Concluye reagrupamiento de núcleos zapatistas en Montes Azules. Junta de Buen Gobierno informa sobre el uso de los dineros

20.Jul.05    Análisis y Noticias

Miércoles 20 de julio de 2005

Reubican una decena de comunidades en Nuevo Limar, Agua María y Nuevo San Isidro

Concluye el reagrupamiento de los núcleos zapatistas en Montes Azules
La junta de buen gobierno da a conocer el uso que se dio a ayuda de la sociedad civil

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO. LA JORNADA

La Realidad, Chis. 19 de julio. Concluyó el reagrupamiento de comunidades zapatistas en el sur de Montes Azules, tanto dentro como fuera de la denominada reserva de la biosfera. El proceso terminó el 18 de junio (un día antes de que el EZLN se declarara en alerta roja), pero hasta ahora es dado a conocer. Durante el periodo de emergencia, la junta de buen gobierno (JBG) cambió su funcionamiento, dejó el caracol Madre de los caracoles del mar de nuestros sueños y suspendió su palabra y su presencia pública.

La junta da a conocer finalmente “qué se apoyó y en qué se gastó el dinero” recibido de la sociedad civil en los meses recientes, luego de que la comandancia rebelde anunció el reagrupamiento de estos poblados y llamó a la sociedad civil a respaldar económicamente el proceso, iniciado el 25 de octubre de 2004, que implicó reubicar una decena de poblaciones en sólo tres: Nuevo Limar, Agua María y Nuevo San Isidro.

“Hasta ahora se han gastado 327 mil 738 pesos. Se apoyó vivienda, escuelas, casas de salud, la mudanza de los compañeros y de sus pertenencias”, revela uno de los tres miembros de la JBG Hacia la esperanza, que reciben a La Jornada en el caracol. Tiene frente a él una relación abigarrada y precisa del empleo del dinero. “Se planeó de manera que se tuviera para todas las necesidades según demandaban los compañeros.

“Queremos agradecer a la sociedad civil que nos haya apoyado mucho más de lo que esperábamos”, agrega. “Hubo donaciones nacionales e internacionales, unas depositadas en el banco, pero muchas entregadas directamente aquí y hasta en otros caracoles, de donde los compañeros nos lo hicieron llegar. De organizaciones solidarias y de personas individuales”.

En total, la JBG de la selva fronteriza recibió 810 mil 673 pesos y 50 centavos para este fin, detalla el informe, que enseguida desglosa los usos del Chómpiras, un camión de diez toneladas, y de otros vehículos del gobierno autónomo, así como de carros rentados a particulares, lanchas para cruzar el río Lacantún, combustible, etcétera. “O sea, que en fletes de todo se gastaron 59 mil 522 pesos. En lámina, madera, clavos y la construcción de viviendas, 108 mil 906 pesos”, especifican los indígenas.

No se olvide que estamos en “pobrelandia”, en el traspatio del país soñado del gobierno foxista. El reverso de la moneda. Con estas cantidades se construyeron casas, letrinas y cocinas para 228 personas en tres poblados. Hubieron de trasladarse desde las profundidades de Montes Azules hacia las cañadas de la selva; en el caso de Nuevo Limar, para concentrarse en una comunidad dentro de los mismos Montes Azules.

El transporte de material de construcción, alimentos y material escolar y médico se siguió desarrollando hasta el 18 de julio. “Considerando que los compañeros no han podido levantar su primera cosecha, estamos claros que necesitan el apoyo. En frijol, maíz, aceite, jabón, sal y otras cosas se han gastado 64 mil 497 pesos. Tuvimos además la aportación de alimentos, directamente por parte de la organización de Ofelia Medina.”

En las gradas del caracol, frente a la oficina de la JBG, se reúnen grupos de cuatro o cinco indígenas procedentes de diferentes regiones, que vienen a encontrarse con la junta. En las oficinas de los cuatro concejos autónomos se ve movimiento. La alerta roja dio paso a una etapa de redoblada actividad.

También es momento del corte de caja del movimiento de pobladores en resistencia en Montes Azules, en mejores condiciones de existencia y seguridad, acogidos en nuevos poblados de los municipios autónomos San Pedro de Michoacán y Libertad de los Pueblos Mayas.

“En pizarrones, material de la escuela, útiles y medicinas para las casas de salud hubo un gasto de 78 mil pesos. Para que pudieran empezar. Los compañeros dicen que se sienten bien. En Agua María y Nuevo Limar tienen suficientes promotores de salud y educación, que se han preparado en la clínica de San José del Río y aquí en el caracol de La Realidad. Tenemos otras soluciones para las necesidades de los compañeros. Ahora vamos a ver qué más falta, especialmente en Nuevo San Isidro.”

Gastos adicionales se destinaron a pasajes y visitas de los enviados de la junta, 2 mil 800 pesos. En alimentación y ayudas a los que apoyaron a los compañeros en los traslados de su poblado, 8 mil pesos.

Con todo esto, la JBG informa que aún quedan sin gastar casi 483 mil pesos. “Estamos en condiciones de seguir enfrentando las necesidades de esos compañeros, que pronto serán otra vez de alimentación.

“Sentimos la obligación de que la sociedad civil conozca cómo se han usado sus apoyos para las comunidades de Montes Azules.”

Es inevitable comparar inversiones oficiales de 3 o 5 millones en puertos artesanales o remodelación de parques, y cantidades aún mayores en instalaciones ecoturísticas y otras formas de invasión de los territorios y sus riquezas.

La economía autónoma no se distrae de sus necesidades, gasta sin intermediciones, comisiones de diálogo ni “asesorías” oficialistas que salen más onerosas que los proyectos mismos. Pone en evidencia, por constraste, la economía de las burbujas neoliberales y los cañonazos de miles y millones de pesos que generan contrainsurgencia, corrupción y emigración, mientras los servicios de salud y educación gubernamentales sufren abandono y van en picada.

Se avecina una nueva danza de millones con las campañas electorales federales y estatales, el clientelismo desatado de un PRI que cree seguro su regreso al gobierno de Chiapas y una sostenida guerra de baja intensidad cuyos costos se desconocen, pero que evidentemente son elevados.