Reformismo uruguayo se lanza contra los piquetes y escraches que han convulsionado el país desde abajo

14.Jul.05    Análisis y Noticias

Nota de Clajadep:
Los principales dirigentes del PIT CNT son militantes activos del reformismo, como Juan Castillo, del PC, uno de los principales voceros de la superestructura intersindical y que ha sido candidato a las elecciones locales. Como en el gobierno de Allende, desde los puestos de la izquierda en el poder se ataca la lucha social.

Comunicado del PIT-CNT que fija posición respecto a los piquetes y a los escraches

Emitido en la noche del 12 de julio de 2005.

“A la opinión pública

El Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT ante la reiteración de hechos políticos, de las últimas horas, con un claro sentido provocador, tendientes a desestabilizar un proceso que recién inicia, ha entendido pertinente declarar públicamente:

El Plan de Emergencia implantado por el Gobierno Uruguayo a través del Ministerio de Desarrollo (Social), es muy caro al Movimiento Sindical, que lo reclama desde el año 2000 y muy especialmente lo remarcó en el año 2002, en función de la situación de emergencia que sufren cientos de miles de uruguayos.

Consideramos que el ritmo con que se ha llevado a cabo el pago del Ingreso Ciudadano no es suficiente de acuerdo al estado de angustia que tiene nuestra gente.

No obstante lo manifestado en el párrafo anterior, en el Plan de Emergencia existen otros Planes que están en proceso vinculados a intentar paliar la situación de emergencia planteada: apoyo alimentario, ingreso ciudadano, emergencia sanitaria, trabajo sanitario, atención a personas en situación de calle, mejoramiento de asentamientos, apoyo a las escuelas, liceos, etc.

Las críticas a la puesta en marcha del Plan de Emergencia, las hemos hecho en diversos ámbitos, siempre con la misma intención política, que el Plan funcionara de la mejor manera, para que llegue lo antes posible a las familias que así lo necesitan.

Nuestras críticas nunca buscarán como objetivo generar estados de ánimo adversos, o lo que comúnmente se dice “dar manija”, para que la desesperación encuentre caldo de cultivo y se haga carne en los compatriotas más golpeados por 30 años de gobiernos de espalda a la gente. Así lo hicimos en el año 2002 en el momento más crítico de la historia de nuestro país.

Con temas de esta envergadura no se juega.

Nosotros no seremos responsables de aniquilar la esperanza de cambio que encamine a nuestra Patria en el sendero del desarrollo productivo y el bienestar social. Es más, no seremos tan hipócritas de juzgar a un gobierno por el que lucharon generaciones de trabajadores y trabajadoras y que, a tan sólo cuatro meses de gestión, ya ha hecho mucho más que los que gobernaron los últimos 30 años.

No hay duda que el reclamo de los vecinos de los diferentes barrios es de estricta justicia, en cuanto al ritmo de acceder al beneficio. En ese sentido consideramos que es trascendente acelerar el proceso sin que esto signifique no hacer los estrictos controles para verificar que los beneficiarios estén bien habilitados.

Pero los métodos utilizados y promocionados, hasta el momento, por las distintas organizaciones convocantes, están reñidos con la historia de lucha y de solidaridad de nuestro Movimiento Sindical, que sigue trabajando sin descanso para organizar al conjunto de los trabajadores y las trabajadoras, estén ocupados o no.

Las prácticas desarrolladas estos últimos días, tales como los piquetes o escraches no están en sintonía con nuestra concepción de la lucha en el marco de libertades democráticas.

Por ejemplo, nuestro Movimiento Obrero tiene una larga y rica historia en lucha por Verdad y Justicia.

La denuncia del terrorismo de estado y sus cultores es una lucha permanente y no de un día.

Algunos dicen que Juan Carlos Blanco, Bordaberry y los criminales que aún siguen impunes merecen escraches. Nosotros consideramos que deben estar presos y por eso seguirá luchando el PIT-CNT.

Para el Movimiento Sindical sigue siendo una prioridad la aplicación de políticas activas de empleo como única forma de resolver la Emergencia y la Construcción de un País Productivo que posibilite en el futuro no hablar más de Emergencia Social de los uruguayos y las uruguayas. En esa dirección, miles de trabajadores nos movilizamos el 30 de junio y dimos nuestro mensaje a la sociedad.

En la otra vereda unas 150 personas dan mensajes confusos. Flaco favor se le hace a nuestros compatriotas más necesitados con estas actitudes, más bien el favor se le hace a la derecha uruguaya que se regocija con estas acciones.

Por lo tanto entendemos que no es de recibo la convocatoria a movilizaciones por parte de organizaciones que no integran el PIT-CNT y no representan a nadie.

Lo que se está haciendo bien, recibirá nuestro apoyo. Lo que aún no ha encontrado los canales adecuados, pondremos nuestras ideas para intentar mejorarlo, siempre desde el marco de nuestra independencia.

Por último, los trabajadores y trabajadoras organizadas en nuestro PIT-CNT, renovamos nuestro compromiso histórico con el sistema democrático y sus instituciones, y estaremos en la primer línea de pelea ante cualquier intento de desestabilización. Asimismo renovamos nuestro compromiso con los más desposeídos buscando cristalizar el pensamiento del Padre de la Patria de “que los más infelices sean los más privilegiados”.

En esa lucha nos encontrarán.

SECRETARIADO EJECUTIVO DEL PIT-CNT
Montevideo, 12 de julio de 2005.”