La clase obrera ya no va al paraíso desde hace mucho, pero ahora viene a la selva Lacandona

22.Ago.05    Análisis y Noticias

Domingo 21 de agosto de 2005

Resucitan conceptos como lucha de clases, explotación…

Coinciden obreros y EZLN en su vena antineoliberal
“El país camina peligrosamente hacia la integración con EU”, advierte la sección 18 del sindicato magisterial

La Jornada

Dolores Hidalgo, Chiapas, 20 de agosto.
La clase obrera ya no va al paraíso desde hace mucho, pero ahora viene a la selva Lacandona, que no es lo mismo, claro, pero al menos apunta para adelante. Eso expresan las organizaciones sindicales y los trabajadores en resistencia que se tomaron el esfuerzo de venir acá, tras suscribir a distancia la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, y refrendan su compromiso haciendo acto de presencia.

El movimiento obrero es el gran huérfano del fin del milenio y la entronización del neoliberalismo. Destruidos los derechos laborales tipo huelga, seguridad social, retiro justo y antiguallas de esas, los trabajadores como tales (y los desempleados, jubilados, ex braceros y otros traicionados), ya sin el prestigio de clase que les asignó el “nacionalismo revolucionario” del PRI, hoy se acercan como nunca a la lógica del zapatismo indígena.

Es la primera vez que obreros acuden en gran número a una convocatoria de los rebeldes. El resurgimiento en los discursos de términos como “capitalismo”, “explotación”, “líderes charros” no es atavismo sino porque, como decían los clásicos, la lucha de clases no ha terminado. Los trabajadores en resistencia hacen justicia a su pasado en la lucha por la democracia sindical, la gran derrotada por el Estado neoliberal y la labor de zapa de los cortesanos Fidel Velázquez y La Güera Rodríguez, hoy definitivamente difuntos.

Está aquí un importante colectivo de siderúrgicos actualmente en huelga en Lázaro Cárdenas, grupos del IMSS, el ISSSTE y el magisterio democrático de diversos estados. Activistas de Durango, Veracruz, San Luis Potosí, estado de México y Puebla. Trabajadores de Semarnat, Sagarpa, Salud, Sistema de Transporte Colectivo Metro, UNAM. Además, Intersindical Primero de Mayo, Asamblea Nacional de Braceros, todas las versiones de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), obreros agrícolas de Pujiltic y Morelos, Convergencia Sindical. La CUT-México diría: “Esta es una lucha de clases. El enemigo no somos nosotros”.

Un centenar de movimientos, organizaciones, coordinadoras y colectivos procedentes de toda la geografía nacional acudieron a esta comunidad para refrendar su adhesión a la sexta. Con derecho garantizado a tomar la palabra, y sin límite de tiempo para exponer testimonios, reflexiones y propuestas ante la comandancia general del EZLN, encabezada por 16 comandantes indígenas y el subcomandante Marcos, los participantes desplegaron un abanico de posiciones tan amplio como coincidente en lo general contra el neoliberalismo, esa fase superior del capitalismo, y todas sus lacras económicas, políticas y sociales.

Más de 500 personas, en la que es hasta ahora la reunión preparatoria más concurrida en el trayecto de La otra campaña zapatista, rebosaron la gran explanada de lo que fue uno de los mayores latifundios ganaderos de Chiapas -en poder del señor de horca y cuchillo Segundo Ballinas, esclavizador y violador de indígenas- antes de dividirse en tres ranchos diferentes que desaparecieron tras el levantamiento zapatista.

Uno de los comandantes zapatistas en la reunión con trabajadores FOTO José Antonio López
También ha sido ésta la reunión con mayor presencia de bases de apoyo del EZLN, procedentes de varias comunidades del municipio autónomo rebelde San Manuel, las cuales han seguido atentamente las exposiciones de obreros, campesinos, pescadores, desempleados, ex braceros, maestros, feministas, académicos, colonos urbanos, activistas por la ecología, la cultura y contra los feminicidios.

