Miércoles 10 de agosto de 2005
El festejo, muestra de que podemos gobernarnos solos
Oventic, Chiapas, 9 de agosto.
Al cumplir dos años de funcionamiento, la junta de buen gobierno (JBG) Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo declaró ante centenares de delegados de los municipios autónomos de los Altos: “Este aniversario es una muestra de que los pueblos y municipios autónomos pueden gobernarse solos”.
Agregó: “Decimos a las comunidades que no tengamos miedo de ejercer el derecho de autodeterminación de los pueblos indígenas, de acuerdo con su forma de pensar y sentir, y de sus propios intereses como pueblos. Conocemos bien el sufrimiento y nos encabronamos como pueblos zapatistas porque tenemos que aguantar los golpes de los malos gobiernos, que han traído a nuestros pueblos más pobreza, inseguridad y miedo”.
En nombre de la JBG habla un campesino con la clásica (casi griega) indumentaria de San Juan Apóstol Cancuc, quien apunta ante unas mil personas, bases de apoyo zapatistas en la explanada del caracol Resistencia y rebeldía por la humanidad: “Queremos decirles que seguimos adelante para defender nuestro derecho a libertad, democracia, justicia y autonomía”. Esto, a pesar “de los miles de soldados federales, policías, paramilitares y judiciales que siguen amenazando y persiguiendo a los pueblos que luchan por defender sus derechos”.
Los gobiernos zapatistas organizaron una celebración, con la asistencia de delegados que también vienen de fiesta, para anunciar: “Los zapatistas ya no vamos a permitir que nos sigan dominando, persiguiendo y dividiendo. Vamos a buscar la unidad con todos los indígenas y no indígenas de México”.
Atrás del vocero autónomo, compactos, ordenados y muy elegantes, ocupan el estrado los concejos municipales rebeldes y la JBG, todos con sus ropajes tradicionales. “La JBG quiere compartir su alegría por el aniversario con todos ustedes. Pero también la preocupación por la situación de los pueblos indígenas y la resistencia, que atraviesa momentos difíciles”.
El mensaje, que enseguida será leído en lengua tzotzil, expresa: “Cumplimos dos años de ser humildes servidores, con el fin de gobernar a los pueblos indígenas zapatistas y no zapatistas que habitan en el territorio de este caracol. Hace dos años los pueblos zapatistas decidieron pasar a una nueva etapa de la lucha política para formar sus propias autoridades autónomas, y la JBG como máximo representante ante los pueblos”.
Los integrantes de la junta reiteraron ante un millar de delegados de los pueblos: “Seguimos respetando el compromiso que tenemos con ustedes como gobierno”. Y agradecieron a la sociedad civil nacional e internacional su “presencia y acompañamiento”. Antes, la presentadora, una muchacha de Polhó, había señalado que “ahora existen gobiernos autónomos en diferentes partes de Chiapas y de México”.
Donde la fiesta es el mensaje
La celebración musical, teatral y deportiva empezó ayer, pero hoy es cuando las Estrellas de Toctojtic, de uniforme amarillo cegador, vencen a los Guerreros de Magdalena de la Paz y se coronan durante un juego acompañado por una celestial melodía tzotzil a cargo de tres guitarras, un arpa y dos maracas de delicado compás.
Eran las tres de la tarde (tiempo nacional, o “de Fox”, que nunca coincide con la hora zapatista) cuando salieron de sus oficinas los concejos autónomos y la JBG, convocados por una banda de alientos que los escoltó calzada abajo en el caracol de Oventic hasta el estrado. Los estudiantes de la secundaria Primero de Enero desfilaron con las banderas nacional y del EZLN, y les rindieron honores.
Los zapatistas no descuidan la ocasión de proclamarse mexicanos. Suelen entonar el Himno Nacional a capella, como hoy. En cambio, el himno rebelde Ya se mira el horizonte es terreno de experimentación permanente (algo muy zapatista), según el pueblo, la región, el conjunto musical y el estado de ánimo. Por eso existen grabadas decenas de versiones diferentes. La que se escucha en esta ceremonia no es la excepción: los instrumentos son electrónicos, hasta la batería; el bajo eléctrico suena con una ronquera casi rocanrolera, e inédita.
Terminados los mensajes, los organizadores piden un aplauso para la JBG y otro “para el público en general”. Las autoridades autónomas se retiran, pero la concurrencia no. Un hombre toma el micrófono y dirige un discurso en tzotzil que describe las obligaciones de los gobiernos autónomos y de las bases de apoyo; advierte de la división que promueve el gobierno. Invita a no desanimarse y a vivir en paz con los hermanos que no son zapatistas.
Por último, anuncia que las inscripciones para la secundaria autónoma se efectuarán los primeros días de septiembre y enumera los documentos requeridos. Sólo entonces la gente se dispersa y la música da inicio. Más tarde habrá un espectáculo de bailes tradicionales, muy apreciados por los numerosos visitantes de México y el extranjero que conmemoran también a las JBG y sus caracoles.
Más de mil zapatistas participan en actividades deportivas, culturales y un baile
Con una fiesta que duró dos días, la cual incluyó torneos deportivos y actividades culturales, más de mil indígenas zapatistas de los Altos de Chiapas celebraron en Oventic el segundo aniversario de la creación de la junta de buen gobierno Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo y del caracol con sede en esta comunidad tzotzil.
El lunes, desde temprano, los indígenas comenzaron a llegar a bordo de camionetas y camiones de redilas procedentes de distintos municipios autónomos de los Altos de Chiapas para participar en la fiesta organizada en el caracol ubicado en Oventic -como se hizo en otros cuatro (los de Morelia, Roberto Barrios, La Realidad y La Garrucha)- para celebrar dos años de trabajo de las juntas de buen gobierno.
Primero se desarrollaron actividades deportivas. En la jornada del lunes participaron 36 equipos de basquetbol -tanto varoniles como femeniles-, y concluyó a las ocho de la noche. A partir de esa hora la cancha fue escenario para que se desarrollara un programa cultural que duró dos horas.
El himno zapatista, interpretado por un trío, abrió el programa, y enseguida los organizadores presentaron bailables y grupos de música tradicional, además de colectivos que interpretaron canciones alusivas a la lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y a la situación de marginación que viven las mujeres indígenas.
El programa cultural concluyó casi a las 23 horas con la quema de juegos pirotécnicos que, al igual que las obras de teatro alusivas a la explotación en las fincas cafetaleras, agradaron y causaron risas entre más de mil indígenas encapuchados.
Al finalizar las actividades culturales comenzó un baile, amenizado por Rayitos de Tivó -un grupo de música moderna integrado por jóvenes zapatistas de la comunidad homónima ubicada a escasos kilómetros de Oventic-, que hizo bailar a cientos de hombres y mujeres tzotziles, además de los más de cien observadores extranjeros que asistieron a la fiesta.
El baile terminó en la madrugada y después de un receso las actividades continuaron la mañana de este martes.
Hasta el mediodía de hoy, las autoridades políticas zapatistas no habían emitido el mensaje político que esperaban los asistentes.