Discusión sobre la identidad y el rol de la comunidad en la ocupación de centros de trabajo y en la autogestión

09.Sep.05    Análisis y Noticias

Nota de Clajadep:
A raiz del texto del Profesor J sobre Europa y la resistencia en Abya Yala, un compa ha abierto una importante discusión sobre el rol de la comunidad y su relación con parte de sus miembros que operan en centros de trabajo.
Participe.

Sinidentidad
internacional [ 08.09.05 - 01:16]

En Europa somos estudiantes, proletarios, clases subalternas, clases dominantes. La única manera racional de ser apasionado es querer abolir las relaciones de dominio, descubrir la energía en las relaciones de juego y apoyo mutuo. Debemos inventar esta vaga identidad, la de los que quieren ser libres y soñadores. Es verdad que necesitamos también reconocer la necesidad y del deseo de cuidarnos y de trabajar juntos. Muchas veces hemos buscado el ejemplo y el mito de una vida de juego y amistad en los bosquimanos, en los pigmeos, en los amazónicos, y quizá haya llegado el momento de aprender mucho más profundamente para que nuestro comportamiento no sólo nos libere de pronto de las relaciones mercantiles y jerárquicas sino también del abandono, la soledad y la sospecha que nos cercan constantemente -y no por casualidad, sino como resultado de las elecciones de los que lograron hacer prevalecer el dominio como relación principal y como clave de la cultura. Nosotros queremos ser proletarios y estudiantes por última vez, pero no tenemos pasado, “nación”, “identidad” a la que volver, sino nuevas maneras de vivir que soñar, pensar y realizar. ¿Entonces qué es para nosotros Mileto, o los vascos, o el pensamiento indio? ¿Qué podemos hacer con todo eso? Enseñadnos lo que creáis que nos ayudará. Me parece bien que los guaraníes y los mapuches se llamen guaraníes y mapuches mientras busquen relaciones armoniosas, trabajos y repartos comunes, decisiones en común, y sean abiertos y solidarios -y por tanto dispuestos a seguir recreando la identidad hasta el infinito, hasta que el mundo tenga una identidad polimórfica y lúdica. Creo que eso es lo que sucede en Bolivia y en Argentina. Sí, debemos saber mucho más de lo que sucede allí, en México, en Ecuador, en Colombia. Lo que sucede es que muchas de las cosas más difíciles en Europa, como la simple confianza en los que nos rodean y los sencillas ayudas que aquí son tan complicadas, las tienen allí porque han podido conservarlas o recrearlas, y eso es lo que tenemos que aprender. Otras cosas, como cercar bien al Estado, hacernos cada vez más solidarios y firmes, también se han hecho en Bolivia y pasan casi desapercibidas. Otras… como imaginar y realizar la autogestión completa… que tú dices que se están haciendo en El Alto… deben suceder simultáneamente en todas partes. Esta autogestión completa, asamblearia, que se empezó a realizar en Rusia en 1917, en España en 1936-37, que estuvo cerca de realizarse en Francia en 1968, ha desaparecido como idea-tensión-posibilidad. No comprendemos que ha desaparecido como consecuencia de las derrotas y engaños. La rebelión debe retomar las mejores ideas rebeldes y volver a pensar. Tú mismo le das poca importancia a las recuperaciones de Argentina. ¿Pero no es evidente que los bolivianos tienen las empresas recuperadas al lado como ejemplo pero también como posibles suministradoras? Profesor J, nuestras raíces están en nuestros mejores sueños, y nuestra identidad en liberarnos de las viejas identidades, filosofías y religiones que nos dejaron separados, tristes, feroces y culpables. Queremos ser idénticos a nosotros mismos. Un abrazo.

Para sinidentidad
Profesor J [ 08.09.05 - 03:00]

Es claro que estamos de acuerdo.
El problema de fondo radica en que nuestra característica natural esencial, el ser gregario, comunitario, hoy no la vivimos, en realidad poco lo hacemos desde el patriarcado.

Ello ha hecho que tengamos que inventar elementos identitarios, elementos que nos hagan sentirnos junto y compartiendo con el otro en un nosotros.

Por eso la utopía, lo que llamamos sueños, palabra con la que sustituimos la ideología o el proyecto teleológico.

Con la finalidad a alcanzar estaríamos dándole sentido a la vida, como enseñan los religiosos con la pregunta que le encajan a los niños “anda y pregúntate para qué estás o estamos en el mundo” y el pobre infante por más que le da vueltas no encuentra respuesta, la que sólo puede provenir de la lógica, de la razón pura, territorio donde campea la religión y la ideología como Pedro por su casa.

