Encuentro de comunidades de páramos y bosques altoandinos

11.Jul.05    Análisis y Noticias

Boletin Especial - Julio 07 de 2005
V Conferencia Nacional de Páramos y Bosques de Niebla

Como todos saben, entre los días 13 al 15 en Inzá Cauca se llevará a cabo la V Conferencia Nacional de Páramos. Por esta razón estamos enviando la Declaración de la IV Conferencia realizada en Málaga Santander en 1.999 para que tengamos los antecedentes de la conferencia anterior y lleguemos a Inzá con este importante insumo.

DECLARACION IV CONFERENCIA LATINOAMERICANA DE PARAMOS Y BOSQUES ALTOANDINOS

Hemos concluido esta IV CONFERENCIA LATINOAMERICANA DE PARAMOS Y BOSQUES ALTOANDINOS. Hicimos un acto de paz en la provincia de García Rovira, la cual está bajo la amenaza de la guerra. Queremos dejar testimonio de que sus habitantes son hombres y mujeres, niños, niñas y jóvenes deseosos de paz.

Hemos evidenciado el abandono y el tratamiento displicente de las autoridades políticas y ambientales nacionales y regionales frente a las preocupaciones de los rovirenses por su medio ambiente y la sostenibilidad de sus formas de vida. Es una historia que los pueblos conocen de antaño, acá como en Ecuador, Venezuela y Costa Rica.

En Colombia vemos pueblos excluidos y marginados, que sólo son atendidos en sus demandas cuando tienen que mostrar su fuerza movilizaciones que hoy llevan a cabo campesinos e indígenas de los Páramos del Macizo Colombiano, que no pudieron llegar acá, retumban como constancia de la negligencia y soberbia con la que los que sustentan el poder miran las actuaciones de la población.

Hemos hablado de mariposas, de reptiles, de lagunas encantadas, de ríos sagrados, de tierras madres. Hemos viajado por cumbres y descendido por raudas corrientes; hemos hablado de dantas y osos de anteojos, hemos oído de historias de duendes y mohanes que protegen las fuentes de agua y del espíritu de los animales y de los espíritus de los bosques. Hemos hablado del Iraza, del Chimborazo, de las montañas de Mérida, del nevado del Cocuy y del Páramo del Almorzadero.

Hemos visto que no se invierte casi nada en el manejo y conservación de los ecosistemas altoandinos, y que en nada se les ha compensado a sus habitantes su tarea como protectores de los recursos hídricos. Tendencia ésta que nos proponemos revertir.

Hemos hablado de las leyes inobjetables, de leyes necesarias y de las leyes inútiles. De instituciones necesarias y de instituciones inútiles. Los ejemplos buenos han venido de normas sobre reservas y protección de ecosistemas en Costa Rica y quizá, los ejemplos más sombríos, han provenido de nuestro propio país. La ley de Páramos ha dormido en los escritorios del Ministerio del Medio Ambiente por más de un lustro.

Hemos hablado de mariposas, de reptiles, de lagunas encantadas, de ríos sagrados, de tierras madres. Hemos viajado por cumbres y descendido por raudas corrientes; hemos hablado de dantas y de osos de anteojos, hemos oído de historias de duendes y mohanes que protegen las fuentes de agua y del espíritu de los animales y de los espíritus de los bosques. Hemos hablado del Irazú, del Chimborazo, de las montañas de Mérida, del nevado del Cocuy y del Páramo de Almorzadero.

Hemos oído a aquellos que habitan estos ondulados y agrestes paisajes denunciar a aquellos que en su afán y ambición los destruyen depredando espacios de vida. Hemos oído de las víctimas cómo los proyectos de infraestructura en los Páramos y en los bosques son para el servicio de pocos y para los votos de los politiqueros y cómo los llamados “necro-proyectos”, las grandes represas, transvases y canalizaciones les cercenan las posibilidades de vivir pronto en una sociedad verdaderamente sustentable.

