Reseña de una visita a Chiapas a las Juntas de Buen Gobierno zapatistas

23.Abr.05    Análisis y Noticias

Por Fernanda Navarro*
Publicado por La Jornada de Michoacán

A fines de febrero pasado, integrantes del
grupo ‘Paz con Democracia’ (y la que esto escribe del FZLN), nos
dirigimos a Chiapas para visitar los Caracoles zapatistas y conocer
el funcionamiento de las Juntas de Buen Gobierno (JBG), a lo largo
del primer año y medio de su constitución, en agosto de 2003.

Eramos 12 y decidimos dividirnos para abarcar más territorio y
experiencias pues sólo contábamos con una semana. Pero antes de
compartir la curiosidad y el asombro con el lector veamos ¿Qué son
las Juntas de Buen Gobierno? pues no se trata de una iniciativa
aislada sino del resultado de 11 años de construcción de autonomía y
de todo un proyecto alternativo de organización socio-política. Por
un lado, las JBG representan 1) el paso del ámbito militar al civil.
Es decir, son gobernadas por campesinos e indígenas de las bases de
apoyo del EZLN, todos civiles. 2) son la aplicación, en la práctica,
de los Acuerdos de San Andrés que no fueron cumplidos, aunque sí
firmados, por el gobierno mexicano, en 1996. 3) marcan la
culminación de la construcción de la Autonomía, punto central de su
lucha; la autonomía aplicada a sus formas de gobierno y de
organización social: a su sistema educativo y al de salud, mismos que
han tomado por su cuenta desarrollándolos de acuerdo a sus propias
necesidades y fines.

Visitamos las JBG de la Garrucha (que abarca 4
municipios) y su Caracol “Resistencia hacia un nuevo amanecer”; del
ejido Morelia y su Caracol “Torbellino de nuestras palabras”(con 7
municipios) y de Oventic con igual número de municipios y su Caracol
“Resistencia y Rebeldía por la Humanidad”.

A las 3 JBG les presentamos un cuestionario para entablar la plática
y así averiguamos que están compuestas por 2 representantes de cada
Municipio, con participación de mujeres. Nos sorprendió la
composición: muchos jóvenes, de 20 años en adelante y también, claro,
gente madura. Les preguntamos cómo eligen a sus miembros. Respuesta:
el pueblo los elige, en Asamblea, de entre los miembros del Consejo
Municipal por un período 3 años. “Nosotros no hacemos campañas,
dijeron, mandamos según el pueblo nos dice, según sus necesidades, y
así aprendemos con los otros a coordinarnos”.

Acerca de la rotación y el tiempo de permanencia de cada JBG,
sabiendo ya que el cargo dura 3 años, aprendimos que sus miembros van
rotando cada 8 días, de modo que vuelven a repetir el cargo varias
veces. Cada miembro viaja de su municipio al Caracol, donde
permanecen día y noche durante una semana y luego se regresan a sus
casas a seguir trabajando la tierra y atendiendo las labores
domésticas y de familia. No reciben ningún salario. Es una
responsabilidad, no un privilegio.

A algunos de nosotros nos asaltó una duda al ver la
presencia de 4 mujeres entre los 14 miembros de la Junta: lo cual
implica ausentarse de sus casas durante 8 días cada X tiempo, cosa
inédita por esos lares! Entonces les preguntamos si los esposos no se
enojaban, explicaron que no porque era decisión de la comunidad y por
el bien del pueblo, no por capricho ni deseo personal. Coincidimos en
el grupo que este hecho tendrá sin dudas enormes repercusiones en la
vida cotidiana y las actitudes de las comunidades zapatistas. De la
misma manera que la práctica de la rotatividad, revocabilidad y
rendición de cuentas en las JBG y el hecho de que gradualmente todos
y todas pasarán por la experiencia de gobernar y ser gobernados.
Esto, sencillamente, tendrá como consecuencia nada menos que la
eliminación de la clase gobernante!

La siguiente pregunta versó sobre la Justicia. ¿cómo la
ejercern? Respuesta: primero se investiga, se ‘razona’ caso por caso,
y luego se ve cómo se paga la culpa. Generalmente es a base de
trabajo comunitario.

“No tenemos cárceles” afirmaron. Cuando se trata de un delito más
grave de todos modos se respeta “el derecho de cada persona a ser
tratada con justicia, también la persona acusada”. Le conceden mucha
importancia a que el acusado reflexione, ‘razone’ él mismo sobre su
delito o error, y por otro lado, recalan los efectos negativos del
‘encierro’: “les va matando la fuerza física y la mental, los va
acabando”. Añadieron que no tienen una ley escrita, se manejan en
base a los usos y costumbres y a “Acuerdos”. En Oventic afirmaron que
piensan hacer leyes escritas en un futuro próximo. Presionando más,
les preguntamos qué hacen en casos graves, de homicidio por ej.
Dijeron que en algunos casos, turnan el caso a la justicia ‘oficial’.
Por mi parte, yo recuerdo, en otro viaje anterior, una respuesta que
viene de una vieja costumbre indígena: en vez de castigar con el
encierro al culpable de asesinato, se le hace responsable de mantener
a la familia del muerto por toda la vida, para evitar que “queden 2
familias huérfanas, la de la viuda y la de la esposa del asesino.”
Sin comentario! pero obliga a una reflexión ética.

También escuchamos que en las zonas donde se han asentado los
militares ha proliferado el alcoholismo y la prostitución, sobretodo
en las comunidades mixtas (de zapatistas y gobiernistas), ya que en
las zapatistas desde hace años se pasó la prohibición del alcohol, en
Asamblea (con la presencia mayoritaria de mujeres) y desde entonces
ha bajado el índice de homicidios.

