Valdivia, Chile. 02 de febrero de 2005. (Ecoceanos News)— Diversos representantes de comunidades Mapuche del sur de Chile afirmaron que tal como se oponen al modelo forestal que implementan los grandes empresarios chilenos, también se opondrán a que el grupo Angellini instale el ducto de desagüe industrial de su planta de celulosa de Valdivia en el sector costero.
Coincidiendo con los pescadores artesanales, las comunidades indígenas afirmaron que “junto con la población de Mehuín y algunas organizaciones lo impedimos una vez y lo volveremos a impedir”, refiriéndose a la propuesta de los empresarios forestales por instalar sus cañerías industriales en la costa valdiviana.
Los empresarios de Celulosa Valdiva afirmaron hace una semana que no descartaron instalar en la costa valdiviana el ducto de descarga de aguas usadas por la factoría, lo cual les significaría una inversión de 45 millones dólares.
A esto se suman las declaraciones vertidas por este grupo empresarial esta semana en el diario El Sur de Concepción en que comenzaron a publicitar que en su proceso de fabricación de celulosa en la Región del Bio-Bio la soda cáustica y sulfuro de sodio, usados “son recuperados y reutilizados cíclicamente en el proceso, es decir, no son eliminados”.
El proceso que lleva a cabo la Celulosa Arauco en su planta de Horcones –dice el diario- usa un “moderno sistema de tratamiento de aguas, que permite que el emisario submarino arroje los residuos del proceso, en su mayoría la lignina que no pudo ser reciclada ni disuelta en su totalidad, y que estos residuos en ningún caso son tóxicos ni nocivos para la salud ni el medio ambiente”.
Ante esto, Sebastián Martín, presidente de la mesa de salud de los pueblos indígenas de San José de la Mariquina afirmó a Ecoceanos News que “dañaron la agricultura y ahora quieren dañar el mar. Eso no lo vamos a permitir”.
Martín señaló esto aludiendo a que la factoría de celulosa no sólo a contaminado el Río Cruces y ocasionado la muerte de aves y mamíferos que habitan este ecosistema fluvial, sino que sus gases y lluvia ácida ha afectado a las personas, a los animales de las granjas familiares y a la agricultura de la zona.
“La celulosa está a orillas del río con la neblina de la mañana se produce una lluvia ácida que afecta a las hortalizas y las cerezas por ejemplo, productos que ahora son cada vez menos valorados por los compradores en los mercados de Valdivia u otros lugares”, acuso Sebastián Martín.
Agregó que “defenderemos el territorio y ahora también el mar. Nuestra lucha es social y cultural más que económica y existe un nexo con los sindicatos de pescadores que quedó desde la primera ocasión en que intentaron instalar el ducto en Mehuín y nuestra propuesta como comunidades Mapuche es que se cierre la planta pues no ha traído ningún beneficio a la comuna ni a las comunidades de la zona”, puntualizó el dirigente.
Por su parte el Consejo de Todas las Tierras, agrupación que reúne a diferentes comunidades de las regiones Araucanía y de Los Lagos afirmó en que en toda la discusión referente a la factoría de celulosa existe “ausencia de argumentos con respecto al daño ambiental y cultural que producen las actividades de la empresa”.
Por tanto, “las comunidades mapuche solicitamos al Gobierno y específicamente a los mecanismos institucionales existentes sobre la materia que se realicen evaluaciones de impactos medio ambientales, culturales y sociales con la plena y efectiva participación de todos actores sociales interesados y en particular de las comunidades mapuche afectadas por el proyecto”, afirmaron en una carta que enviaron a la Comisión Regional del Medio Ambiente.
Consultado respecto a la posibilidad que las cañerías de desagüe sean instaladas en el sector costero, José Naín, del Consejo de Todas las Tierras afirmó a Ecoceanos News que “eso va a significar un proceso de contaminación hacia el mar y allí donde se pretende llegar con ese ducto hay una serie de comunidades mapuches de la zona de Mehuín que viven de los productos del mar. Entonces no se está resolviendo el tema de fondo”
“Creemos que lo más correcto sería que Celulosa Arauco siga trabajando pero que no permita la contaminación de estos ecosistemas. Si hay tecnología de punta que permita esa situación sería la única alternativa, pero no se puede estar cambiando el mar por un río o por un lago, unas comunidades más unas comunidades menos”.
En tanto el representante de la Asociación de Comunidades Mapuche de San José de la Mariquina, Camilo Tripailaf, afirmo tajante que “vamos a rechazar que el ducto se instale en la costa, tal como lo rechazamos en 1996-1997 cuando intentaron instalarlo en Mehuín”.
“Estamos preparados para dar la lucha contra el ducto y hay contactos con pescadores de toda la costa de Valdivia y con comunidades mapuche de la Novena y Décima Regiones. No es posible que instalen este ducto en la costa, pues allí mucha gente trabaja en la extracción de mariscos y algas y por eso nos opondremos con fuerza”, afirmó el dirigente.
Republicado por la Comisión Pueblos Originarios del Colectivo Santiago Indymedia desde Ecoceanos