Una respuesta desde el marxismo a la Sexta Declaración

24.Ago.05    Análisis y Noticias

UNA RESPUESTA DESDE EL MARXISMO A LA SEXTA DECLARACIÓN

Comité de Análisis e Ideología Autónomos

La Sexta declaración viene de abajo: no queremos que fracase mirando y pidiendo hacia arriba.

ABAJO Y A LA IZQUIERDA NUESTRA BANDERA ES ROJINEGRA.

Desde ya el llamado es un éxito, si nos atenemos a la diversidad de discusiones, respuestas, rechazos y aprobaciones que la Sexta Declaración de la Selva Lacandona ha suscitado a unas semanas de haber sido presentada. Desde ahora es también una promesa, por la enorme movilización social que sin duda convocará. Pero también es un reto, una batalla por pelear y por definir. Habrá quienes le apuesten todo, y no es de extrañarse, pues los rebeldes zapatistas también lo han hecho de alguna manera. También quienes desde ahora prevengan su posible fracaso. Y no nos referimos a quienes desde el Poder hubieran deseado que la hora sexta nunca hubiera llegado, sino a los que conocen de la frustración de anteriores intentos: recordemos el naufragio de la Convención Nacional Democrática y el criticado nacimiento y desarrollo del FZLN.
No queremos dictar sentencias sobre un futuro que aún está por definirse, sino, precisamente, advertir sobre los retos que esta nueva iniciativa tiene, sabiendo que finalmente el EZLN y quienes los acompañen en esta aventura decidirán por propia cuenta su camino, incluso con el derecho legítimo a equivocarse, derecho que siempre será preferible a la inmovilidad, por muy cómoda que esta sea. Pues en la lucha muchas veces las comodidades no son sino una apariencia que encubre engaños y complicidades.
1.Los zapatistas han dicho que mucho arriesgan, pero que si no lo hacen podrían también perder todo lo ganado. En nuestra opinión, la Sexta constituye quizá el mayor y más radical paso que desde aquel Primero de Enero del 94 hasta ahora haya emprendido el EZLN. Mucho es el respaldo de la “sociedad civil” que podría perder el zapatismo, al apostar a una nueva construcción, con un nuevo sentido. Pero también mucho es lo que tal vez pudiera ganar. Buscar caminar sin quienes tradicionalmente han estado a su lado, en cierta forma es parecido a aquel andar solitario y armado que llevó el ¡Ya basta! indígena a resonar en los palacios del Poder que por años los había ignorado. Admiramos aquel grito histórico, saludamos este nuevo paso valiente y sobre todo, necesario.
2. La Sexta no es la Primera. Tal vez su destino sea mejor o peor que el de la Segunda , la Tercera o la Cuarta. Ahora las revalorizamos con la ayuda que da la distancia. También sabemos que hubo una Quinta, quizá la menos recordada. La Sexta no es las anteriores, porque esta tiene un nuevo interlocutor: los trabajadores. Porque no se dirige hacia quien sabe donde, sino Abajo, a la izquierda. Porque no sólo nos habla del “neoliberalismo”, sino del Capitalismo. ¡Qué ganas de llamarle a las cosas por su nombre!, sin el miedo a aparecer como “trasnochados marxistas”. Mas miedo hubiera dado engañarse uno mismo creyendo que lo que nos oprime ya no es lo de siempre, sino lo de moda, lo políticamente (y modernamente) correcto.
3.El zapatismo tampoco es el mismo, no del todo. Del 94 a ahora ha cambiado, como todos hemos cambiado en estos años. Como ustedes sol@s cambiaron antes: en 1983, en 1993, en el primero de enero…como ustedes mejor que nosotros saben que han cambiado en estos años. Toda la izquierda de abajo ha tenido que cambiar para sobrevivir: para no dejarse comprar y engañar por el Poder, para no dejarse vencer por la represión y el miedo, para no permitir el olvido, para buscar e intentar nuevas esperanzas y mejores proyectos.