La reconstrucción de la vida comunitaria es la raíz perdida, la identidad robada, y si lo observamos bien, es lo mismo que luchar por el comunismo o la anarquía, esto es la sociedad sin clases, sin propiedad, sin estado, etc.

Marx decía que el comunismo del futuro es como el comunismo del pasado y llegó a llamar a las épocas anteriores de comunismo primitivo. La mayoría de los anarquistas aceptan esa idea.

O sea, la tarea es recuperar el comunismo, no inventarlo, y eso lo llevamos en la biología, en el carácter gregario presente en los genes, no en la lógica científica racional argumentativa y etcétera (otra cosa es que los pensadores hayan organizado ciertas comprensiones en la forma de teorías o ideologías). Mira a los niños como se buscan y se abrazan (cuando no les hemos enseñado a ser distantes y desconfiados).

Sobre las fábricas recuperadas, ya hemos comentado en reflexiones anteriores que su tendencia actual es la de sustituir la propiedad individual por la colectiva, lo que no es cambio ninguno, y que la única manera de que sea una autogestión es que salga de la decisión de los trabajadores y pase a ser decisión de la comuna, esto es, acabar con esa extraña separación entre gente que trabaja y gente que no trabaja para decidir respecto a la producción.

Estamos de acuerdo en que la autogestión generalizada es el comunismo y la anarquía, por lo tanto es un devenir, un proceso de recuperación, de fábricas también, pero quién las recupera, cuál es el sujeto emancipatorio, trasciende al sujeto individual o colectivo vinculado directamente a la máquina o al servicio, que ha sido puesto allí justamente atentando contra su esencia gregaria, por eso los sindicatos ya no sirven para nada y deben sustituirse por el asambleismo en los centros de trabajo, asambleismo que al ser practicado fundamentalmente en el territorio de residencia del trabajador, se transforma en maneras de vivir nuevas relaciones que educan a las nuevas generaciones, dando pie así al desarrollo de un hombre nuevo, en el socialismo cotidiano del Che.

Abrazos
Profesor J

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Conversación
internacional [ 09.09.05 - 05:47]

Si los de El Alto llegan a pensar en ocupar las fábricas las ocuparán los trabajadores de esas fábricas y los vecinos y compañeros que vayan a hacer las guardias. Lo habrán decidido los trabajadores en una asamblea dentro o fuera de la fábrica, y lo habrán consultado con las juntas de vecinos o con la comisión de la COR más cercana a ellos. O al revés, lo habrán propuesto juntas de vecinos en que estén presentes los trabajadores de esas fábricas y lo habrán ido confirmando mediante asambleas de fábrica. ¿Quién es el sujeto de la ocupación? Las personas que participen. Si se trata sólo de proteger unas fábricas de un embargo, el objetivo limitado limitará lo que se haga después, y los trabajadores de la fábrica tenderán a proteger su autonomía mediante su asamblea. Si se trata del abastecimiento de la ciudad, habrá representantes yendo y viniendo de la empresa a las juntas de vecinos o a las comisiones que se hayan designado, y habrá muchos más vecinos y desempleados participando en lo que se haga en cada fábrica, en las rotaciones, y por tanto la asamblea será mixta. Si se ha decidido ocupar todas las fábricas para resolver todos los problemas que la “economía” crea, habrá asambleas en las fábricas y asambleas de las juntas de vecinos, y lo mejor será que los trabajadores abran la fábrica pero creen una asamblea con los que lleguen, y desde ella vayan discutiendo lo que hay que hacer en todas las fábricas. La comunidad puede estar ya muy bien formada, como en Bolivia, o muy poco formada, como lo estaba en Argentina, y puede, si se quiere, aparecer de repente, en la propia lucha sitio por sitio por conservar el lugar y liberarse para siempre. La fraternidad, la disposición a ir compartiendo generosamente, que es la única que salva y lleva adelante la anarquía, o comunismo, o revolución, se puede realizar enseguida si ese era el deseo que teníamos todos, si habíamos preparado ese deseo, y si habíamos entendido las ocupaciones como la técnica para realizarlo. En mayo de 1968 se improvisaron enseguida guarderías para los niños en la universidad ocupada, aun cuando los que lo hicieron no formaban antes ninguna comunidad. Pero ellos ya entendían correctamente la liberación. Por eso se abucheaba allí a los estalinistas. Esto es lo que debemos traer a la imaginación, a la conversación.