Ortega lo han llevado a perder la iniciativa política, el tiempo político que lo favoreció en el 2021 ya no lo favorece y por eso es por lo que yo analizaba en la cárcel que los presos políticos íbamos a salir pronto, porque habíamos pasado de ser una carta favorable para Ortega a un problema para él ante la Comunidad Internacional y la posibilidad de que se produjera una movilización interna pidiendo una navidad sin presos políticos.

A Fondo: ¿Como se expresa la implosión Interna del orteguismo?

La implosión se ha expresado en crisis económica importante, descomposición en su base social, incremento de la migración, la guerra religiosa que estableció, aislamiento internacional, mayor empobrecimiento de la gente, todos esos son factores que van carcomiendo los pilares de sostenimiento de la dictadura. Si Ortega no hace el adelanto de elecciones, ese proceso de implosión social va a continuar aceleradamente. No hacerlo obedecería a la ceguera política del orteguismo y sería el suicidio político de Ortega. Saramago, un escritor portugués, decía: “VIENDO NO VEN”, la soberbia, para no ceder el poder los vuelve ciegos. Esta ceguera política se expresa de la siguiente manera, por ejemplo, el echar preso al obispo Álvarez no le generó ninguna ganancia política, todo ha sido negativo. Que está haciendo ahora, echan presa a la doctora Pérez, la tienen un día y la sueltan al día siguiente, igual pasó con Max Gutiérrez, el director del coro de la iglesia de Tipitapa. Muestra al obispo Álvarez, que lo tienen más o menos bien, después de más de 40 días de mantenerlo aislado, comienzan a entregar los pasaportes a los familiares de los presos políticos, lo que antes les negaban. Todos esos hechos, son síntomas de retrocesos producto de su ceguera política. No logran encontrar como resolver la crisis política que se profundiza a medida que avanza el tiempo a esto hay que añadirle que a la gente que tienen a su alrededor, tienen mucho temor de decirles la verdad.

A Fondo: ¿En un escenario de elecciones adelantadas, como piensas que se desarrollaría?

ORV: Ortega no puede repetir el escenario de las elecciones del 2021, que metió presos a los potenciales candidatos, a los lideres políticos y de organizaciones sociales. El escenario que la oposición y la Comunidad Internacional, tienen que forzar, es el de 1990, es decir, transparencia, supervisión y que los partidos políticos tengan la capacidad de movilizarse, libertad de organización, de expresión, etc. En ese escenario, ellos pierden y ese es el problema principal que tienen. Están en la siguiente situación: SI SE CIERRAN PIERDEN Y SI SE ABREN TAMBIEN PIERDEN. Por eso es por lo que yo sigo afirmando que, a Ortega, el tiempo político ya se le acabó.

A Fondo: Muchos están planteando que, en ese escenario, se está preparando una nueva transición fallida, parecida a la de 1990, se estaría hablando de un nuevo Acuerdo de Transición encabezado por Humberto Ortega y lideres de la oposición ¿Contemplas eso vos?

ORV: Es una posibilidad, y contra eso hay que luchar desde ahora y para evitar eso, es que necesita el programa mínimo para que esas negociaciones se den no como ellos quieran, si no como nosotros queremos. El adelanto de las elecciones significa abrir el juego de la lucha política. No significa per se, favorable a la oposición o favorable para el orteguismo. Se abre el escenario para que los actores políticos de manera inteligente hagan todo lo que sea necesario para favorecer su proyecto.

A Fondo: ¿Ves gente en la oposición favorable a un Acuerdo de Transición parecido al de 1990, en el que una facción del sandinismo siguió cogobernando y la otra gobernando desde abajo?

ORV: Si, los hay, por eso te digo que el escenario de las elecciones abre, per se, la lucha política al interior de las corrientes que hay en la oposición y al interior de las tres corrientes que hay en el orteguismo. Ese escenario va a dirimir que corriente política, al interior del orteguismo, va prevalecer mayoritariamente y también dentro de la oposición. Es como tirar los dados a ver que resulta.

A Fondo: ¿Cómo ves la posición del Ejército en todo este escenario?

ORV: El ejercito tiene que tomar en cuenta los escenarios que hemos analizado, cuando se habla de las instituciones, va incluido el Ejército, entre la sociedad y las fuerzas armadas, hay vasos comunicantes que se expresan a través de las familias de los reclutas, cabos, tenientes, etc., que son parte de la sociedad. Las contradicciones sociales que se producen en la sociedad son transmitidas a los militares por sus familiares, esas contradicciones van a tener sus efectos de una u otra manera al interior de las Fuerzas Armadas, incluido el Ejército y la Policía. En el caso de la Policía y el Ejército, la gente entró pensando en hacer carrera policial y carrera militar, seguramente la cúpula militar esta mareada y maleada por las concesiones que les ha hecho Ortega, pero la oficiales con grados de capitán para abajo, creo que no, viven el día a día de lo que está pasando en la sociedad nicaragüense.

