Huaoranis: “No queremos plata, queremos la selva”. “Si el gobierno no entiende nuestra petición, le declararemos la guerra”.

13.Jul.05    Análisis y Noticias

Julio 13, 2005

Quito.-
Los huaorani marcharon en defensa de la selva. Dabo tenía los brazos y los pies cansados. El anciano huaorani caminó por tres días y tres noches en la selva, desde su casa en el río Curaray para tomar un bus hacia Quito.

Y en la ciudad siguió caminando, enfundado en un calentador amarillo, desde el norte hacia el parque del Arbolito y luego al Congreso, en una marcha en la que los huaorani dejaron por sentado que no quieren más explotación petrolera en su territorio.

Dabo, siempre risueño, recordó que en su juventud viajó varias veces a Quito auspiciado por las empresas petroleras y los misioneros. Incluso, llegó a los Estados Unidos, para un intercambio cultural. “He vivido muchos años…, ya estoy viejo”, relata Dabo, quien en dos ocasiones trabajó construyendo caminos para la petrolera Texaco.

Ahora la situación es distinta. Dabo quiere que las petroleras desaparezcan de su tierra. “La selva es la madre donde vivo, es el corazón donde yo pienso, respiro”, dijo, en lengua huaorani.

Al Congreso
La marcha de 150 indígenas avanzó hacia el Congreso. Los cantos de las mujeres se confundían con el ruido de los buses en la avenida Diez de Agosto. Carlota Toca, joven de la comunidad de Toñampari, en Pastaza, acompañó las plegarias de las ancianas y tradujo al español lo que decían: “no queremos que las petroleras nos engañen, nosotros hemos nacido en esa tierra”.

Después de tres horas de espera, con un sol canicular, el Congreso recibió a la delegación huaorani. Gilberto Nenquino, de 26 años, dio el mensaje en el pleno, ante la indiferencia de los diputados.

El principal anuncio fue que los huaorani rechazan un acuerdo para que la Petrobras opere en el Parque Nacional Yasuní. “No queremos más explotación petrolera. No queremos desaparecer. Pedimos respeto a nuestros derechos”. La intervención fue breve.

Dabo se alistó para continuar hacia el Palacio de Carondelet con la certeza de que su pueblo ya no quiere el dinero de las petroleras. “La compañía da plata, pero ya no queremos plata. Queremos la selva”, aseguró.

PETROLERAS
Los huaorani han estado continuamente asediados por las compañías petroleras. Desde la década del setenta, cerca de 19 empresas han operado en su territorio.

DEPENDENCIA
Los huaorani rechazaron la relación de dependencia que mantienen con las petroleras. A raíz del ingreso de las multinacionales los indígenas se alejaron de sus formas de subsistencia ancestrales.

CONGRESO
En el Congreso los huaorani solicitaron una auditoría a todos los contratos con las petroleras que operan en la Amazonia. Los indígenas piden que la Petrobras suspenda las operaciones en el Bloque 31, ubicado dentro del Parque Nacional Yasuní.

RESGUARDO
Cerca de 150 policías custodiaban el Palacio de Gobierno la tarde de ayer, cuando llegó la marcha indígena a la Plaza Grande.

Los dirigentes de la Organización de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonia Ecuatoriana (Onhae) piden que el presidente, Alfredo Palacio, reforme los artículos de declaratoria de Patrimonio natural del parque Yasuní.

Con el cambio que se haga en los artículos, los huaorani asumirán la administración directa del parque, cuyo protectorado, según ellos, ha sido violado por el Gobierno Nacional.

Armando Boya, ex presidente de la Onhae, dijo que desde hace cinco años se explota madera y petróleo en la zona intangible y se han devastado cerca de 600 hectáreas de bosques húmedos primarios; además, se han contaminado lagunas del parque y nadie hace nada, sostuvo.

“Si el Gobierno no entiende nuestra petición, le declararemos la guerra. Todas nuestras comunidades se levantarán con sus lanzas y no permitiremos que las petroleras sigan en la zona”, indicó Boya.

Ehueguime Enqueri, vicepresidente de la Onhae, dijo que el Gobierno ha permitido el ingreso de nuevas compañías petroleras y la entrada de madereros colombianos.

El dirigente, junto a ecologistas, sobrevoló la denominada zona prohibida la semana pasada y observaron la tala de bosques.