Comunicado de la Comunidad Wiwa de El Cerro, Resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco

10.Ago.05    Análisis y Noticias

COMUNICADO DE PRENSA A LA OPINIÓN PÚBLICA Y A LAS ENTIDADES GUBERNAMENTALES COMPETENTES

Diversos medios de comunicación regionales y nacionales, a partir de información
oficial suministrada por el Ejército Nacional, transmitieron ampliamente la
noticia que en la comunidad Wiwa de El Cerro, localizada en el Resguardo
Kogui-Malayo-Arhuaco, se presentó un combate entre tropas adscritas a la Décima
Brigada del Ejército Nacional y miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia –FARC–, dando como resultado dos subversivos muertos y uno más
capturado.

Según la información oficial entregada por el Ejército Nacional y que fue
reproducida sin ser cotejada con otras fuentes por los distintos medios de
comunicación, entre los muertos en combate figura Robinsón Pacheco Malo (25
años) y el capturado es Juan de Jesús Mendoza Arias (45 años).

Sobre esta noticia difundida por los medios de comunicación, la Organización
Wiwa Yugumaiun Bunkuanarrua Tayrona –OWYBT– se permite hacer las siguientes
clarificaciones, con el propósito que los hechos narrados sean rectificados por
las fuentes oficiales y los medios de comunicación que le hicieron eco:

1. Robinsón Pacheco Malo, gunama de la comunidad Wiwa de El Cerro, se encuentra
vivo y bastante asustado al conocer que su nombre fue presentado por el Ejército
Nacional ante los medios de comunicación, como miembro de las FARC caído en
combate.

Según comentan las autoridades de la comunidad de El Cerro, luego del combate
registrado y que derivó dos subversivos muertos, soldados pertenecientes a la
Décima Brigada La Popa del Ejército Nacional ingresaron violentamente a la casa
del Mamo Feliciano Bolaños, lugar de residencia de Robinsón Pacheco Malo y la
registraron exhaustivamente. Después de revolverlo y desordenarlo todo se
llevaron los documentos de identidad de Robinsón Pacheco Malo, entre ellos su
cédula de ciudadanía, la cual de manera amañada se la hicieron aparecer a uno de
los subversivos muertos, el carné de salud de la empresa DUSAKAWI EPSI, el carné
de la vacuna contra la fiebre amarilla, al igual que la sewa entre otros
documentos personales.

2. Según información proporcionada por escrito por la comunidad de El Cerro,
Juan de Jesús Mendoza Arias, si bien es un indígena Kankuamo, desde hace más de
seis años vive en El Cerro y está casado con una mujer Wiwa, con la cual ha
tenido varios hijos, por lo que es considerado también como gunama de la
comunidad, razón por la cual su captura, sindicado de rebelión, no se apega a la
realidad de un hombre pacífico dedicado a su trabajo.

Juan de Jesús Mendoza Arias, fue maltratado físicamente y luego capturado por el
Ejército Nacional, con posterioridad al combate y cuando regresaba de laborar en
su parcela. Como argumento para su captura las fuentes oficiales citan que éste
fue encontrado con una escopeta 16, que es la que los Wiwa utilizamos para
realizar actividades de cacería.

También preocupa que desde el miércoles 3 de agosto de 2005 y hasta la fecha,
Juan de Jesús Mendoza todavía se encuentre en el batallón La Popa y no haya sido
puesto a órdenes de autoridad judicial competente.

3. Luego del combate del que se ha venido hablando, varios indígenas Wiwa de la
comunidad de El Cerro fueron atropellados y maltratados por miembros del
Ejército Nacional. Entre estos atropellos su pueden mencionar los siguientes:

3.1. Al menor de edad Eladio José Baños Alonso (17 años), le fueron propinadas
patadas y puños, mientras era amenazado de muerte por supuestamente ser miembro
de las FARC. Lo más grave de todo es que Eladio José Baños Alonso fue obligado
por los miembros del Ejército Nacional a ponerse prendas de uso privativo de las
fuerzas militares para hacerlo aparecer seguramente como un subversivo más
muerto en combate. Afortunadamente los hechos no se consumaron porque algunos
soldados manifestaron su inconformidad con el asesinato que se iba a cometer.

3.2. José Francisco Alonso Zabatá, Merilo Montero Maestre, Robinsón Pacheco
Malo, Juan Zabatá Torres y Hermegildo Zabatá, bajo improperios de toda clase y
amenazas de muerte fueron obligados, cual escudo humano, a andar un buen trecho
delante de la tropa del Ejército Nacional que andaba tras la búsqueda de hombres
armados de las FARC.

3.3. Las viviendas del Mamo Feliciano Bolaños, Amparo Rodríguez Carrillo y Juan
de Jesús Mendoza fueron registradas y saqueadas abusivamente por miembros del
Ejército Nacional, bajo la excusa de estar buscando armamento de las guerrilla.
Las personas que allí se encontraban fueron amenazadas de manera violenta de ser
capturadas y llevadas al batallón La Popa en Valledupar.

3.4. Bajo insultos y amenazas María Petronila Malo Alonso, esposa de Juan de
Jesús Mendoza, fue obligada a cocinarles a todos los miembros del Ejército
Nacional que allí se encontraban. Igualmente procedieron a quitarle los
alimentos que ella había preparado para el almuerzo de su familia.