El capitalismo desde que nació , es lo que es: lo que ustedes han descrito en la sexta y que otros, que siempre supieron estar con los de abajo y de la izquierda, hace 157 años que lo describieron. Esos otros que siempre fueron nosotros con los trabajadores del mundo. Y a quienes unos cuantos trasnochados recordamos y seguimos hasta ahora: Carlos Marx y Federico Engels y su Manifiesto del Partido Comunista , que no fue el primero ni el sexto, ni el último, pero para muchos de nosotros es el que desde entonces acompaña nuestro andar. Porque hay pensamientos que uno no cambia y eso se llama principios.
4.El capitalismo ahora es neoliberal. No es que sea sólo el neoliberalismo ahora y que ya no sea más el capitalismo la forma como en esta sociedad “están organizadas las cosas y las personas”. Ahora sabemos que ustedes lo tienen claro.
Nosotros nomás decimos que, así como ahora el neoliberalismo es la forma en que se llama y se disfraza el capitalismo para disponer “quien tiene y quien no tiene, y quien manda y quien obedece”, antes tuvo otros nombres y otros disfraces. Y puede el capitalismo conseguirse mañana otros nuevos modos si los necesita. Así pues decimos que hay que luchar contra el capitalismo como quiera que este se llame (pues no hay un capitalismo que sea bueno). A lo mejor unos se contentan nomás con decir que lucharon contra el neoliberalismo y a lo mejor lo derrotan y hasta ahí se quedan. Nosotros no nos estaremos contentos hasta que se acabe el neoliberalismo y se acabe toda forma de capitalismo.
5.Y estarse contentos no quiere decir estarse quietos sino seguir luchando pero diferente. Porque sí entendemos eso de que en la Rebeldía el camino nunca se acaba. Y si en el mundo hay muchos rebeldes contra el neoliberalismo, o sea contra la globalización capitalista, también hay muchos que decimos que es buena la rebeldía pero que también es buena y necesaria la revolución, es decir que hay que resistir siempre pero que también hay que decirle ¡ya basta! al capitalismo y luchar por que este se acabe para siempre y por que las cosas sean completamente distintas a como son ahora con el capitalismo.
Osea que queremos resistir pero también queremos vivir. Y vivir en una sociedad con un sistema en el que el dinero no mande, o mejor aún, que el dinero no exista para que no haya problema. Donde las cosas y las personas no se compren y se vendan. Sino que las cosas sirvan para quien las necesite y cada quien las tenga cuando las necesite y nó las tenga que comprar, ni vender, ni venderse a si mismo para tener algo. Donde ya no haya más el trabajo para venderlo por un salario, ni trabajo de esclavos, nomás el trabajo para hacernos humanos y hacernos libres. Donde no haya “robadores” del trabajo de los otros ni robados de su trabajo. Donde no haya unos que mandan y otros que obedecen. Donde no haya arriba ni abajo sino puro planito y todos sean, aunque sean distintos todos.
6.Porque de por sí siempre hemos sido distintos todos, aunque la globalización capitalista nos trate de hacer a todos iguales. Iguales para comprar lo que los neoliberales nos venden, iguales para tener que vender nuestra fuerza de trabajo a cambio de nada. Pero no iguales todos porque siempre unos mandan y otros obedecen, y unos otros no tienen . Y en el capitalismo los que mandan y poseen hacen los Estados para hacernos creer que todos mandamos pero no es cierto.
Y en el capitalismo los que mandan inventan las naciones para dominar a otros más débiles que se tienen que dejar dominas porque son “de una misma nación”. Claro que también hay unos que se resisten y quieren hacer su propia nación y su propio Estado. Y se llaman “movimientos de liberación ” o “independentistas” o por la libertad de tal o cual pueblo.
Pero nosotros decimos que lo que nos hace distintos, que es nuestra cultura, o sea nuestros modos de hacer, de hablar, de vestir, o de muchas cosas distintas que somos, no nos debe servir para hacernos enemigos unos de otros, porque eso es lo que quieren los capitalistas, porque a ellos es a quienes les sirve que los de abajo estén divididos y hagan fronteras y banderas nacionales y guerras para defender las fronteras y las banderas que no son de los de abajo sino de los de arriba. Porque la bandera de los de abajo es roja y negra, es de lucha contra el que oprime y no de guerra entre hermanos.
