Los zapatistas no orientan el voto ni promueven el abstencionismo: Marcos

22.Ago.05    Análisis y Noticias

El subcomandante Marcos, durante la lectura de un mensaje de la comandancia general del EZLN a los participantes en la tercera reunión con dirigentes de organizaciones sociales FOTO Víctor Camacho

El PAN, sin nada que ofrecer; el regreso del PRI significaría el triunfo de la corrupción
Con los despojos de otros partidos, el PRD propone administrar los conflictos

La Jornada

Dolores Hidalgo, Chiapas, 20 de agosto.
Quienes participen en la otra campaña podrán votar de manera soberana e independiente por el candidato y el partido político que quieran, sin que ello afecte el proceso de construcción de la fuerza política de izquierda a que ha convocado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), afirmó hoy el subcomandante Marcos, quien dijo que tal vez sólo después de las “crudas morales y las desilusiones” de la elección de 2006 la iniciativa rebelde “se develará como lo que pretende ser”: la construcción de algo nuevo.

“Nosotros no estamos invitando a votar por uno u otro candidato, por uno u otro partido político”, pero “tampoco estamos invitando a no votar por uno u otro ni a abstenerse”, pues “respetamos sus decisiones” y “no seremos jueces de lo que hagan o dejen de hacer” en las elecciones presidenciales de 2006, agregó al hablar esta mañana ante delegados de más de 100 organizaciones sociales de todo el país reunidos en esta comunidad zapatista.

Marcos sostuvo que en cuatro años de gobierno el Partido Acción Nacional (PAN) ha demostrado que “podía igualar lo que al equipo tricolor le tomó 70 años, y poco o nada tiene ya que ofrecer”. Del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aseveró: “representa las aspiraciones del crimen organizado para consolidar su poder institucionalizado; su regreso al poder no significará el regreso de los felices -para ellos- tiempos idos, sino el encumbramiento de la corrupción, el crimen y la traición”.

Como en las pasadas dos reuniones preparatorias de la otra campaña, el tema de Andrés Manuel López Obrador y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue uno de los centrales en el mensaje del subcomandante, pero en esta ocasión, entre varios asistentes, quedó la impresión de que las críticas fueron más “repartidas” contra el PRI y el PAN, aparte de que aclaró definitivamente el tema que ha motivado un amplio debate en las pasadas dos semanas acerca del ex jefe de Gobierno de la ciudad de México y del perredismo en general.

Hoy, Marcos llegó montado a caballo, escoltado por varios guerrileros encabezados por el mayor Rolando. Eran las 10:25 cuando hizo su aparición, mientras el grupo musical entonaba Las Mañanitas. Después de dar una vuelta alrededor del auditorio construido en una planicie, bajó y se sumó -en medio de fuertes aplausos- a los 15 comandantes encapuchados -ocho mujeres y siete hombres- que segundos antes habían tomado su lugar en la mesa del presídium.

Bromeando sobre su “gordura”, como ha hecho en las dos semanas recientes -”me voy a quedar atrás para que no se note la panza, si no me van a criticar”-, el subcomandante habló -antes lo habían hecho los comandantes Gustavo y Yolanda- primero sobre la mecánica de la reunión y de los propósitos de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.

La parte final del mensaje, que duró más de 40 minutos, la dedicó a los partidos políticos. Del PAN aseveró que con el presidente Vicente Fox “cumplió su parte en la destrucción y el despojo” de los recursos del país, lo que ha hecho “con métodos y formas arcaicas que fueron y son un insulto a la inteligencia”.

Un país sumido en la miseria, la herencia del panismo

Añadió que el blanquiazul “deja de herencia un país sumido en la crisis económica y con un descontento que rebasa ya con mucho las formas de control de los dominados que heredó de su antecesor tricolor. Su color se destiñó aún más y el hombrecito gris (Santiago Creel Miranda) que lo representará en las elecciones le marca su nueva tonalidad cromática”.

Luego se refirió al PRI. “El equipo tricolor, por su parte, apuesta a la desmemoria. Sus integrantes fueron los iniciadores de la pesadilla que hoy sufrimos todos los mexicanos, y que con la coartada de la revolución institucionalizada adornaron con fraudes, matanzas y control corporativo”, dijo. Agregó: “si antes su eslogan fue la revolución hecha gobierno, ahora será el crimen hecho gobierno”.