Hemos oído el clamor de los indígenas que no quieren verse sometidos al “genoxydio” de los intereses petroleros. Y hemos visto que han sido protectores del agua, de los Páramos y de la tierra. Hemos aprendido de aquellos que han resuelto ser responsables con la vida y con el futuro.

Ha sido evidente la falta de políticas estatales de largo y mediano plazo y el papel mezquino de gobernantes efímeros que tratan al bien público como un asunto de sus bolsillos privados. Hemos visto que su incoherencia crece en la medida en que crecen sus ambiciones y su falta de mesura y ponderación para la toma de definiciones. Su falibilidad es mayor en la medida que ignoran los intereses y las necesidades esenciales de los moradores de los Páramos y las comunidades en general.

Se han visto frente a frente el proyecto de vida de las mayorías y el proyecto de muerte de las minorías. Los valores de un nuevo proyecto civilizado y la pérdida de valores que esta sociedad neoliberalizada padece.

Hemos visto a los científicos intentado hablar para la gente común y corriente, y la gente común y corriente intentando que la academia les entienda. Hemos reconocido las limitaciones explicativas y las incertidumbres de las ciencias, así como la falta de certeza de la técnica para el manejo de los riesgos que crea. Hemos sabido y evidenciado cómo muchas veces las soluciones son peores que los males. La revolución verde ha sido el ejemplo más recurrente. Entre más alimentos se producen más cerca crece el hambre. Entre más agroquímicos se producen más intoxicación y muerte se genera. Entre más se adentra la ciencia al manejo de los genes, mayor es el peligro para la vida.

Hemos visto que la crisis ambiental, que las crisis ecológicas de nuestros Páramos, tanto en Colombia como en Venezuela y Ecuador, que la crisis ecológica del agua, no son productos naturales sino fruto de las maneras como se han dado las relaciones históricas en nuestras sociedades, caracterizadas ellas por la inequidad económica y ecológica. Es claro que las causas de estos desequilibrios se hallan en el hecho de que unos poseen el monopolio de la economía y los ecosistemas, mientras otros habitan en lugares ecológicamente inhóspitos y muy vulnerables. Sin embargo, no son estos habitantes de los Páramos y bosques los que verdaderamente amenazan la riqueza de la biodiversidad, sino fundamentalmente las formas de producción y las relaciones sociales orientadas a la acumulación y al engrosamiento de los bancos y al engorde de los banqueros. Esta es la verdadera causa del empobrecimiento de los ecosistemas y de la economía. La pobreza y la destrucción ecológica son proporcionales al enriquecimiento y a la destrucción provocada por los poderosos.

Hemos encontrado científicos, intelectuales y profesionales que quieren investigar con y para la gente, que recorren los caminos de las altas montañas para aliarse con sus habitantes. Hemos encontrado campesinos que por primera vez entraron, no sin temor y asombro, al recinto universitario de la Provincia y probaron que ellos son también seres sabios. Hemos oído llamar doctor a un campesino y hemos oído al doctor hablar a favor de los campesinos. Vinimos a las aulas para decir que el tema de los Páramos ya no es propiedad de la academia. Aprendimos que en la cultura popular hay saberes milenarios donde se albergan las semillas de nuestro verdadero futuro.

Hemos hablado de la participación, de la engañosa y de la verdadera participación, de la participación que es cooptada para los intereses de las minorías y de la participación con verdadero sentido comunitario, de la participación lúdica y con sentido de pertenencia, de la participación que le sirve a los politiqueros y de la participación para una democracia radical.

Hemos hablado de los planes de ordenamiento territorial y de la manera como los sectores privados han camuflado sus intereses y orientado muchos de esos planes para su propio beneficio. Planes que no en pocos casos ignoran las dinámicas de los ecosistemas y sólo ven los límites que una errada división geográfica les traza. Pero también hemos hablado del ordenamiento territorial para una verdadera justicia social y ecológica.