A Fondo: Es evidente que el pueblo nicaragüense quiere vivir en paz, pero no la “Pax Augusta” que ha recetado el régimen, la Política de Terrorismo de Estado. La gente clama Paz y Justicia. ¿Será esa paz a costa de la justicia, tomando en cuenta lo del informe del Grupo de Expertos de la ONU, GHREN?

ORV: Esa es parte de la lucha, que la solución política no pase por hacerle concesiones a los represores. Creo que no hay que partir de la consideración de que el régimen de Ortega está fuerte, eso sería un error que le permitiría a Ortega recibir más concesiones. Por todos los factores que se han señalado, el régimen está frágil, débil Si hace estas concesiones es por su debilidad no por su fortaleza. Hay una frase que repetía el cardenal Obando durante las negociaciones de Sapoa de 1989: “EL GOBIERNO TIENE QUE HACER MAS CONCESIONES QUE LA OPOSICION”, porque es el que está más debilitado y es el que podía hacer más concesiones, si la oposición hace concesiones, fortalece al gobierno.

La negociación tiene que partir de que la fortaleza está en el movimiento social y está en el proceso de implosión que ellos están viviendo. En la última encuesta de CID GALLUP, de octubre del 2022, solo el 15% se declaraba a favor de Ortega. En los cinco meses que han pasado, la situación del país se ha deteriorado más, la cantidad de gente que está migrando representa al 10% de la población, el empleo también se ha caído, las inversiones se han limitado, es decir, no hay como mejorar la situación de Nicaragua. Por eso te puse el ejemplo de cómo ha venido cayendo el crecimiento económico desde el 2021 al 2023. Para tener fortaleza en la oposición se necesita del programa mínimo, la fortaleza radica en entender bien a tu adversario y tener un programa que permita consolidar la unidad de todas las corrientes de oposición que existen en Nicaragua, liberales conservadores, sociedad civil, todos, el problema sería de que los liberales y los conservadores crean que lo mejor sería hacer el pacto con Ortega, hay que luchar dentro de la oposición por mostrarle a esas dos corrientes que hacer un nuevo pacto con Ortega no es la solución para la estabilidad social y política que necesita el país para superar los problemas que le aqueja.

A Fondo: Mucha gente habla de la necesidad de un cambio radical en Nicaragua, no producto de un proceso ¿Es posible eso en las actuales condiciones?

ORV: No lo veo posible ahorita, porque primero hay un atraso político extraordinario, los que están a favor de ese cambio radical, no tienen una propuesta concreta alternativa. La propuesta está incompleta si solo se plantea que hay que botar a Ortega, hace falta decir, como lo vamos a botar, que fuerzas van a converger para la caída de Ortega, y que fuerzas tienen la capacidad de gerenciar esa transición, de manera independiente. Como no hay una fuerza independiente en la oposición para gerenciar esa transición, es necesaria la unidad. Decir radicalmente que hay que eliminar todo, es no tomar en cuenta a los poderes facticos que influyen en la política nacional, liderazgo social, sindical, liderazgos religiosos, etc. No todos los poderes facticos están en la misma dirección. El trabajo que hay que hacer es la capacidad de mover a los poderes facticos.

A Fondo: ¿Cómo ves la posición del Gran Capital?

ORV: El Gran Capital tiene un temor muy grande, en uno de mis últimos escritos que publiqué antes de caer preso expresé que Ortega era como un gran elefante sostenido por las cuerdas del gran capital y de la iglesia, todavía hay cuerdas de la iglesia que sostienen a Ortega y todavía hay gente del gran capital que también sostienen a Ortega, ejemplo, los banqueros. La tasa de ganancia de los banqueros en Nicaragua es superior a la tasa de ganancia de todos los banqueros centroamericanos, incluyendo Panamá. Los banqueros de Nicaragua están bien y temen que cuando caiga ese elefante que es Ortega, caiga sobre ellos. Si esto continúa, es decir, el juego político cerrado, peligra que Estados Unidos, le dé fin a la continuidad al CAFTA, lo que sería el acabose para el gran capital. Hay que convencerlos mediante análisis serios de que el costo político para ellos es mayor si Ortega continúa en el poder, que el costo político que tendría una eventual caída de Ortega.

economista, sociólogo e historiador, es un veterano luchador de la resistencia antisomocista en Nicaragua. Participó en la revolución y luego en el gobierno sandinista, manteniendo después una posición de resuelta independencia crítica desde posiciones democráticas y socialistas. Autor de 36 libros, co-autor de otros 20 y de numerosos artículos, alguno de ellos publicados en Sin Permiso. Detenido y encarcelado, ha sido uno de los 222 presos exiliados y desprovistos de su nacionalidad recientemente por la Dictadura.

Fuente:

Boletín A Fondo, nº 52 y 53