Después siguieron las críticas al PRD: “a diferencia del tricolor y del blanquiazul, el equipo negro-amarillo sigue para adelante. Certificado con los despojos que los otros equipos han dejado en el camino, propone una nueva modernidad o más bien una administración moderna. No basta, dicen, con continuar la destrucción, hay que prever y tratar de paliar las predecibles inconformidades; hay que atenuar los excesos, hay que limarle los filos al neoliberalismo”.

El partido del sol azteca, abundó, “ofrece control, mediación, administración de los conflictos -su equipo es experto en eso-, y su sucesivo paso por los equipos tricolor y blanquiazul así lo prueba. Somos nuevos, dicen, aunque su nómina tenga olor a rancio y decrépito”.

Aseveró que el PRD “ha ofrecido, y lo reitera en sus reuniones a puerta cerrada con los mensajeros de la sociedad del poder, control donde ahora hay descontrol, orden donde ahora hay desorden. Ofrece lo que más demanda tiene en épocas oscuras y sin salida aparente. Ofrece esperanza. La esperanza es la nueva mercancía: esperanza en que las cosas cambien, en que no se pongan peor, en que mejoren o que no empeoren. Esperanza en que ahora sí es la nuestra. Pero la esperanza, como la comida, el salario, la ropa y la vivienda, varía de una clase a otra”.

Como ya había mencionado en mensajes anteriores, el sup recordó que “para nadie es secreto la cercanía y simpatía que teníamos como zapatistas con el neocardenismo y el perredismo que se congregaba en torno al señor (Cuauhtémoc) Cárdenas Solórzano, incluyendo a López Obrador, pero no sólo a él”. Todo eso, remarcó, “ha cambiado y llevamos años diciéndolo, pero como no había elecciones no nos escuchaban. Revisen la posición del EZLN de mayo de 2001 y verán que lo que ahora decimos es sólo continuación y ratificación de lo que hemos dicho a lo largo de estos cuatro años”.

Seguirán críticas contra perredistas

Advirtió que el EZLN seguirá criticando al PRD “hasta que consideremos, nosotros y nadie más, que le ha quedado claro a quien debe quedarle claro, y hasta que allá arriba abandonen definitivamente la esperanza de que el proyecto de control que se ofrece (con López Obrador) incluye controlar al zapatismo del EZLN, que dicho sea de paso, y precisamente frente a ustedes, no es el único zapatismo ni la única rebeldía, ni somos tampoco los únicos reticentes a los intentos de domesticación”.

Marcos había dicho antes que “la posición del EZLN respecto al proceso electoral y, en particular, hacia el PRD y el señor López Obrador ha recibido ataques, críticas, señalamientos y acusaciones provenientes de casi todo el espectro de lo que se conoce como opinión pública. Lo menos que se ha dicho es que se trata de un berrinche de un Marcos panzón y desgastado. Algunos señalamientos han ido más lejos y decretan que estamos haciendo el juego a la derecha, pues al criticar al PRD y a López Obrador estamos implícitamente llamando a votar por el PRI o por el PAN”.

No sólo eso, sino que “por insinuaciones o acusaciones directas se dice que ha habido un arreglo o un pacto -para hablar en sus términos- entre el EZLN y la derecha, particularmente entre Marcos y el salinismo, para impedir que Andrés Manuel López Obrador llegue a la Presidencia. Hay quien nos acusa de ruines y hace notar la coincidencia entre nuestras palabras y la enésima reaparición del primer innombrable (Carlos Salinas de Gortari, en Chalco, la semana pasada)”, manifestó.

Como la semana pasada, insistió en que “paradójicamente no ha habido ninguna argumentación racional en contra de lo que hemos dicho y seguiremos diciendo. Si acaso dicen que estamos exagerando en la denuncia sobre las agresiones perredistas, en las traiciones a los acuerdos de San Andrés y en el señalamiento de que el proyecto de López Obrador no es de izquierda -ni siquiera de izquierda reformista-, sino francamente neoliberal; que a pesar de que adhiriéndose a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona son también sospechosos todos de hacerle el juego a la derecha, de haber pactado con el salinismo y el foxismo -si es que hay alguna diferencia-, y de estar en posibilidad de arruinar la llegada de un gobierno de izquierda, que es sólo una posibilidad”.