4. Desafortunadamente los abusos de autoridad y los maltratos contra la
población civil por parte de las tropas del Ejército Nacional que se encuentran
en el Resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco, en el departamento del Cesar, son
permanentes. De manera frecuente y reiterada gunamas, profesores bilingües,
promotores de salud y comisarios del pueblo Wiwa han venido siendo hostigados y
amenazados por supuestamente ser auxiliadores y colaboradores de las guerrillas.

Hace dos meses (junio de 2005) un cabo de apellido Benavides amenazó a varios
Wiwa que si no informaban sobre los movimientos de las guerrillas, se retirarían
para que entraran las Autodefensas Unidas de Colombia –AUC– quienes actuarían
sin ninguna contemplación. Así mismo este suboficial del Ejército Nacional
amenazó abiertamente con matar a la gente que no quisiera colaborar y hacer
montajes de supuestos combates para justificar de esta manera los asesinatos.

Como es de esperarse este tipo de amenazas provenientes de miembros de la fuerza
pública han generado temor, zozobra y mucha desconfianza sobre los verdaderos
propósitos de la presencia del Ejército Nacional en la región. En ese sentido,
las comunidades del pueblo Wiwa manifiestan su rechazo al hecho que para la
fuerza pública pareciera que ser Wiwa es sinónimo de ser guerrillero.

5. Por su parte el pueblo Wiwa también viene siendo objeto de amenazas por parte
de los grupos guerrilleros que operan en la región. En ese sentido cabe anotar
que autoridades y varios gunama han recibido amenazas de muerte, acusados de ser
colaboradores del Ejército Nacional y de ser parte de la red de informantes y
cooperantes de los organismos de seguridad del Estado. Estas amenazas
contribuyen también a generar miedo, tensión y zozobra al interior de las
comunidades del pueblo Wiwa.

En razón a lo anteriormente descrito, la Organización Wiwa Yugumaiun
Bunkuanarrua Tayrona hace las siguientes

PETICIONES Y PLANTEAMIENTOS:

1. Poner en conocimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
–CIDH–, de la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
–CCAJAR– y de la Organización Nacional Indígena de Colombia –ONIC–, estos
hechos de amenazas, hostigamientos e infracciones al Derecho Internacional
Humanitario que se han venido presentando contra el pueblo Wiwa por parte de la
fuerza pública y los actores armados ilegales.

2. Se solicita realizar, a la mayor brevedad, una reunión con los altos mandos
militares para evitar que la población civil Wiwa siga siendo abusada,
maltratada y vinculada al conflicto armado interno. En esta reunión requerimos
un acompañamiento de la Defensoría del Pueblo, de la Procuraduría General de la
Nación, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados –ACNUR–, de la Organización de Estados Americanos –OEA–, de OCHA,
de la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo –CAJAR–, de la
Organización Nacional Indígena de Colombia –ONIC– y de la Pastoral Social…

3. Se le solicita al Ministerio de Relaciones Exteriores convocar, para el
lunes 15 de agosto en Valledupar (Cesar), a todas las entidades del Gobierno
Nacional relacionadas con las medidas cautelares del pueblo Wiwa, para que se
reúnan con las autoridades y dirigentes de nuestro pueblo a fin de concertar una
agenda de trabajo para desarrollar las medidas de protección ante el riesgo en
que nuestro pueblo se encuentra

4. Se le solicita a las entidades gubernamentales competentes adelantar las
investigaciones necesarias con miras a sancionar a los miembros de la fuerza
pública comprometidos en abusos, amenazas y maltratos contra las comunidades del
pueblo Wiwa, así como para resarcir los daños ocasionados contra las comunidades
y miembros de nuestro pueblo.

5. Se solicita a la Defensoría del Pueblo y a la Procuraduría General de la
Nación intervengan permanentemente, dentro de sus competencias, para vigilar y
hacerle seguimiento a los procesos judiciales que se adelanten contra miembros
del pueblo Wiwa que sean capturados, sindicados de pertenecer a los actores
armados ilegales.

6. Instamos a la fuerza pública, a los organismos de seguridad del Estado, a la
Fiscalía General de la Nación y a las demás entidades competentes, a que si
poseen información fidedigna sobre miembros Wiwa involucrados en las filas de
los actores armados ilegales, se le informe a las autoridades de nuestro pueblo
para tomar las medidas necesarias y aplicar justicia, en ejercicio de la
jurisdicción especial indígena.

7. De la manera más respetuosa y en aras de una mayor objetividad se le solicita
a los medios de comunicación que la información entregada de manera oficial por
la fuerza pública sea cotejada con otro tipo de fuentes para evitar daños y
perjuicios contra Wiwa inocentes que aparecen con señalamientos a todas luces
equivocados. En esa dirección se les solicita hacer las rectificaciones a que
haya lugar.

Valledupar, (Cesar), 8 de agosto de 2005

OWYBT
ORGANIZACIÓN WIWA YUGUMAIUN BUNKUANARRUA TAYRONA

Casa Indígena, Avenida Hurtado. Telefax: (095) 5737026. Valledupar – Cesar –
Colombia
E.mail: organizacionwiwa@latinmail.com