LAGO AGRIO, Ecuador, 20.
La población de las provincias amazónicas de Sucumbíos y Orellana, principales centros hidrocarburíferos de Ecuador, cumplía el sábado el sexto día consecutivo de una protesta contra las petroleras extranjeras, sin que se avizore una solución al conflicto.
La huelga se mantenía inalterable por parte de los habitantes amazónicos a pesar de que dos dirigentes del paro habían sido detenidos y la fuerza pública incrementó los operativos para restablecer totalmente el orden y recuperar instalaciones ocupadas por los manifestantes.
El viernes fueron arrestados el prefecto de Sucumbíos (limítrofe con el cocalero y convulso departamento colombiano de Putumayo), Guillermo Muñoz, y el alcalde de Lago Agrio (capital de esa provincia), Máximo Abad, quienes integran la denominada asamblea biprovincial que convocó al paro.
Tras ser capturado Abad en su domicilio, Muñoz -entonces todavía en libertad- dijo por teléfono a la AFP que “el paro continúa pese a las acciones del ministro de Gobierno (Interior), Mauricio Gándara, quien, a través de la Fiscalía, emitió boletas de detención contra 24 autoridades y dirigentes” de la huelga.
El prefecto no contestaba su teléfono móvil después de ser detenido y tampoco lo hacía Guadalupe Llori, su homóloga de la vecina provincia de Orellana, también líder de la protesta y cuyo paradero se desconoce.
Según el canal nacional de televisión Ecuavisa, radio Sucumbíos, de propiedad de Muñoz, fue clausurada dentro de un estado de emergencia implantado el pasado miércoles por el Ejecutivo en las regiones donde se desarrolla la huelga ciudadana.
El gobierno ha insistido en que está abierto al diálogo, siempre y cuando el paro sea levantado, para buscar una salida al conflicto que derivó en graves daños en la infraestructura petrolera, principalmente estatal.
La producción de las empresas extranjeras se redujo de 344.000 barriles por día (b/d) a 150.000 b/d, mientras el presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, dijo que la explotación a cargo de la estatal Petroecuador lo hizo de 201.000 b/d a cero el pasado jueves, por lo que tuvo que suspender todas sus exportaciones (144.000 b/d).
La población amazónica reclama a las petroleras extranjeras obras y recursos para programas de desarrollo.