Si bien las propuestas que reciben los zapatistas para La otra campaña siguen siendo muy generales, coinciden recurrentemente en un frente popular, un diálogo nacional, o la gran coalición que impulse un “proyecto alternativo de nación”. La sección 18 del SNTE considera, concretamente, “que el país camina peligrosamente hacia la integración con Estados Unidos”.

Los atuneros de Manzanillo sostienen: “las uniones independientes son el futuro de México” y el Movimiento Urbano Popular (MUP) se pronuncia por “unificar las acciones que realiza el pueblo”, desde lo local a lo nacional.

Voces femeninas muy elocuentes han sido las de la Intersindical Primero de Mayo, las Lesbianas-Feministas-Re-Evolucionarias y el Frente Internacionalista contra el Feminicidio. Las lesbianas expresaron esta tarde a los rebeldes: “Nosotras, como ustedes, no tenemos rostro ni voz, porque todas las instituciones patriarcales capitalistas nos rechazan y persiguen por el sólo hecho de amar a otras mujeres y además no querer someternos… Hemos sido víctimas de una intensa represión en nuestra vida, pero estamos seguras de que con ustedes podemos construir un mundo justo, respetuoso y equitativo, donde no se excluya a ninguna mujer de buena voluntad”.

La Promotora por la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo presentó un amplio documento donde, tras un balance de los procesos de unidad y el diálogo nacional (que en Querétaro reunió a 262 organizaciones), “valora positivamente” la Sexta Declaración de la Selva Lacandona porque, entre otras cosas, “llama a una campaña para construir una fuerza de los de abajo y un programa nacional de lucha”, y porque “a diferencia de otras iniciativas zapatistas”, la proclama rebelde se lanza “cuando existen sujetos sociales con ideas y perfil propios que deben ser incluidos y le pueden dar realidad”. En este tenor, propone que La otra campaña se sume a la agenda y las movilizaciones próximas de la promotora misma, y de ser así, los antineoliberales participarían en el llamado zapatista.

No obstante la profusión testimonial y la compartida urgencia por un proyecto de unidad, las propuestas precisas siguen en el aire. Entre las excepciones está lo planteado por el bufete jurídico Tierra y Libertad: “Proponemos convocar a una asamblea nacional constituyente cuya única tarea sea elaborar, aprobar y promulgar una nueva Constitución con fundamento en el artículo 39 de la actual Constitución, que reconoce al pueblo de México la facultad de modificar en cualquier tiempo la forma de su gobierno”.

Tierra y Libertad parte de un presupuesto demoledor: “La democracia representativa, tal como está hoy planteada, y todo aquello que la sostiene (elecciones, partidos políticos, instituciones) es el aparato más eficaz para hacer del humano un ser débil; es el aparato que le exige ser voluntariamente el sirviente de algunas personas e ideas”. Los abogados llaman a “imaginarnos sin las cadenas que nos impone el voto, imaginarnos, otra vez, dueños de nosotros mismos”.

Una presencia importante aquí es la de los movimientos urbanos independientes, viejos acompañantes del zapatismo chiapaneco: MUP, UPREZ, el Frente Popular Francisco Villa en sus diferentes corrientes, Patria Nueva, la Unión de Vecinos Piedra y Encino del Ajusco, Asamblea de Barrios. En cambio, y en contraste con la fuerte presencia obrera, son escasos los movimientos campesinos que hoy llegaron a Dolores Hidalgo, y muchos son, de hecho, obreros agrícolas.

La escasez de propuestas desespera a más de un observador, pues los participantes “otra vez están esperando que los zapatistas digan por dónde”, como expresa una mujer del movimiento urbano popular.

Por lo demás, la crisis de representación de los partidos, la onerosa y mercantil política electoral y el desprestigio de los poderes de la Unión son temas subyacentes en las decenas de intervenciones, que al caer la noche no parecen tener fin.