Policía se moviliza para desalojar Paila
Paila, Bolivia.-
Tratan de continuar con su rutina normal, pero saben que en cualquier momento deberán afrontar la intervención policial que pretende desalojarlos del lugar. Los ocupantes que están asentados en una parte del predio Paila, al que ingresaron por la fuerza hace 18 meses, son conscientes de que pueden volver a vivir momentos como los del pasado 20 de diciembre cuando fuerzas policiales trataron de sacarlos de la zona provocando un enfrentamiento que dejó como saldo un muerto en el bando de los colonos.
Ahora, esa situación está latente en cada uno de los moradores del predio y aseguran que están dispuestos a vivirlo nuevamente. “De aquí sólo saldremos muertos”, dice desafiante uno de los habitantes que suman, según sus cálculos, unas 130 personas.
De hecho, anoche a las 21:30, un contingente de más de 300 efectivos, partió del Comando de Policía en 5 buses y un camión. La instructiva, según fuentes policiales, es dividirse en dos grupos. El primero irá rumbo al predio Yuquises para relevar a sus camaradas que están sin viáticos desde hace tres días. El segundo se dirigirá directo a Paila, ubicado a 45 kilómetros de San Julián, para desalojar a las familias que ocupan parte del predio en el curso de las próximas horas.
Los equipos de prensa que se desplazaron hasta el lugar, para cubrir el desenlace del conflicto, han generado susceptibilidad porque ven con desconfianza la presencia de foráneos.
Pese a ello aceptan los requerimientos periodísticos y cual guión preparado repiten que la tierra es para el que la trabaja, que lo único que piden es un pedazo de terreno para sobrevivir y que no saldrán del lugar porque ya se ha convertido en su hogar.
Hasta donde se informó, la ocupación de Paila ha motivado a que su propietaria, Lenny Landívar de Rojas, busque los mecanismos legales para que se le restituya su propiedad. Lo consiguió el pasado 8 de julio cuando el Tribunal Constitucional emitió una sentencia en la que se le da la razón y se instruye al prefecto dar curso a dicha restitución.
Los datos que se conocen en la zona es que fuerzas combinadas de la Policía y el Ejercito darán cumplimiento a la instructiva legal.
La dirigencia de los ocupantes está alerta a la situación y ha activado una especie de contrainteligencia para conocer el movimiento policial.
Policías vestidos de civil tienen vigilado el lugar
Un grupo de policías vestidos de civil, al mando de un oficial de graduación, se encuentra desde hace más de una semana cerca del predio avasallado. Su labor es la de monitorear la situación y también dar datos a su comando sobre el movimiento de los ocupantes del lugar.
Los policías están a la espera de la intervención, al igual que los campesinos, pero no saben cuándo sucederá.
Según los vecinos, ya se han convertido en personas conocidas porque saben que se trata de policías que realizan dicha labor. No han tenido inconvenientes, aunque operan con cautela.