Marcos, ayer en San Rafael FOTO Marco Peláez
Zapatistas en reunión con organizaciones de izquierda, foto de anteayer.
Lunes 8 de agosto de 2005
Afirma que se puede avanzar pese a divergencias
Marcos: el perfil de la otra campaña saldrá de la gente
Cualquier palabra contra la explotación la queremos escuchar
ELIO HENRIQUEZ Y HERMANN BELLINGHAUSEN / Y II CORRESPONSAL Y ENVIADO LA JORNADA
San Rafael, Chiapas, 7 de agosto. La Sexta Declaración de la Selva Lacandona es clara, expresó ayer el subcomandante Marcos ante las organizaciones asistentes al primer encuentro preparatorio de la otra campaña. “Cuando el EZLN salga, no va a decir que la riqueza se forma porque una abejita va a una florecita y lleva su polen a otra. La riqueza tiene un origen de explotación”. Así, “cualquier palabra que esté inscrita en un movimiento anticapitalista o contra la explotación la queremos escuchar”.
Desechó la idea de que “hay que rescatar a la burguesía nacional”. Insistió: “Queremos oír qué piensa la gente de sus problemas y cómo los está resolviendo. Ustedes conocen sus luchas porque están ahí”.
El jefe militar zapatista aclaró: “Veríamos natural que llegáramos a hablar con los campesinos de una región, y los hermanos de una organización dijeran a otra ‘entren con nosotros’. Por nuestra parte, no vamos a decir a nadie ‘entra con el EZLN’. El trabajo de la otra campaña no significa promover el crecimiento de una organización, pero veríamos natural que ustedes lo hicieran.
“El EZLN seguirá promoviendo la aparición de nuevos sujetos sociales, nuevas formas de organización y nuevos mundos. No vamos a ofrecer una estructura, pero veríamos natural que las opciones políticas de la otra campaña se le ofrezcan a la gente.
“No vamos a promover que la gente entre a organizaciones políticas, pero tampoco que no lo haga. No es nuestro problema. Queremos unir nuestra lucha con las de ustedes, pensionados y jubilados de IMSS, los de Chalco y San Salvador Atenco, los estudiantes de la UNAM, los movimientos culturales o por los derechos humanos.”
Marcos subrayó que en la otra campaña “ni siquiera vamos a jugar con la posibilidad de que tal vez, quién sabe, depende qué nos den, apoyemos la candidatura de algún partido”. Advirtió: “Porque vamos con todo, no los vayamos a salpicar”. Aunque aclaró que será “sin disparar un tiro, compañeros, sin equipos de campaña, asesores de imagen, ni anuncios pagados por televisión. Y vivos o muertos, libres o presos, nos van a pagar lo que han hecho”. E invitó: “Vamos juntos a pasarles la cuenta. Todos ésos son una bola de vividores, compañeros, se han burlado de nosotros y de mucha gente”.
Ante representantes de 32 organizaciones de izquierda, el subcomandante expresó: “Somos honestos y les pedimos que lo sean con nosotros, compañeros. Qué va a pasar aquí, no lo sabemos. A lo mejor el movimiento crece mucho, o no crece nada, o terminamos peleados. Van a llegar momentos en que el movimiento tenga que definirse en una determinada coyuntura. Estamos dispuestos a discutir propuestas en igualdad de circunstancias, pero que nadie nos diga ‘vamos a participar en la otra campaña’ y que al momento de subirse al templete diga ‘compañeros, hay que apoyar a López Obrador’. Vamos a decirles ‘no le crean’. A menos que les crean a ésos que dicen que (AMLO) quiere regresar al pasado populista”.
Mencionó que el New York Times ha interrogado al aspirante presidencial perredista sobre su “fama de autoritario”, y que éste dijo que los movimientos sociales “exigen mano dura. Allá se darán cuenta qué pasó con el movimiento urbano popular durante su gobierno. Estamos dispuestos a que nos maten, que nos metan a la cárcel, que nos desaparezcan, pero no a que nos falten al respeto”.
