Después de años de retraso, el plan mundial para frenar el calentamiento global entró en vigor ayer, festejado por sus partidarios como un salvavidas para el planeta pero rechazado por EEUU y Australia, que lo consideran ‘casi inútil’ y una limitación a la economía.
El Protocolo de Kioto entró formalmente en vigor. Grupos ecologistas lo celebraron con protestas ante embajadas y consulados estadounidenses, desfiles callejeros en Japón, y esculpiendo esculturas de hielo de canguros en Australia que se derritieron.
Pero algunas naciones desarrolladas dicen que el pacto es injusto porque excluye a importantes países en vías de desarrollo como la India, China y Brasil, cuyas crecientes economías abarcan a más de un tercio de la humanidad.
El secretario de la comisión brasileña sobre Cambio Mundial del Clima, José Miguez, afirmó ayer que “Brasil (que en el pacto carece de metas para reducir emisiones contaminantes, al igual que otros países del sur) es un emisor pero no agrava el efecto invernadero”.
“El cambio climático es un problema mundial que requiere de una respuesta coordinada”, dijo el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en unas declaraciones grabadas que se difundieron durante la ceremonia en Kioto (Japón), donde se firmó el pacto en 1997.
Partidarios del pacto suscrito por 141 naciones dicen que es un primer paso para desacelerar el calentamiento global, imponiendo límites obligatorios a las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero en 35 naciones desarrolladas, que basan sus economías en la quema de combustibles fósiles en plantas de generación de energía, fábricas y automóviles.
Expertos en clima temen que los previstos aumentos de temperatura puedan afectar la agricultura, elevar los niveles del mar y causar más desastres climáticos, como huracanes y sequías, propagar enfermedades y eliminar miles de especies de plantas y animales para 2100.
EEUU se retiró del tratado en el 2001, tras argumentar que Kioto es demasiado costoso, está basado en estudios científicos no fiables, y que injustamente excluye a grandes naciones en desarrollo como las ya citadas en Asia y Sudamérica.
Partidarios del pacto hicieron veladas críticas a Washington.
“141 países no permiten que este proceso sea bloqueado por el poder unilateral de un país”, dijo el ministro de Medio Ambiente alemán, Juergen Trittin, al exponer planes para recortes aún mayores después de 2012.
“China e India son economías importantes. Pero no están renegando del Protocolo, no se suponía que participarán de él”, dijo la ministra de Medio Ambiente de Gran Bretaña, Margaret Beckett.
Bajo Kioto, las naciones desarrolladas tendrán que reducir emisiones de gases nocivos en un 5,2% por debajo de los niveles de 1990 hasta 2012. La próxima conferencia de la ONU sobre el clima tendrá lugar el 28 de noviembre en la ciudad canadiense de Montreal. Allí se analizarán las medidas a adoptar para frenar los cambios en el clima después de 2012.
En medio de controversias entra en vigencia el Protocolo de Kioto que aspira a frenar el calentamiento global
18.Feb.05 Análisis y Noticias