Manifiesto de la Nación Indígena Originaria contra la pretendida autonomía burguesa de Santa Cruz

17.Feb.05    Análisis y Noticias

Tomado de Indymedia Bolivia.

Comunicado de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia - CSUTCB

MANIFIESTO DE LA NACIÓN INDÍGENA ORIGINARIA

Y DEL GOBIERNO PROVISORIO INDÍGENA AUTÓNOMO

Las Naciones Indígenas Originarias de nuestro ancestral territorio del Qullasuyu conformado por la Naciones Aymaras Quechuas y Guaraníes, con reverente fraternidad queremos fundamentar nuestro sentimiento y pensamiento filosófico con las siguientes consideraciones y hacer un llamado vehemente a movilizarnos y constituir nuestro propio gobierno Indígena Autónomo:

Los Estados y las Repúblicas que no reconocen ni respetan a las naciones originarias corren el riesgo de no ser reconocidos ni respetados por ellas. Como defendió la causa indígena el Inca TITO YUPANQUI ante la Corte de Cádiz en 1812 “UN PUEBLO QUE OPRIME A OTRO PUEBLO NO PUEDE SER LIBRE”.

La Falsa Nación Camba dirigida por una minoría extranjera de euroasiáticos, árabes, judíos croatas, italianos, rusos, etc. no nos representan ni nos representarán jamás a la verdadera nación originaria, mas al contrario, buscan sólo consolidar el neocolonialismo, neoracismo, capitalista e imperialista extranjero en el seno de nuestro propio territorio ancestral.

Cronológicamente e históricamente las Naciones Indígenas venimos haciendo nuestra vida política, desde tiempos inmemoriales. De ahí que nosotros entendemos por Nación “UNA COMUNIDAD LIBRE DE PUEBLOS CON CARACTERÍSTICAS COMUNES; ASENTADOS EN UN TERRITORIO, IDIOMA, RELIGIÓN, HISTORIA, LEYES, FILOSOFIA, TERRITORIO, HABITOS Y COSTUMBRES PROPIAS. Por lo que de acuerdo a nuestra definición nos caracterizamos sin duda como Naciones con todo los elementos que constituyen nuestro modo de ser, sin desconocer que cada nación indígena tiene su propia alma colectiva que lo diferencia del egoísmo e individualismo de los demás.

En el QuIlasuyu ancestral nuestros pueblos eran libres, no morían de hambre como hoy ni les faltaba con qué cobijarse, cada nación tenía su idioma, sus hábitos y costumbres propios, pero una cultura de vida en común que permitió la construcción del gran Estado Confederado del Tawantinsuyu, con un sistema político, jurídico, económico, social y religioso, anterior a la invasión española.

Con la invasión colonial de España, los cuatro suyos del Tawantinsuyu fueron reducidos a sobreposición de enclaves geográficos como los Virreinatos, con lo que los españoles destruyeron el ayllu y la continuidad territorial de suyus. Al mismo tiempo, los españoles sedientos y hambrientos del oro y la plata diezmaron a mayor escala la población civil de los ayllus. Los españoles han impuesto el trabajo forzoso en las minas de Potosí y Huancavelica en condiciones de esclavitud. Estas riquezas ni siquiera beneficiaron al estado colonial y menos al mundo indígena, sino que sirvieron a las potencias y reinos de Europa. Por todo esto se desencadena una guerra de Nación y Cultura que tiene una continuidad histórica desde la colonia hasta nuestros días. Veamos cómo:

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Durante los primeros tiempos de la colonia, la REBELIÓN DE MANCO INKA inició el proceso de restauración del gobierno Inka desde Willkapampa que fue territorio libre y autónomo por muchas décadas de contínua conducción de nuestros héroes TITU CUSI YUPANQUI, SAYRI TUPAC, TUPAC AMARU 1, JUAN SANTOS y ATAWALLPA. Este proceso de lucha por la reconstitución dura hasta finales del siglo XVII.

En 1780 #8209; 1781, nuestros líderes TUPAK KATARI Y BARTOLINA SISA en el Alto Perú y TUPAC AMARUN Y MICAELA BASTIDAS en el bajo Perú comandaron la guerra comunitaria de Ayllus por la Reconstitución del Tawantinsuyu, que en realidad era una lucha de dos naciones, obviamente fue una guerra justa e injusta, la nación indígena y la nación española. El primero hizo sitio cercando la ciudad de La Paz con más de 80.000 combatientes y al mismo tiempo desconociendo todas las autoridades coloniales, entre corregidores, curas, gobernadores y otros, quienes por entonces habían chupado la sangre indígena y cometido las peores atrocidades.

El Estado boliviano no es el producto y culminación de la reconstitución del Qullasuyu, tampoco es el anhelo de las Naciones Indígenas, si no es la remodelación del sistema colonial, una maquinaria trituradora contra la lógica de poder de las Naciones Indígenas, es la legalización del saqueo de los recursos naturales para el imperialismo británico.

