Minga indígena llega hoy a Gualanday.
Bajo un sol inclemente que ayer abrasaba la llanura del Tolima, por lo menos dos mil indígenas del departamento dieron inicio a la Gran Minga Indígena, Campesina y Popular.
Hacia las 11 de la mañana partió la caminata de la Villa Olímpica del Guamo rumbo al municipio del Espinal. Por decisión de los gobernadores de 103 cabildos del Tolima, los pijaos salieron a la marcha en una jornada que se extenderá por cuatro días y cuyo destino final es la capital del departamento.
A paso lento pero firme, los indígenas recorrieron ayer 15 kilómetros en su primera etapa del trayecto. La guardia indígena fue la encargada de llevar el orden en una faena que busca llamar la atención del Gobierno nacional frente a las múltiples falencias y necesidades que aquejan a las comunidades del departamento.
Etnias paeces de Gaitania y Rioblanco, así como del Cauca y pijaos de Chaparral, Guamo, San Antonio, Ortega, Coyaima, Purificación y Natagaima, decidieron unirse a la jornada por considerar se les vulneran los derechos fundamentales al trabajo, a la salud, a la educación y vivienda, así como el derecho a la vida.
Un paisaje adornado por arrozales y algodonales acompañó a los indígenas en su recorrido; como si fuera un convite, la chicha no faltó, así como los cánticos que se escucharon a lo largo de la llanura espinaluna.
Resistencia civil
Edgar Londoño, asesor del Consejo Regional Indígena del Tolima, CRIT, señaló que las organizaciones sociales dan un ejemplo de movilización en paz con la minga. “Estamos en resistencia civil y vamos a presionar al Gobierno por políticas públicas para hacer cambios estructurales para el departamento del Tolima”.
Las comunidades están solicitando una verdadera reforma agraria para el sector campesino e indígena, la necesidad de hacer cambios estructurales en la educación, exigiendo el derecho a la educación pública gratuita para los estratos más bajos. De acuerdo con Londoño, la educación en las comunidades indígenas es la de menor calidad.
En materia de salud, las comunidades piden que este servicio no sea para unos pocos sino igualmente para aquellos estratos más pobres; también solicitan la ampliación del Plan Obligatorio de Salud y del régimen subsidiado; más de la mitad de los indígenas del Tolima no cuentan con régimen subsidiado.
Necesitamos cambios estructurales, así como cambios políticos para el departamento del Tolima, agregó.
El asesor del CRIT señaló que las políticas que hasta el momento se han dado, encaminadas a las comunidades indígenas, son políticas coyunturales y paños de agua tibia.
No se pueden seguir haciendo planes de inversión para tres o cuatro años con el fin de acumular votos y comprar conciencias. Necesitamos que se atiendan problemas estructurales, planes estratégicos por sectores para las comunidades indígenas, agregó.
Aunque se dice que una jornada de este tipo es desgastante, Londoño considera que más desgastante para los indígenas es vivir 500 años esperando que el Gobierno les resuelva sus problemas. “Preferimos caminar y desgastarnos cuatro días y no seguir esperando otros 500 años a que nos arreglen los problemas”.
Para las comunidades la marcha es el camino para presionar las principales políticas públicas. “Y si de aquí, seguramente no sale nada, saldrá mayor organización del pueblo tolimense para tomar en un momento dado, las medidas necesarias de la resistencia civil y exigirle al Gobierno y a los políticos que tienen que hacer los cambios necesarios para el departamento”.