Hemos propuesto potenciar una RED de INFORMACION Internacional y Nacional sobre Páramos y Bosques de Niebla. Es necesario que crezcan las redes de conservación y las fuerzas de transformación social en el planeta. Es necesario que se den alianzas entre organizaciones institucionales verdaderamente comprometidas con el manejo y el cuidado del bien público, con las comunidades locales y con las organizaciones ambientales. Es necesario que se creen verdaderas alianzas entre las organizaciones ambientalistas y ecologistas nacional e internacionalmente.

Es necesario que se canalicen recursos para fortalecer la gestión ambiental desde los espacios locales.

La IV CONFERENCIA LATINOAMERICANA DE PÁRAMOS Y BOSQUES ALTOANDINOS Y CONFERENCIA INTERNACIONAL, reunida en la ciudad de Málaga, departamento de Santander, contó con la participación de delegados de organizaciones ecuatorianas, venezolanas y costarricenses e investigadores europeos de Holanda, Inglaterra y España, que trabajan en los ecosistemas andinos y con cuatrocientos delegados nacionales entre miembros de las corporaciones autónomas regionales, del Ministerio del Medio Ambiente, de las universidades, de las alcaldías municipales de varios municipios del país, delegaciones de los Páramos, organizaciones provenientes de los más distantes y recónditos lugares del país, declara:

1. Proponerse hacer de la provincia de García Rovira un “Territorio de Paz para la Vida”, fundamentado en la seguridad alimentaria, la seguridad cultural social y en mejores gobiernos.
2. Nuestra disposición a la unidad de los ambientalistas y los pobladores por la defensa de nuestros bienes ambientales. Como son los Páramos y los bosques altoandinos.
3. Buscar el diálogo entre culturas para la construcción de sociedades sostenibles, en el ámbito de un cambio civilizatorio.
4. Reconocer y exigir el cobro de la deuda ecológica que tienen los países del Norte con nuestros pueblos.
5. Respaldar y apoyar la lucha del pueblo U’wa en su resistencia contra el “genoxydio” petrolero.
6. Respaldar la lucha de los habitantes de los Páramos del Macizo Colombiano por una vida digna.
7. Respaldar y Apoyar la lucha por la defensa de los PÁRAMOS de García Rovira y Provincia de Soto y las denuncias contra la construcción del macroproyecto de nuevos abastecimientos de agua para Bucaramanga.
8. Rechazar los megaproyectos y formas de intervención destructivas que se agencias contra estos importantes ecosistemas altoandinos.
9. Rechazar los monocultivos, incluida la amapola, que convierten estos ecosistemas en escenarios de muerte, y propiciar procesos agroecológicos para la seguridad alimentaria.
10. Promover la construcción de mecanismos organizativos internacionales y nacionales en defensa de los PÁRAMOS y bosques altoandinos.
11. Fomentar la investigación, el conocimiento y los saberes sobre el manejo y conservación de los ecosistemas de Páramo y bosques altoandinos.
12. Fomentar la participación de los habitantes en la definición de políticas, conservación y manejo de estos ecosistemas.
13. Promover la construcción de políticas y programas de largo plazo para la protección y gestión de los Páramos y bosques altoandinos.
14. Promover la definición de leyes y normas para la defensa de estos importantes bienes públicos – para lo cual quienes hicieron la propuesta se construirán en comisión para llevarla a cabo-.
15. Monitorear y auditar las inversiones y proyectos que tienen que ver con los PÁRAMOS y bosques altoandinos en Colombia.
16. Solicitar a los fondos y organizaciones de cooperación internacional apoyar las iniciativas de las organizaciones sociales gestoras de la conservación de los Páramos y bosques altoandinos.
17. Llevar las conclusiones a las mesas de negociación y diálogo y enviarlas al Alto Comisionado para la Paz.
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Recuerden que en aspectos logísticos cada persona debe llevar colchoneta, cobija, implementos de aseo, así como plato y cuchara, ya que el alojamiento será en escuelas y se harán ollas comunitarias. No olviden cancelar su inscripcion por un valor de $30.000 que incluye la alimentación durante los 3 días en Bancolombia, cuenta de ahorros No. 1570-334863-4 y enviarla al fax en Bogotá 2442465.