El Estado en la década de 1880 nos obligó a pagar más tributos para reconocer lo que el rey de España nos había reconocido, nuestros derechos de propiedad de la tierra, previo pago en oro y plata.

Sin embargo, los despojos de tierras continuaban. Por eso en 1899, la oligarquía minera del estaño levantó la bandera del federalismo frente al unitarismo centralista de la oligarquía de la Plata del Sur. En esa época bélica de guerra de razas, nosotros nos hemos visto obligados a aliarnos al General José Manuel Pando, en la esperanza de lograr y culminar nuestros objetivos político históricos, de tal manera que nuestro apoyo fue político y militar, con lo que lograron el triunfo los federalistas.

A pesar de nuestro aporte en sangre, sufrimiento y luto, nuestro líder Zárate Willca fue traicionado y posteriormente vilmente asesinado, acusándolo calumniosamente de las consecuencias de una guerra de razas que ellos mismos habían provocado. Esta traición no se borrará jamás de nuestra memoria colectiva. Pero esa traición no solamente fue a la Nación INDÍGENA ORIGINARIA, sino también a la causa y a la ideología federalista que al menos en teoría brindaba la posibilidad de dirigir, gobernar y administrar sin interferencias despóticas de un centralismo colonialista. Así quedó demostrado que los intereses mezquinos de unos cuantos apátridas que manejan y manipulan el Estado y sus Gobiernos anteponen su estúpida codicia sin importarles, el pasado el presente ni el futuro de los pueblos que claman y reclaman buen gobierno. Esa élite traidora y cobarde no vacila en generar guerras y derramar sangre ajena a tiempo de que se llena la boca con himnos de paz y de unión.

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Es lo que pasa ahora, nos pretenden hacer creer en una supuesta autonomía de la nación camba cuando no son más que intereses disfrazados de la misma estirpe colonial vinculada a la burguesía extranjera de euroasiáticos.

¿Cómo podemos creer, después de haber experimentado traiciones consecutivas de los Karay cambas cuando ellos proclamaban, pregonaban, anhelaban hasta el cansancio por la unidad del país, con su Bolivia unitaria, progresista y pacifista?

La verdadera Nación Indígena Originaria se levantó en las provincias de La Paz en el año 2000, por su autonomía. Se declaró territorio libre y originario donde la whipala multicolor y multisigno flameó aires de libertad.

Nosotros no reconocemos ninguna autonomía disfrazada porque carecen de elementos constitutivos de nación, no tienen territorio propio, tienen costumbres extranjeras desconocidas, no hay una lengua camba ni siquiera un modismo, han usurpado nuestro territorio. En otras palabras son nuestros inquilinos, hablan de autonomía sólo para apropiarse de los recursos naturales y de los hidrocarburos que nos da la Pachamama.

Inclusive hay que aclararles que etimológicamente CAMBA proviene del término portugués CAMBALACHE lo cual significa el INTERCAMBIO 0 PERMUTA DE UN OBJETO POR OTRO OBJETO. Ahora bien, los extranjeros neogamonales, es decir el verdadero camba, era un esclavizador que cambiaba indios por tierras por eso que los indígenas salvajes los denominaron k’arayanas, CAMBA, quiere decir, entonces, USURPADOR. Lo que en la actualidad significa que los extranjeros croatas, judios árabes, sólo buscan usurpar nuestros recursos naturales renovables y no renovables. Ahora lo que pretenden es CAMBIAR el estado boliviano por un estado CAMBA karayanas al mejor servicio de las empresas multinacionales proimperialistas.

Por tanto la Nación Indígena de Aymaras Quechuas y Guaraníes nunca reconoceremos a la pretendida y supuesta Nación CAMBA.

La nación camba es una ficción porque no cumple con las condiciones y elementos de nación y lo único verdadero es la Nación Indígena Originaria por lo que en el contexto actual se plantea el tema jurídico – político que aparentemente excluye o pretende excluir el derecho que tienen todos los pueblos a deliberar, analizar y discutir sobre su propio destino.

Estos derechos están reconocidos por el Derecho Internacional actual y aún la vieja Europa sigue ejerciendo ese derecho procurándose nueva constitución. El Estado Boliviano ha tenido que aceptar y adoptar e incorporar en su legislación los derechos de los pueblos indígenas pero de manera restrictiva. Ahora Bolivia no puede borrar con el codo lo que ha escrito con la mano en la Constitución y las leyes al haberse adherido a pactos internacionales sobre derechos civiles, políticos y sobre derechos económicos, sociales y culturales, que reconocen la Libre Determinación como un Derecho humano Fundamental que poseen todos los pueblos.

Consecuentemente, con las consideraciones de lo anteriormente expuesto la NACIÓN INDÍGENA ORIGINARIA en el ejercicio de sus derechos político#8209;históricos hace un llamado al espíritu de unidad para constituir nuestra propia asamblea reconstituyente de los pueblos y naciones indígenas del Qullasuyu para conformar nuestro propio gobierno autónomo con todos los poderes del Estado Qollasuyano.