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Los indígenas mayas de Yucatán, a proposito de las “consultas” realizadas por el gobierno del Estado para maquillar la imposición de una propuesta de ley indígena, dicen “No en nuestro nombre” y han creado una página en internet para sumar adhesiones. A continuación el texto completo de los mayas yucatecos…
“Había en los mayas sabiduría…saludables vivían…no había entonces enfermedad…rectamente erguido iba su cuerpo entonces… No fue así entonces lo que hicieron los ts’ules cuando llegaron… ellos enseñaron el miedo; y vinieron a marchitar las flores. Para que su flor viviese, dañaron y sorbieron las flor de los otros…”
(K’ajlay de la Conquista, en El libro del Chilam Balam de Chumayel)
Nuestra memoria y nuestro corazón maya afirman que no morirá la flor de nuestra palabra. Sabemos que el gobierno de Yucatán, por medio del “Instituto para el desarrollo de la cultura maya” (INDEMAYA), la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, (CDI) así como el Congreso del Estado, realizan actividades orientadas a la creación de una ley indígena para los que somos mayas en este territorio; han hecho reuniones a las que llaman “consultas” en algunos municipios de Yucatán en las que han preguntado si los indígenas queremos una vivienda, una buena alimentación, una buena atención a la salud, etc. nosotras y nosotros pensamos que esos aspectos están contemplados en la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos de 1917 en sus primeros 29 artículos que nos rigen hasta el día de hoy; así mismo en diversos tratados internacionales, como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que el Estado mexicano tiene obligación de cumplir por haberlo firmado
Venimos a decirle al Gobierno, al Congreso y a toda la sociedad que la flor de nuestra palabra no será marchitada, que la ley que pretenden hacer el Legislativo y el Ejecutivo,no sea en nuestro nombre, ni sea utilizado para justificar su “consulta”; las políticas públicas ya son mandato constitucional no tiene que preguntarse a ningún ciudadano si lo desea o no.
¡No en nuestro nombre!
Este gobierno sigue el ejemplo del mal gobierno nacional que debilitó los acuerdos de San Andrés haciendo una ley para los indígenas no sólo sin los indígenas sino contraria a nuestros derechos y demandas.
¡No en nuestro nombre!
Este gobierno quiere poner a los pueblos indígenas al mismo nivel de un partido político o una agrupación lucrativa por medio de una ley que nos convertiría en “entidades de interés público” y no quiere reconocernos como sujetos de derecho público; pero decimos que nuestra raíz sigue viva y fuerte a pesar del golpe que se nos dio como pueblo indígena por el congreso de la Unión en 2001 al eliminar una parte importante en la Ley de la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA) y los acuerdos de San Andrés.
¡No en nuestro nombre!
En este gobierno no creemos cuando afirma que quiere saldar un deuda histórica con los mayas; sigue creyendo que sólo él tiene la capacidad de pensar lo que es conveniente para todos, por lo que vemos esta “consulta” como un hecho de poca seriedad.
¡No en nuestro nombre!
En nuestro nombre está impresa la dignidad y la identidad, aquella que nos ha permitido vivir y decir, ¡aquí estamos en resistencia! Venimos a decir la palabra de nuestro corazón, de nuestra historia, de nuestras luchas.
Rechazamos toda ley indígena emanada del incumplimiento de los acuerdos de San Andrés.
Rechazamos cualquier reforma estatal en la materia hasta no ver concretada la modificación de la constitución federal en los términos de los acuerdos de San Andrés y la ley COCOPA.
Exigimos que se respete nuestra postura, ya que resulta absurdo participar y validar una reforma estatal mientras que la ley federal no reconozca plenamente nuestros derechos, cuando está siendo debatida a escala nacional e internacional por las más altas instancias.
Hemos decidido continuar el camino de nuestra autonomía en los hechos, desde nuestra raíz y no permitiremos que en nuestro nombre nos sea arrebatado este derecho.
Somos los mayas la mayoría en este Estado y no queremos una ley elaborada por la minoría, mucho menos cuando ésta se ha mostrado incapaz de reconocer nuestra existencia, nuestros derechos y de tomar en cuenta nuestra palabra.
Exigimos también que se tipifique como delito y se prohíba en la constitución local toda forma de discriminación ya sea por origen étnico, por género, por orientación sexual, por condición social o cualquier otra que atente contra la dignidad humana.
Exigimos que se detenga este intento de legalizar el asistencialismo que impone el gobierno a los pueblos indios, y que las reformas a la ley local se hagan sólo después de que sean respetados los Acuerdos de San Andrés, plasmados en la iniciativa presentada por la COCOPA.
Exigimos, en otras palabras, que si se hiciera una ley, sea una que reconozca nuestro derecho de hacer nuestras propias leyes.
A pesar de todos esos intentos de olvido, la flor de nuestra palabra maya resistirá y permanecerá, porque nosotras y nosotros tenemos en el corazón un mañana
José Anastasio Euán Romero, Chablekal
Pedro Uc Be, Ticul
Russel Pebá, Ticul
Baltazar Xool May, Becanchén
Randy Soberanis, Chablekal
Margarita Carvajal, Dzibilchaltún
Próspero Serrano, Catmís
Ángel Ku Dzul, Ticul
Álvaro Mena, Ticul
Edilberto Argáez González, Buctzotz
Lorena Zapata Gómez, Maní
Concepción Pérez Parra, Maní
Cecilia Uh Jiménez, Yobaín
Y 1006 firmas más hasta el 21 de julio de 2005
¡TAMPOCO EN NUESTRO NOMBRE!
Al conocer el pronunciamiento “No en nuestro Nombre” que hacen mayas del estado de Yucatán, exigimos que esa voz sea tomada en cuenta y solicitamos que TAMPOCO EN NUESTRO NOMBRE se legisle de forma contraria a los intereses del pueblo maya.
Pía Gómez García, Tony Peraza, Ella Fanny Quintal Avilés, Prbro. Atilano Ceballos Loeza, Ma. Cristina Muñoz Menéndez, José Antonio “La Canuta”, Rubén Reyes Ramírez, Roger Aguilar Salazar, Wendy Pantoja Castillo, Luis Várgues Pasos, Margarita Rosales González, Juan Burgos Vallejos, Luis Peniche Novelo
Desde este espacio, queremos invitarte a incluirte en la lista de las personas que quieren adherirse al documento. Las firmas de adhesión que logren juntarse, serán presentadas al Congreso del Estado.