Durante los años 1971 a 1973 en Valparaíso y Viña del Mar existieron dos expresiones del MIR de fuerte arraigo social en los cerros: Los trabajadores de la construcción de Playa Ancha y la Coordinadora de Campamentos de pobladores sin casa de Achupallas, con base en el emblemático Campamento Salvador Allende, desde donde bajaban 1.500 o más pobladores con las banderas rojinegras para caminar unas tres horas hacia Valparaíso donde llegaban acrecentados por la gente que bajaba de los cerros, mientras de Playa Ancha descendían otros tantos con sus cascos de trabajo y las banderas del MIR y del FTR.
A ello se vino a sumar el interior, con base en Quillota y el Consejo Comunal Campesino, así como varios sindicatos de esa región. Los cordones industriales de 15 norte y El Salto fueron otras muestras del crecimiento de la organización popular distante de las burocracias sindicales, expresión del nivel nacional que alcanzaba la construcción del poder popular y la preparación de las condiciones para revertir los retrocesos a que llevaban las negociaciones superestructurales de la izquierda oficial que intentaba detener el golpe invitando a los militares a incorporarse al gobierno de Allende. Varios otros centros de trabajo, estudio y cerros vivieron también la expansión de los colores rojo y negro que representaban la rebeldía y la autoorganización para avanzar desde abajo.
Hoy día nos acercamos a los 30 años de la muerte en combate de Miguel Enríquez, representante de una generación de jóvenes que desde la diversidad aunaron fuerzas para recuperar la tradición de lucha rebelde que venía desde los mapuche, las mancomunales y los anarquistas, así como de los guerrilleros de Manuel Rodríguez, otro joven asesinado por los militares de la época encabezados por el Capitán General Bernardo O´Higgins, representante de las oligarquías, como lo fue el Capitán General Pinochet, representante de las cinco familias más poderosas de Chile, que se enriqueció en su lucha contra el falso Plan Z que en verdad resultó el Plan X de acumulación monetaria en bancos estadounidenses.
Pero Miguel Enríquez no es un icono, gústele o no le guste a sus admiradores, sino que era uno más de miles de jóvenes rebeldes que en muchas partes se agrupaban para ocupar fábricas, tierras y construir la capacidad de hacer el socialismo cotidiano del Che. Aquí no están las condiciones para hacer un Frente Farabundo Martí, Zapatista, Sandinista o Aníbal Verón, detrás de nombres muy respetables, sino que la tarea es seguir el impulso de Miguel, de rescatar las experiencias de lucha de nuestros pueblos y continuar la batalla en las nuevas condiciones. Así la experiencia de los miristas y jóvenes rebeldes de ayer sólo tiene sentido fusionándose con las nuevas experiencias que vienen de los barrios, cerros y localidades, donde grupos culturales, autónomos, anarquistas, comunistas, rodriguistas, miristas, lautarinos, okupas, rebeldes y diversos practican sus propias modalidades de agrupamiento y resistencia.
La fusión de las experiencias anteriores con las nuevas implicará el surgimiento de otras modalidades de autoorganización, autonomía y autogestión en pos del autogobierno de localidades, modalidades imposibles de conocer o diseñar hoy día, pues caeríamos en la vieja política de vanguardia y de referente convocante, o sea, volveríamos a ser la izquierda de la izquierda.
Así nace en la Quinta Región la Iniciativa de la Caminata de la Memoria, en homenaje a Miguel Enríquez, los hermanos Miño, Abel Vilches, Agustín Pecho de Buque y tantos otros jóvenes rebeldes que pusieron sus vidas al servicio de los pueblos. La idea es reeditar la bajada de los cerros, desde Playa Ancha y desde Achupallas, con las banderas rojinegras y lienzos alusivos, con vehículos tocando bocina y tambores tocando sentimientos, con la cara al viento y la mirada orgullosa, diciéndole a las olas del mar y a la brisa de los cerros que aquí estamos algunos de los miristas de ayer que no hemos arriado el espíritu del combate junto a los jóvenes diversos de hoy, un símbolo, una alegoría, una representación, un acto de memoria, una catarsis de mañana, una alegría por las luchas actuales y futuras, donde cada uno desde su trinchera, su trabajo social, sus escritos, sus labores académicas, su quehacer cotidiano, hace un alto en el camino para andar, una parada para no detenerse, un gesto de homenaje y de reivindicación de una historia de luchas, para luego regresar llenos de oxígeno y renovadas fuerzas a continuar y acrecentar su trabajo de hormiga junto a otros, nuevas caras, nuevos sentimientos que se abrazan con el calor que nunca se ha apagado, que no lograron apagar ni la prisión, ni la tortura, ni los asesinatos, ni la persecución, el exilio, la miseria, el soplonaje.
¿Cómo surgió la idea? Nadie lo sabe. Ha sido Fuenteovejuna, señor.
Diversos miristas en distintos lugares empezaron a amasar la idea con cariño, y hoy son decenas que están preparando los detalles para hacerlo. Uno le dice al otro, el otro aporta nuevas ideas, y así se ha ido tejiendo como una colcha de retazos, valga la analogía.
Se han sumado a otras iniciativas, la Asamblea de los 30 años de Miguel, el Centro Cultural Playa Ancha, el Movimiento por la Asamblea del Pueblo y otros grupos y personas para constituir en la diversidad el Comité 30 Años de Miguel – Valparaíso. Otras iniciativas y actividades serán realizadas en la Quinta Región por grupos y personas que no integran este Comité y son igual de valederas, ya que no es posible imaginar una especie de referente único o centralista de reconocimiento y homenajes a Miguel, lo que sería delicado y oportunista.
Se realizó una reunión con el Pituto, y se le hizo ver que esta Iniciativa de la Caminata no está por un simple saludo a la bandera, y menos por sumarse a las corrientes frentepopulistas o reformistas que recorren el continente tratando de apagar las llamas de la rebeldía, que no está por partidos u orgánicas, sino por la potenciación del movimiento popular desde abajo y desde la diversidad.
Somos apenas unas hormiguitas, pero sabemos que somos hormigas rojas, de las que pican, o mejor, hormigas rojinegras, y que muchas otras hormigas hacen lo suyo en otros lugares sin jefes ni comandantes. Estamos dispuestos a caminar a la luz del sol, no a la sombra de los conciliábulos entre gallos y medianoche, pues como no hay camino hay que hacerlo andando mirándonos a las caras y con los pies en el barro, no en la academia ni la discusión.
Súmese usted también a la iniciativa de la Caminata. Los que van a bajar de Achupallas pueden ayudar a hacer lienzos o anotarse para otras tareas de apoyo con Neco en el restorante Valparaíso Mi Amor (Valparaíso Encanto), y los que van a bajar de Playa Ancha pueden acercarse a Mario, en el restorante Valparaíso Eterno, o también a Chago en el Centro Cultural Playa Ancha, o con quien quieran. Venga de otras ciudades también. Traiga su cocaví, su mochila y su capucha si quiere. La fecha es el 3 de octubre y será avisado con anticipación el lugar del encuentro de ambas columnas y las actividades a realizar allí. Mande sus sugerencias. Comuníquese con el mail caminatamiguel@yahoo.com.ar
Circule este e-mail. Si nos manda copia seguimos tejiendo red Fuenteovejuna
Ya está confirmada la participación de una comitiva de compañeros bolivianos con la wiphala. Esperamos que asistan también compas de otros países. Contamos con alojamiento y alimentación, además de una programación de intercambios y actividades con grupos sociales y colectivos autónomos.
También se exigirá la salida de los presos políticos.
Profesor J