En encuentros sucesivos, el EZLN se encontrará durante agosto con los indígenas, los movimientos sociales, ONG, colectivos, y luego, “ya con planteamientos y propuestas que tienen que salir de estos encuentros”, se definirá el perfil de la otra campaña.
Comentó la posición internacional del EZLN que, en el caso de Cuba, “significa que estamos con su pueblo”. Si alguien no está de acuerdo en eso, “no hay problema, igual podemos trabajar en la otra campaña si estamos de acuerdo en cuanto México. Pero si alguien cree que podemos ‘afinarle’ los estilos al neoliberalismo, nosotros pensamos que no, que si esta guerra la perdemos ya no hay próxima guerra que luchar”.
Ironizó: “La generación del eslabón que sigue es la del pingüino. Sabemos que puede haber diferencias de cómo se caracterizan las luchas de Bolivia o Ecuador, el movimiento de resistencia en Europa, si China es comunista o no. No tenemos por qué pelearnos en eso, porque la batalla nos puede llevar meses, y para México estamos claros”.
Marcos recordó la “idea general” de los rebeldes respecto a que la trasformación de México “no será producto de una sola fuerza”, así que “necesitamos alianzas con nuestros pueblos. En 1994 analizamos y definimos esa fuerza del cardenismo, que venía del fraude de 1988, de un gran movimiento de masas y con la autoridad moral que se había construido en torno a Cuahutémoc Cárdenas Solórzano”.
Antes y después de la Convención Nacional Democrática (hace 11 años, en 1994), el zapatismo emprendió una movilización, como ahora, en una coyuntura electoral. “No estábamos por las elecciones, estábamos por este movimiento… y optamos que sí.”
Agregó que después siguió “un proceso de descomposición acelerado de la clase política, que alcanzó al PRD al momento que gana las elecciones en el DF. El proceso fue tan grande que llegó a que se rompiera el compromiso del cardenismo, personal y como corriente, y del PRD como partido, de impulsar las demandas del EZLN y de los pueblos indígenas”. Los perredistas, evalúa ahora Marcos, “hicieron el cálculo político de que era mejor que el EZLN se quedara en las montañas que tenerlo luchando políticamente como cualquier organización. Y en determinado momento Cárdenas decide apoyar esta propuesta (no reconocer los acuerdos de San Andrés). Para nosotros el punto de quiebre con la clase política, no sólo con el PRD, es abril de 2001, al momento en que todos se ponen de acuerdo para votar contra la ley Cocopa”.
Según Marcos, “el proceso de descomposición de la clase política es tan grande que no hay nada que hacer”. Esa es “una definición de la Sexta”. Otra definición “clara” es que una alternativa de transformación en México distinta del neoliberalismo “solamente va a salir de la izquierda, por eso nos interesa hablar con ustedes. Claro, vamos a tener mucho más tiempo cuando nos metan a la cárcel”.
Destacó que los pueblos indios serán “la columna vertebral” de la otra campaña. “La próxima semana tendremos una reunión con ellos, y les vamos a plantear que sean la sede para la delegación zapatista cuando se hagan los trabajos.”
A resultas del diálogo de ayer entre zapatistas y agrupaciones de izquierda, Marcos hilvanó unas primeras reflexiones: “La propuesta de la Sexta de aliarse con organizaciones políticas no dice que no luchen por el poder ni que en sus estrategias no tengan la lucha electoral. (Pero) como la otra campana entra en el tiempo electoral, no queremos que se use para un candidato de los que tienen registro.
“No les pedimos que abandonen sus trabajos, sino que su propuesta de tranformacion social la compartan con nosotros. No pedimos que arriesguen su vida ni su estructura organizativa. Les pedimos que nos respeten y sean honestos con nosotros.
“Primero vamos a mandar a una persona a que mida qué tan hondo es el río, a ver si no lo matan, lo desaparecen o lo meten preso”, concluyó Marcos.