Comienzan nuevas movilizaciones las organizaciones sociales bolivianas

04.May.05    Análisis y Noticias

CAMPESINOS ANUNCIAN MOVILIZACIONES A PARTIR DEL 15 DE MAYO

Amenazan con una toma no simbólica del Congreso

La Paz | Agencias.- La paciencia del pueblo boliviano se acaba, manifestó el secretario ejecutivo de la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, Edgar Patana, ayer, a tiempo de advertir con la toma del Palacio Legislativo si aprueba una ley en contra de los intereses nacionales.

“El Congreso fue advertido. Si sigue aprobando esa ley en contra de lo que el pueblo quiere, claramente decimos: la siguiente toma será del Congreso. No será una toma simbólica, si no decisiva de aquellos congresistas que están traicionando al pueblo. Exigir el cierre del Parlamento es una decisión del ampliado y nosotros como dirigentes sólo lo haremos cumplir”, aseguró.

Por su parte, los campesinos aglutinados a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) y la Federación de Campesinos de La Paz Tupac Katari, que también marcharon ayer hasta la sede de Gobierno, exigieron la “nacionalización de los hidrocarburos”.

“Ésta es una marcha de protesta contra los Senadores y diputados que están vendidos a las transnacionales. Están elaborando una ley a la medida de las transnacionales. Nosotros queremos la nacionalización de los hidrocarburos y su industrialización, por eso han muertos decenas de personas en El Alto”, aseguró el dirigente Felipe Quispe Huanca.

Agregó que también exigen al Poder Ejecutivo el cumplimiento de los puntos referidos al pliego de peticiones que hasta el momento no pudo ser concretado por la administración Mesa. “Hemos mandado seis cartas y el Gobierno no quiere negociar con nosotros”, aseguró tras indicar que las movilizaciones comenzarán desde el próximo 15 de mayo.

Por su parte, Gualberto Choque, en representación de campesinos paceños, manifestó que no están dispuestos a aceptar las medidas del Ejecutivo y del Congreso. “La medida de bloqueo de caminos se ha lanzado estamos en estado de emergencia y apronte. El pueblo está movilizado, el pueblo están en guerra contra los burgueses”.

ADVIERTEN AL GOBIERNO
Alteños cercan Sensata y exigen nacionalización
La Paz | La Prensa y El Alteño.- Los trabajadores de El Alto, liderados por la Central Obrera Regional (COR), ensayaron ayer la toma de la planta de hidrocarburos de Senkata y con ello demostraron que tienen capacidad de presión en procura de lo que plantean sus dirigentes: “nacionalización del petróleo sin indemnización”.

La organización sindical advirtió de que la próxima movilización cercará la plaza Murillo y exigirá el cierre del Congreso Nacional.

Una cantidad de personas, organizadas en 32 sindicatos, marcharon por ocho kilómetros desde la Ceja de El Alto hasta la planta de almacenamiento de gas natural de Senkata. Allí realizaron la toma simbólica y pacífica de la planta, y pintaron puertas y paredes con las siglas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Gremiales, mineros, estudiantes, petroleros, comerciantes, trabajadores del agro, chalequeros, carpinteros, artesanos, maestros, incluso los dueños de vehículos “chutos” y otros protagonizaron la manifestación que pedía la nacionalización de los hidrocarburos y reivindicaba el Día del Trabajo.

Durante las cuatro horas que duró la marcha se escucharon estribillos contra el Gobierno del presidente Carlos Mesa, el Parlamento y las transnacionales petroleras.

De la misma forma, los dirigentes de la COR recordaron el rechazo al Tratado de Libre Comercio (TLC) y al acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), por considerar que ambos atentan contra los intereses nacionales.

A lo largo de la marcha, cinco agentes del PAC escoltaron a los trabajadores y ya a pocos metros de la planta de Senkata la Policía desplegó a sus efectivos, mientras que el Regimiento Ingavi IV de Caballería permanecía en apronte en el interior de esas instalaciones.

A pesar de que en determinado momento los trabajadores pedían el repliegue de los policías para “tomar pacíficamente la planta”, la institución insistía en quedarse y con la advertencia de que no permitiría la invasión de ninguna persona a la planta. Al final no hubo violencia.