Fue en esta parte que el subcomandante quiso despejar las dudas sobre la otra campaña y las elecciones del año próximo. “Repetiré lo que se ve no es tan evidente: nosotros no estamos invitando a votar por uno u otro candidato, por uno u otro partido, pero también repetiré lo que según se ve no es tan evidente: tampoco estamos invitando a no votar por uno u otro ni a abstenerse. Como hemos dicho, nosotros los respetamos y respetamos sus decisiones. No seremos jueces de lo que hagan o dejen de hacer en el proceso electoral que viene. Si deciden apoyar a alguien o abstenerse será su decisión soberana e independiente, y en nada afectará lo que ahora les ofrecemos a ustedes y a todos los que se reivindican como de izquierda institucional”.

Las campañas serán una patética exhibición de espots publicitarios

Expresó que “las campañas electorales empezarán y serán lo que hasta ahora han sido: una patética exhibición de espots publicitarios. La otra campaña empezará antes, después o simultáneamente. Las campañas electorales culminarán y la otra campaña seguirá. Habrá elecciones y la otra campaña seguirá. Habrá cambio de gobierno y la otra campaña seguirá. Vendrán las crudas morales y las desilusiones, y la otra campaña seguirá. Tal vez entonces, sólo entonces, la otra campaña se develará como lo que pretende ser: la construcción de otra cosa. Algo que, como todo lo que surge desde abajo a la izquierda, parece imposible en la víspera”.

A los críticos de la nueva iniciativa zapatista les dijo: “tal vez quienes nos llaman la atención por groseros y desacomedidos deberían intentar no quedarse en las declaraciones que se resaltan comprensiblemente en los medios, y entrarle a todo lo que hemos dicho, decimos y diremos sobre la Sexta, sobre la otra campaña, sobre el mundo y sobre México. Tal vez entonces se darían cuenta de que junto con nuestro modo de reclamar está también nuestro modo de explicar, de explicarnos. No estamos escondiendo nada. Todo está claro y a disposición de quien quiera ver, oír, comprender. Nosotros suponemos que ustedes y todos los que se han sumado a la sexta han encontrado en ella y en la otra campaña algo que no encontraban en otra parte, ni en los partidos políticos institucionales, ni en las campañas prelectorales, ni electorales, ni en los proyectos de esos” institutos.

“La Sexta -abundó- ha planteado sólo líneas generales y ha ofrecido que las concreciones que esas líneas demandan no sean producto de la organización que convoca, el EZLN en este caso, sino de la discusión y el acuerdo, basados en el respeto a los medios de cada quien y en igualdad, de todos los que decidan hacer este camino y construir esa otra cosa que en cada uno tiene una figura y un color, y que tendrá la figura y el color que acordemos entre todos.”

Reiteró que la Sexta “es clara en lo que dice y clara en lo que no dice: vamos a tratar de hacer otra forma de política, vamos a tratar de construir un programa nacional de lucha de izquierda y anticapitalista y vamos a impulsar la demanda de una nueva Constitución. Todo esto lo vamos a hacer con los trabajadores del campo y de la ciudad, con los desposeídos, con los perseguidos por su diferencia, con los inconformes que se rebelan y luchan, con los que saben que la libertad no se obtiene con el permiso del opresor, sino arrebatándosela. Ese es el qué. Cómo, cuándo, dónde, con quién, a qué ritmo, con qué paso, por cuáles caminos, con cuál compañía, lo habremos de ir definiendo entre todos”.

Su valoración sobre las críticas recibidas por la iniciativa de la otra campaña la resumió así: “lo que arriba temen es que el descontento social, y más en concreto, el descontento social organizado, no sólo no encuentre un dique y una administración que lo controle, sino que crezca, que se desborde, que empiece a cuestionar todo y, sobre todo, que empiece a construir abajo y a la izquierda una alternativa social, un nuevo país, una nueva sociedad, un nuevo mundo”.