La tercera pregunta fue en torno a los Proyectos
Productivos. Respuesta: todo trabajo es colectivo. Hay problemas en
cuanto a la calidad de las tierras. Hay lugares, como Oventic, donde
está muy deteriorada y no rinde por tanto fertilizante que han usado,
“ya no la medimos por hectáreas sino por metros” comentaron. Han
tenido que buscar otras actividades como prepararse para la
exportación del café (ya exportan a Italia y EEUU.), de miel, la
manufactura de botas, cooperativas de bordados de las mujeres,
hortalizas, etc. pero tienen aún mucho camino por recorrer. Lo mismo
pasa en los otros Caracoles, aunque tienen mejores tierras para el
cultivo.

Mencionaron también el Plan Puebla Panamá (PPP) y tienen
claro que “no es en beneficio del pueblo. No vamos a permitir que los
gobiernos pongan presas hidroeléctricas ni proyectos ‘ecoturísticos’.
Luchamos para que no nos destruyan como zapatistas y como indígenas,
a través del ejército y los paramilitares. En el norte, en Tila,
están muy agresivos, con la complicidad del PRI y el PRD. Por eso
estamos en resistencia”. No dependemos de nadie, no aceptamos nada
del mal gobierno. Añadieron que “el gobierno ha intentado dividirnos,
debilitar nuestra unidad, ofreciéndonos PROCEDE, PROCAMPO y otras
Oportunidades. Pedimos respeto y nosotros respetamos a los demás.

Ya pasó el tiempo de pedir, de exigir, ahora es tiempo de
organizarnos y de ejercer nuestros derechos y la autonomía!” Contra
el Plan Puebla Panamá ya el EZLN elaboró en Plan Realidad-Tijuana:
REALITI. Por ello dicen, el PPP por Chiapas no pasará”.

En cuanto a los programas autónomos de Educación y Salud
podemos decir que siguen adelante, con dificultades desde luego.
Desde hace más de cuatro años despidieron a los maestros de la SEP,
graduados en ausentismo y racismo y siguieron con la tarea los
promotores de educación, jóvenes capacitados desde antes y
responsables de hacer un programa de estudios autónomo, obedeciendo a
sus propios intereses y realidades. Retoman algunas materias del
programa oficial, tales como lectografía, español y matemáticas pero
en el curso de Historia, por ejemplo, parte de lo particular, su
propia historia hasta llegar a la historia universal, luego
introducen una modificación: la presencia de los ancianos que
intervienen en algunos módulos para transmitirles sus leyendas,
costumbres, tradiciones, etc.

En las Ciencias Naturales, señalan su relación y respeto a la
naturaleza, su sentirse parte de ella, la Madre Tierra, que ‘ni se
destruye ni se vende’.

Los maestros o promotores tampoco reciben un sueldo. A cambio, los
compañeros de su comunidad le trabajan su parcela. Como el dinero
circula poco por estas tierras, ellos ven la manera de arreglárselas
sin el que signo de pesos los domine.

Lo mismo pasa en el rubro de Salud. Hacen compatible la
medicina tradicional, la herbolaria y la alopatía. No han faltado
“Médicos sin Fronteras” del extranjero que han visitado Chiapas y han
colaborado, enseñando a promotores locales y aprendiendo también. En
esta última visita, pudimos conocer la clínica de Oventic que es la
más avanzada, donde se hace ya incluso cirugía (con médicos que van
de San Cristóbal). Las demás son más rudimentarias y siempre faltan
medicamentos. Pero en todas nos sorprendió la dimensión ética cuando
la JBG nos explicó que dicha clínica era para todos los indígenas,
zapatistas o no zapatistas, incluyendo a los gobiernistas.

La última pregunta fue ¿cómo podríamos apoyarlos? “De
varias maneras: cooperando con los programas educativos (con
cuadernos y lápices) y de salud (con medicamentos para enfermedades
intestinales y de los bronquios), checando la caducidad)…y, desde
luego, llevando nuestra palabra por todos los vientos!”

Ante esta experiencia poco usual, ante este nueva forma
de actuar,algunos comentamos: ¿qué episodio de nuestra historia es
éste… cómo llamarlo, cómo calificarlo: guerrilla, rebelión,
revolución, contrapoder? Ninguna palabra nos convencía. Ya desde el
inicio, llamó la atención su decisión de callar las armas para dar
lugar a la palabra, para que hablaran las ideas, a los 12 días de
haber disparado el fusil, la sangre y el fuego. Lo que sí convenimos
es que no fue un simple estallido de pólvora y violencia para atacar
y destruir. En estos 11 años han probado estar construyendo y
edificando un nuevo tipo de sociedad a micro escala.

Podríamos seguir de viaje pero el papel y el tiempo tocan
a su fin. Esperamos cuando menos haber transmitido una experiencia
gratificante, en medio de la desolación neoliberal, que es la de un
pueblo que ha mostrado una singular voluntad y decisión de no
dejarse burlar por las promesas incumplidas del poder y que se
compromete, con su palabra y acción, a aplicar sus derechos,
plasmados en los Acuerdos de San Andrés, en los hechos a través de
sus Juntas de Buen Gobierno, esa especie de laboratorios de
esperanza.

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* Fernanda Navarro es integrante del Comité Civil de Diálogo “Utopía”
del FZLN en el estado mexicano de Michoacán.