el movimiento politico en san marcos desde la intervancion
Desde la intervención de la universidad, el 25 de mayo de 1995, la Comisión Reorganizadora, con el anuncio y la promesa de un proceso de modernización, anuló la representación estudiantil. Ya no existe el Tercio Estudiantil que fue desactivado de la Asamblea Universitaria, sólo existen los centros federados. Lo que se ha esparcido por la universidad es el gas sarín de la minusvalía académica. Si bien es cierto que ahora se puede estudiar en mejores condiciones, la universidad no es sólo jardinería, pintura de brocha gorda, computadoras; también sería aconsejable algo de investigación, de rigor académico, total los perjudicados serán los alumnos, porque su calificación profesional será menor que la de los egresados de otras universidades, una cada vez más grande desventaja en la competencia laboral. «Los profesores que no han querido bailar al ritmo de la intervención han tenido que salir y ves cómo la mediocridad se expresa a nivel del gobierno de la universidad. Por ejemplo, el decano de Sociales, Víctor Medina, no es un investigador. Los directores de escuela, los secretarios académicos tampoco son investigadores. La mediocridad se está adueñando de la universidad, la está destrozando», sostiene Céspedes del Colectivo Amauta.
Discutir y pronunciarse sobre política -por medio de periódicos murales, pizarras, volantes- constituye un peligro en sí mismo, «en San Marcos hay una lucha subterránea, un poder oculto. Sólo están permitidas las agrupaciones inofensivas para las autoridades. Mientras no protesten, no hay problema, son parte del paisaje de la universidad, sólo para decir que existe libertad de expresión», dicen unos estudiantes de Letras que prefieren no identificarse. La Comisión Reorganizadora ha traído consigo una buena cantidad de seguridad privada cuyo trabajo consiste en tomar nota de las actividades de los estudiantes, impedir la muestra de periódicos murales y pizarras. Además de la existencia de soplones enquistados en los salones o grabando desde los techos de las facultades cualquier protesta, cualquier reunión estudiantil. Sin embargo, el presidente de la Comisión Reorganizadora, Manuel Paredes Manrique, se jacta que de un total de 24 000 alumnos, el 98% están satisfechos y reconocen la labor de la Comisión.
Durante los últimos cinco años fueron comunes los súbitos apagones en toda la Ciudad Universitaria o a veces sólo por facultades; tenían por finalidad impedir la realización de reuniones de estudiantes con el conocimiento de las autoridades. Además, las amenazas de expulsiones -veladas o efectivas- son contundentes maneras de disuadir a alguien de protestar. Cuando el Centro Federado de Derecho quiso pronunciarse contra la candidatura ilegal de Fujimori, el decano, José Antonio Silva Vallejo, mandó incautar las pizarras donde se expresaban los alumnos, no lo logró, pero sí rebautizó graciosamente a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, por «Ciencias Jurídicas». Acaso un efusivo lector de Mafalda, el decano cree que la política es una de las tantas malas palabras que se escriben con P. La consigna es clara: haz todo lo que quieras menos criticar al gobierno.
En este clima enrarecido, existen al menos cinco grupos reconocibles en San Marcos:
1) JUVENTUD POPULAR: Se forma en 1995, pero tiene presencia en San Marcos desde 1998. Organiza a los estudiantes en sus bases a través de talleres, charlas de información sobre política, modelo económico, etc. «Somos un movimiento que se caracteriza por ser antineoliberal y antidictatorial. No somos un partido, ni buscamos lanzarnos a las elecciones. Nosotros no tenemos todavía una definición ideológica» (Christian Velásquez, miembro de JP) Este movimiento se extiende a provincias (Cajamarca, Cusco, Huancayo).
Pinta predilecta en las calles: «Insurgencia J.P.». Vínculos con Patria Roja.
2) COLECTIVO AMAUTA: Formado en 1997, fue estimulado por la movida estudiantil de mayo y junio de ese año. No es un movimiento que reivindica sólo cuestiones generacionales: «lo que queremos es desarrollar un nuevo discurso de izquierda, porque nos definimos como socialistas». Rescatan a Marx, Lenin, Gramsci, Mariátegui, Marcuse, Proudhon, Bakunin. No tienen jefes. Proponen «el poder desde abajo, fomentar la democracia radical, el autogobierno, la autogestión en la universidad». Aceptan lo lúdico como un aspecto de la política, para ellos la política no está exenta de alegría.
3) CRAJ (Comité de Reagrupamiento Amplio y Acción Juvenil): Formado en 1999. Se origina en la Facultad de Educación. Integrado por grupos de izquierda: «trotskistas, marxistas, socialistas, democráticos, inclusive cristianos», según su fundador, un ex-ferista anónimo. Su objetivo a corto plazo: reconstruir los alicaídos gremios. En el futuro es posible que formen un partido.
4) INTEGRACIÓN ESTUDIANTIL: formado en 1999, está integrado básicamente por gente de Derecho. Nace como grupo independiente pero proveniente de antiguas estructuras partidarias. Tendencia de izquierda. Consideran lo político tan importante como lo académico: «toda teoría académica tiene un esbozo político». Relaciones con el Colectivo Amauta, diferencias políticas con el FER y roces con Juventud Popular. Participan de la Liga de Jóvenes Socialistas y Progresistas, cuyo fin es reunir a diversas agrupaciones de izquierda.
5) Con tendencia maoista, el FER antifascista (Frente Estudiantil Revolucionario): el FER se crea en 1940 como Frente Estudiantil Reformista. Lo de Revolucionario lo adoptan en 1959 cuando se parte en dos facciones, una izquierdista y otra aprista. En 1972 se vuelve a dividir en siete grupos: uno de ellos el FER-antifascista, porque calificaban al gobierno militar de Velasco de fascista.
Lema: «luchar por la universidad nacional, científica y democrática». Alrededor de 11 militantes organizados en la Base de Ciencias y la Base de Educación. La «necesidad histórica para el movimiento estudiantil y la revolución, de que el FER-SM se siga constituyendo en un organización revolucionaria» (Boletín FER-Base Ciencias, julio de 1999).
Sus miembros tienen que asumir el programa mínimo del FER, apostar por una libertad de opinión y expresión sin restricciones y presentar una alternativa de gobierno para la universidad. Para ser un ferista se transita por las condiciones de: Amigo>Simpatizante>Militante.
Actualmente se ha formado un Comité de Reconstrucción de la FUSM (Federación Universitaria de San Marcos) integrado por 13 gremios representantes por facultad.
Hay que añadir que en Derecho -según Eduardo Guillén, Secretario General del Centro Federado de Derecho- en las últimas elecciones de esa facultad se notó la participación del Apra como organización, el MNI-Patria Roja (Movimiento Nacional de Izquierda) y aunque la militancia es menor, aún permanecen.