7.Entonces tal vez aquí en México entre todos o no entre todos pero si entre muchos de los de abajo y de la podemos levantar izquierda una bandera común que se llame “programa nacional de lucha” y a lo mejor en el encuentro intercontinental o en otros encuentros podemos conocernos con los otros de abajo que en otros lugares resisten contra la globalizacion capitalista. Nosotros pensamos que sería bueno que desde abajo y desde la izquierda de todos los que somos rebeldes en el mundo se pudiera levantar un programa mundial de lucha y hacer que se cumpla. No sólo que sería bueno, sino que es necesario porque si no el capitalismo va a acabarse el mundo (y queremos decir la tierra, los bosques, el agua, los animales y además las personas. las personas) y a lo mejor si no hacemos algo el capitalismo se acabe al mundo antes de que nosotros acabemos con el capitalismo.
8.Pero mientras se organiza o no un programa mundial de lucha de izquierda, nosotros vemos bueno que se vaya organizando por lo pronto en México. Y vemos mejor que se haga sin los partidos electorales porque ya está visto que esos partidos no nos sirven de nada. Porque ninguno de los partidos electorales son de abajo y a la izquierda, nomás son de arriba y de la derecha todos aunque se digan de centro o de izquierda. Vemos bueno que ustedes han venido haciendo o tratando de hacer una política diferente.
Y vemos que hace falta que hagamos que esa o esas otras políticas diferentes que se llaman resistencias se organicen. Pero que se organicen de manera independiente y horizontal. Por ello, saludamos también la Sexta porque aunque algunos dicen que es igual a otras propuestas, nosotros vemos que es diferente porque viene de abajo, porque si las cosas se imponen desde arriba, aunque sean de izquierda, nomás no sirven.
9.Nosotros decimos que está bien organizarse sin los partidos electorales, pero que también hace falta organizarse sin esperar nada de los políticos de arriba, sino sólo confiando en los de abajo, que de nosotros no están abajo sino más bien a un lado: en los trabajadores. Porque de otro modo puro pedir a los de arriba y puro esperar y nada que cumplen y poco o nada que cambia. Nosotros decimos que para que el capitalismo se acabe no lo vamos a lograr pidiéndole a los de arriba, a sus partidos, a sus gobiernos, a sus diputados y senadores, que mas bien es hora de ya no pedir y no confiar en los de arriba, sino de confiar y construir con los de abajo que son los de al lado nuestro. Y esto lo llamamos independencia de clase.
10. Y decimos que los de abajo-al lado podemos organizarnos y construir un gobierno nuevo, que sea de los trabajadores y no de los que roban y explotan. Pensamos que sólo con un gobierno de los trabajadores podemos hacer que las cosas cambien de verdad. Pero este gobierno si es que se hace tiene que ser distinto. No un gobierno con diputados y senadores y presidentes y gobernadores y en el que nomás los partidos mandan y los que explotan gobiernan. Nosotros pensamos que tiene que ser un gobierno distinto, que defienda al de abajo, pero que no este por encima de el de abajo, sino que el gobierno sea como los de abajo lo queieran hacer. Y a esto nosotros lo llamamos autonomía. Y se nos ocurre que el nuevo gobierno pueden ser ya no unos cuantos que imponen, sino todos los que se organizan: como los obreros y campesinos pueden hacer sus asambleas y sus propios gobiernos en sus fábricas y tierras., los estudiantes y maestros en sus escuelas, y así cada uno según su modo, pero siempre que todos puedan gobernar y aprender a gobernar, que al que no sirva gobernando lo quiten , que como ustedes dicen el que mande, mande obedeciendo, y no mande mandando y solo obedeciendo a su propio interés sino al de sus hermanos y hermanas trabajadores. Además, aunque a lo mejor es mucho adelantarse, decimos que una nueva política y un nuevo gobierno deben de ser de la gente de abajo, no que las organizaciones aunque sean de izquierda manden, sino que todos los de abajo se organicen para todos mandar a sus organizaciones y todos hacer cosas de gobierno y de lo demás. Esto nosotros lo nombramos autogestión..
