El subcomandante Marcos y otros miembros del EZLN, hace unos días, cuando se dirigían a participar en los trabajos preparatorios de la Sexta. En tanto, bases zapatistas de la selva tzeltal sufren el acoso de grupos priístas y autoridades de Ocosingo FOTO Juan Pablo Virgen/Maya Comunicación
Jueves 25 de agosto de 2005
Grupo priísta, apoyado por autoridades de Ocosingo, crea tensión en Las Tazas
Afectan territorios zapatistas con el pretexto de colocar cables eléctricos
La junta de buen gobierno El camino del futuro denunció que los militantes del tricolor “presumen” su cercanía con los militares y se arman con pistolas y revólveres
Municipio Autonomo San Manuel, Chiapas, 24 de agosto. La reactivación de grupos contrainsurgentes en la selva tzeltal enseña las manos estos días en el problema de la electrificación impuesta (por campesinos priístas y la presidencia municipal de Ocosingo) en la cañada de Las Tazas. El hecho se concentra en estos momentos en un gran cedro. Esto, en la comunidad Emiliano Zapata del municipio autónomo rebelde San Manuel. Los seguidores de la tricolor Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic) amenazan con derribarlo próximamente. A la fuerza. Propalan versiones de “que van a juntar mil personas”, procedentes de diversas regiones de la selva.
¿La razón? El venerable árbol estorba para que los priístas pasen (sin autorización) los cables de electricidad sobre terrenos zapatistas, cañada adentro. Una región donde se localizan muchas comunidades autónomas, y que lleva cierto tiempo bajo tensión. La Opddic ha efectuado reuniones y actos de fuerza en semanas pasadas; también ha propiciado la tala de bosques propiedad de zapatistas para instalar los postes de la línea eléctrica, y ahora amaga con ingresar al poblado para abrir paso a sus cables de alta tensión.
Todo indica que la Comisión Federal de Electricidad no es la que realiza las obras, sino contratistas pagados por el ayuntamiento de Ocosingo, cuya política ha sido, muy programáticamente, ignorar a los zapatistas y sus estructuras de gobierno.
La Opddic niega ser grupo armado, pero cuando se moviliza para hostigar a las comunidades autónomas, en la cañada de Las Tazas por ejemplo, muchos de sus miembros portan pistolas y revólveres, aunque hasta ahora no los han disparado en las concentraciones. La organización “para la defensa” de los indígenas (en Guatemala los grupos equivalentes se llamaban de “autodefensa”) también niega ser paramilitar, pero alardea su cercanía y familiaridad con los militares, que por cierto abundan por ahí. Sus seguidores se transportan en vehículos del Ejército federal y comparten con los soldados la madera de los bosques talados para el trayecto de los postes eléctricos.
La junta de buen gobierno (JBG) El camino del futuro reporta que “con sus motosierras llegan los soldados y se llevan la madera” (que los contratistas tumban para abrir paso a su cableado).
Tan sólo en este rincón de la selva Lacandona hay cuatro campamentos militares: Península, Nuevo Santo Tomás, Jordán y Nuevo Ibarra.
La cercanía de los indígenas de Opddic y las tropas federales no es ninguna novedad; es conocida desde sus orígenes, en la región de Taniperla, Monte Líbano y El Censo.
Creada en mayo de 1998, la organización que lidera el ex diputado local Pedro Chulín Jiménez es la herencia del ataque militar contra el municipio rebelde Ricardo Flores Magón, en Taniperla, ocurrida ese mismo año, la cual significó la expulsión del gobierno autónomo y el encarcelamiento en el penal de Cerro Hueco de su concejo municipal.
La JBG lamentó hoy en sus oficinas de La Garrucha que la Opddic sea la única organización “que no respeta los pueblos zapatistas ni su gobierno autónomo”.
En un diálogo en castellano con el reportero, y en tzeltal entre ellos, los miembros de la JBG refirieron que el cedro de Emiliano Zapata resulta más que un símbolo. “Esta junta habla con todos los grupos políticos de su zona. Aquí vienen hermanos de la Aric Independiente y la oficial, de los partidos PRD, PAN, Verde Ecologista, y muchos del PRI que sí respetan. Los de Opddic nunca han aceptado hablar con nosotros. Hicieron su trazo de postes sin autorización de los compañeros, y ahora dicen que necesitan quitar el cedro. Es todo por no respetar”.
Explican que el gobierno autónomo establece que para la realización de obra pública gubernamental en sus territorios en resistencia (donde no se acepta la inversión pública) debe existir acuerdo con los interesados. “Si es así, las obras y proyectos para los que los toman del gobierno pueden atravesar nuestros municipios”.
Las instalaciones eléctricas en curso, con dirección a Santa Lucía, ya cerca de Amador Hernández y Montes Azules, han sido efectuadas a la mala (y como sea sumándose al creciente desmentido en los hechos de la presunta “electrificación al ciento por ciento de la selva” de la propaganda oficial). La JBG señala: “El municipio autónomo ha sido paciente, a pesar de las provocaciones. Los priístas han pasado a tumbar los árboles sin pedir autorización de los compañeros”.
La junta zapatista revela que en lo que va de 2005 las comunidades oficialistas que serían beneficiadas con la electrificación no han recibido otros “programas” y ayudas habituales: “No les dan láminas, cemento, puercos, gallinas ni otros programas, porque les dijeron que sólo alcanza el gasto para poner la luz”.
En julio pasado, Opddic organizó una “fiesta” en Xanté, en la cañada de Las Tazas, para reunir a sus huestes de Chilón y Taniperla. “Se comieron dos vacas y tienen pendiente otra reunión”, contaron a La Jornada pobladores de San Manuel. Ahora, un miembro de la JBG bromea: “Parece que otra vuelta van a comerse dos vacas para agarrar juerza y llegar a tumbar el cedro”.
Otro más agrega: “Con toda esa gente piensan que van a tirar el palo y cada uno se puede llevar una ramita”.
Citan otro caso: “En San José (por Taniperla, territorio también del municipio autónomo Ricardo Flores Magón) están construyendo un puente, y tampoco pidieron autorización de los compas ni vinieron con esta junta”. (Incidentalmente, no lejos de dicha obra se localiza el campamento del Ejército federal de San Caralampio).
Por su parte, la dirigencia de Opddic niega ser paramilitar. Además de Pedro Chulín, fundador de la organización, y que actualmente se presenta como su “asesor”, están Carlos Moreno Hernández, presidente general, y Pedro Hernández Cruz, coordinador regional. En la cañada de Las Tazas, los promotores de la confrontación con los zapatistas son Antonio Méndez, de La Unión, y Rafael Jiménez, de San Jacinto (donde se localiza la base militar del río Jordán).