Perú: Falleció Hugo Blanco que pasó de troskista y guerrillero a defensor de la autonomía comunitaria y los autogobiernos

Observador atento y activo de diversos procesos de autonomía indígena conoció de cerca la experiencia del Gobierno Zapatista en México.



Se nos fue el tayta mayor, pero su legado vive en el pueblo

Servindi, 25 de junio, 2023.- El domingo circuló en las redes solidarias una triste noticia. Falleció don Hugo Blanco Galdós. Un gran hombre de la política peruana que con su ejemplo de vida y su coherencia política deja un enorme legado de honestidad y consecuencia.  

Aún recordamos cuando la derecha bruta y achorada (DBA) buscaba la proyección de un documental sobre su gesta de vida. Entonces nuestro director Jorge Agurto escribió el artículo: ¿Por qué la DBA le teme tanto a Hugo Blanco?

En aquel artículo se realzaba que Hugo Blanco no solo era un referente de coherencia ética y política sino que más allá de las luchas campesinas valoró el mundo indígena y lo incorporó como base de sus convicciones.

Frente a la crisis civilizatoria del sistema capitalista Hugo Blanco coincidió con el movimiento indígena en proponer un nuevo paradigma de vida basado en la idea pluriversa del Buen Vivir.

En el centro de esta propuesta está el rescate, revaloración y reafirmación de la comunidad y lo comunitario, así como el ejercicio práctico de la solidaridad colectiva y horizontal.

Observador atento y activo de diversos procesos de autonomía indígena conoció de cerca la experiencia del Gobierno Zapatista en México y aquilató los siete principios siete principios del mandar obedeciendo.

Estos son: 1. Servir y no servirse. 2. Representar y no suplantar. 3. Construir y no destruir. 4. Obedecer y no mandar. 5. Proponer y no imponer. 6. Convencer y no vencer.  7. Bajar y no subir.

Pero algo que también se destaca en la postura de Hugo Blanco es su posición abierta y renovada en diálogo con la agenda social. No se anquilosó en una posición sectaria y dogmática.

Valoró siempre la comprensión de la realidad por encima de los arquetipos ideológicos y tuvo una actitud abierta para nutrirse de diversas fuentes y vertientes.

A pesar de su avanzada edad, hemos visto a don Hugo Blanco practicando una militancia solidaria, en numerosas marchas, acompañando a pie las luchas de resistencia social en defensa del agua, la tierra, el ambiente, la agroecología y la alimentación sana sin químicos.

Fue uno de las primeras personas del sector progresista en incorporar la agenda climática en su discurso político. Por esto no resulta extraño verlo al lado de Greta Thunberg.

Hugo Blanco participó de una lucha emancipadora de manera resuelta e íntegra, y cumplió el mandato comunal de la autodefensa armada para resistir y responder a la violencia de los hacendados, para quienes la vida de los siervos no valía nada.

Más allá de las controversias y avatares de su desempeño político Hugo Blanco ocupa un lugar en la historia al contribuir a un proceso revolucionario de reforma agraria que se anticipó e iba mucho más lejos de la reforma que impulsó el Gral. Velasco Alvarado.

La necesidad de reestructurar el régimen oligárquico y latifundista en el Perú era una necesidad imperiosa que el primer gobierno de Fernando Belaúnde Terry nunca llegó a ejecutar en serio a pesar de tener la oportunidad.

Lo que intentaba la DBA es seccionar y mutilar esa parte de la memoria histórica que recuerda situaciones de dominación oligárquica –que aún subsisten bajo nuevas formas– y las respuestas rebeldes y emancipadoras de los sectores oprimidos.

Fiel a sus convicciones pacifistas y democráticas Hugo Blanco fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente de 1980 con una altísima votación popular.

En las últimas décadas, desvinculado y ajeno a las jerarquías y estructuras partidarias, optó por acompañar a los movimientos sociales difundiendo sus voces y sentires a través de «Lucha Indígena», publicación que desde el ecosocialismo difunde las demandas del pueblo acordes a la realidad y a los nuevos tiempos.