11.También ustedes dicen que hay que hacer una nueva constitución. Nosotros decimos que si hace falta pero que esta nueva constitución si se hace no hay que ir a pedir al mal gobierno ni a los partidos electorales que la aprueben y la cumplan. Porque de por si ya se ha visto que no cumplieron ni aprobaron los acuerdos de San Andrés. Porque también se ha visto que ellos puras leyes pueden hacer contra los obreros, campesinos, indígenas, maestros, etc. Porque su interés de los de arriba nunca va a ser el mismo que el de los de abajo. Entonces decimos que si se hace una nueva constitución o nuevas leyes, sólo con un gobierno de los de abajo se puede hacer que esa Constitucion y esas leyes sirvan, de otro modo no.
12. Y además dicen ustedes que hay que oponerse intransigentemente a las privatizaciones del petróleo, el agua, la energía eléctrica y los recursos naturales. Nosotros decimos que esta bien oponerse a eso. Pero que también todo eso debe ser de los trabajadores porque si no de todos modos es privado. Porque privado no solo es que el rico lo compra y es suyo, sino también que el gobierno de los ricos decide como se administran las empresas del petróleo y la energía eléctrica. Entonces si el gobierno no es de todos sino solo de unos cuantos, pues las empresas aunque se llamen “nacionales” tampoco son de todos sino solo de unos cuantos.
Y decimos que todo debe de ser para todos: la tierra, las fábricas, el agua, el petróleo, la energía eléctrica, la cultura. Porque si no es puro engaño, porque si todo eso solo es de unos cuantos entonces no hemos acabado con el capitalismo y nada va a ser mejor. Entonces para acabar con el capitalismo pues hay que quitarle, por la buena o por la fuerza todo eso a los que nos lo roban, no para hacer que las fabricas o la electricidad o el petróleo o lo demás sean de unos cuantos o de los gobiernos, sino de todos.
Esta es nuestra palabra: Sí a un programa de lucha de izquierda y anticapitalista. Sí a otra forma de hacer política. Pero también sí a ir construyendo un gobierno de los de mero abajo, de los trabajadores.
No a pedir que el mal gobierno o los partidos políticos con registro hagan una nueva Constitución “que defienda al débil frente al poderoso”, porque de por sí no lo van a hacer y nomás vamos a perder el tiempo si se los pedimos, pues es el débil el que se tiene que defender y no esperar a que otro lo haga. No a las privatizaciones pero tampoco a que lo que es de todos se siga administrando sólo para provecho de unos cuantos, es decir, para vender y hacer ganancias, que esos cuantos sean mexicanos o de otro país, eso no importa, lo que importa es que de todos modos nos roban.
Sí a construir desde abajo y desde la izquierda una alternativa para que con nuestra lucha y nuestros gobiernos logremos nuestras demandas.
Y ya no les decimos más de si estamos de acuerdo con la Sexta porque de por sí nosotros estamos de acuerdo con todo lo bueno que viene de abajo-al lado y de la izquierda. De cómo le vamos a entrar pues eso lo tenemos que ver con otros más compañer@s, como de por si cada quien ya lo esta discutiendo en sus lugares y organizaciones. Ahí después se enterarán. Lo que sí es seguro es que nos seguiremos viendo.

Comité de Análisis e Ideología Autónomos
Julio de 2005
izquierdaproletaria@yahoo.com.mx

Tomado de Okupación Auditorio “Che” Guevara http://espora.org/okupache