Informe oficial de la ONU descubre lo obvio: pese al crecimiento económico, el mundo es más desigual. Reformas en América Latina han aumentado los problemas

27.Ago.05    Análisis y Noticias

Viernes 26 de agosto de 2005

Tras 20 años se obtuvo el resultado contrario: ONU

Las reformas estructurales causaron mayor desigualdad social en AL

AFP Y NOTIMEX

Nueva York, 25 de agosto. Las reformas estructurales que países de América Latina y el Caribe aplicaron en las dos últimas décadas para acelerar el crecimiento económico, provocaron un aumento de la desigualdad social en la región y un mayor abismo entre las economías formal e informal, señaló hoy una comisión de la Organización de Naciones Unidas al presentar el informe sobre la situación social 2005 titulado El predicamento de la inequidad.

El documento destacó también la agudización de diferencias salariales entre trabajadores calificados y no calificados, en países como China e India, e inclusive en Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña.

“La violencia a menudo está enraizada en la desigualdad y es peligroso para la seguridad y la paz el aumento en el desequilibrio” en el mundo, advirtieron los autores del documento, elaborado bajo la supervisión del subscretario general para Asuntos Económicos y Sociales, José Antonio Ocampo.

Según el capítulo sobre la región, “las reformas en la política de crecimiento (económico) fueron diseñadas con la esperanza de que los altos índices de crecimiento fueran suficientes para generar beneficios sociales”, pero el resultado fue en el sentido contrario, con “consecuencias negativas a largo plazo”.

Según el informe Brasil es el país latinoamericano con mayor desigualdad, pero los mayores incrementos en las diferencias sociales ocurrieron en Argentina y Venezuela en los años 90.

Los cambios en el mercado de trabajo dispararon la economía subterránea con el consiguiente deterioro de los salarios, las prestaciones sociales y las condiciones de trabajo, en particular en los países en desarrollo, apuntaron los autores.

Con una tasa promedio de desempleo que pasó de 7 por ciento en 1993 a 9 por ciento en 2002, muchos trabajadores se vieron “obligados a ingresar en la economía subterránea”.

En países como Brasil, Guatemala y Bolivia las oportunidades de bienestar dependen de factores étnicos, porque “indígenas y negros tienen ingresos que son de 35 por ciento a 65 por ciento más bajos que los de los blancos”, según el informe.

Los autores arremetieron contra el proteccionismo de países ricos e indicaron que las “actuales políticas comerciales” de Europa, Japón y Estados Unidos “afectan a las perspectivas de reducir la pobreza”.

“Las prácticas proteccionistas y los subsidios agrícolas en los países desarrollados han llevado a una caída de la producción agrícola y, en consecuencia, de los ingresos agrícolas”.

Los países desarrollados -precisó el documento- aplican un gravamen de 20.4 por ciento a importaciones agrícolas procedentes de países en desarrollo.

Según el informe, será más fácil reducir la pobreza en países cuyos gobiernos “hayan puesto en marcha políticas que promueven la igualdad, incluidas las iniciativas para mejorar el acceso a recursos, ingresos, educación y empleo”.

“Pese al crecimiento económico considerable en muchas regiones, el mundo es más desigual que hace 10 años”, señalaron los autores, que consideraron que los países miembros de la ONU aún están a tiempo de lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, planteados para 2015, si se incorporan medidas para reducir la desigualdad.

El 80 por ciento del producto bruto mundial -según los autores del informe- está acaparado por mil millones de personas, mientras que el restante 20 por ciento es compartido por cinco mil millones de individuos.