Domingo 11 de septiembre de 2005
Intervenciones y actitudes dejan una sensación de que algo está en marcha
La sexta reunión preparatoria resultó la más política y directa de todas
Aunque la nómina de oradores fue la más diversa, se precisó qué se espera de los encuentros
La Jornada
Una simpatizante del EZLN junto a una manta de la Alianza Braceroproa, organización que asistió a la reunión preparatoria de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, ayer en la comunidad de Javier Hernández, municipio autónomo Francisco Gómez FOTO Victor Camacho
Poblado autonomo zapatista Javier Hernandez, Chis. 10 de septiembre. Sorpresivamente, la sexta reunión de la Sexta, para los “otros” y los que “no pudieron venir antes”, ha resultado la más política y directa de todas. En cierto modo representa, no la última preparatoria, sino ya la primera cosecha de la otra campaña zapatista. Las intervenciones y actitudes dejan una sensación de algo en marcha.
Curiosamente, lo que parecía disperso y amorfo toma forma y contenido en el terreno de “otros”. La nómina de participantes es la más diversa de cuantas van, y sin embargo, la mayoría indica con claridad y “nervio” lo que esperan de la otra campaña centenares de organizaciones (alrededor de 800) y las más de mil personas que han suscrito la Sexta Declaración de la Selva Lacandona este verano de sol y lluvia.
Un autobús trajo sólo de Oaxaca a los representantes de 20 organizaciones indígenas, magisteriales, estudiantiles, sociales, culturales y contraculturales. Dan idea del resto. Si bien llegaron muchos individuos, la dinámica no es individual ni solitaria hoy en Javier Hernández. Predominan grupos, colectivos, redes. Se preguntan cosas como, ¿qué habría hecho el abuelo Marx en la actualidad? o ¿cómo estructurar un programa de acción nacional que sea antineoliberal, democrático, de izquierda?
Muchos del centenar de oradores parecen saber qué quieren, o al menos dejan claro lo que no quieren. “No más atole con el PAN”, proclama, por ejemplo, la Alianza Braceroproa. Al inicio de la sesión el subcomandante Marcos se refirió a “el debate irregular que se ha dado” en las preparatorias de la otra campaña. El “reto de las palabras y los modos” pareciera encaminarse “abajo y a la izquierda” a una síntesis. Un programa.
“La lucha de nuestros padres”
También es, curiosamente, una reunión de encuentros en terrenos precisos y definidos. Así, la organización HIJOS en sus regionales de México y Argentina fueron buscados ansiosamente por Haidi Giuliani, madre de Carlo Giuliani, el muchacho asesinado por la policía en Génova en febrero de 2003 durante la cumbre del G-8. Ella, observadora de la reunión de la Sexta, es ahora una activista importante en la izquierda italiana, y no pudo resistir el discurso de los jóvenes “hijos de presos y desaparecidos políticos de América Latina”, quienes reconocen en el zapatismo “una continuación de la lucha de nuestros padres” y que deben a los rebeldes indígenas “mucho de lo que somos y las maneras con que trabajamos. La Sexta nos da la posibilidad de traspasar fronteras”.
Estos “hijos del amor revolucionario”, vistiendo playeras negras con las siglas de su organización, nietos de las Madres de la Plaza de Mayo y otras abuelas notables, dijeron no ser “hijos del dolor, sino de la lucha”, la cual “alimenta nuestra memoria desde la alegría”. Sólo en México hay 500 desaparecidos políticos, informaron. “Estamos orgullosos de la lucha de nuestros padres”, víctimas “no de la guerra sucia sino del terrorismo de Estado”.
El Taller de Construcción del Socialismo (Tacoso) expuso una aguerrida “agenda para la otra campaña” en términos más marxistas-leninistas que zapatistas, pero con voluntad de convergencia: “La generalidad de la consigna del EZLN funda su éxito, pero también su límite hasta antes de la Sexta”. Se discuten las maneras de alcanzarla “y se afirma la estrategia de alianzas y solidaridades fuera de los partidos políticos con registro y financiamiento estatales. Pero una vez precisado el rechazo al poder del Estado y sus partidos, incluyendo la sedicente izquierda, lo necesario es concretar prioridades para la otra campaña, la desinteresada en las candidaturas presidenciales, para dar a conocer las propuestas para construir la alternativa a la globalización capitalista”.
El Tacoso agregó: “Alguien dará cuenta de las sufrientes peripecias para llegar a la región ‘donde manda el pueblo y el gobierno obedece’, como proclaman los letreros a la entrada de los pueblos organizados en juntas de buen gobierno y caracoles. Ya todos se escucharon entre sí con infinita paciencia. La jornada del último sábado de agosto, por ejemplo, inició a las 10 de la mañana y terminó a las 5 de la madrugada, sin que la comandancia del EZLN se moviera, cabeceara o diera señales de aburrimiento. De todo esto deberá salir no sólo un pronunciamiento simbólico el 16 de septiembre, sino una agenda donde se precise la otra campaña”.
En tanto, como que la Comisión Sexta de la comandancia zapatista en la selva tzeltal ya va agarrando callo. Igual que cada ocho días desde que se iniciaron las reuniones preparatorias de la otra campaña zapatista, los comandantes encapuchados aparecen en fila india, hoy por el poniente, se dirigen al lugar de encuentro y ocupan sus lugares en la mesa que preside la reunión.
La gente aplaude, vitorea en corto, les da la mano. Los comandantes indígenas, ocho mujeres y ocho hombres, sonríen con los ojos sin detenerse. Los periodistas y los participantes que quieren ver al subcomandante Marcos de cerca ya se apostaron en el lado oriente de la pequeña explanada donde se celebra la reunión. Minutos después sale tras una loma la columna de insurgentes del EZLN que escolta al subcomandante.
Decenas de personas y cámaras se aglomeran al paso de los zapatistas armados que también ocupan su lugar, detrás de la Comisión Sexta (su mando civil), y la reunión da inicio. Siguiendo el formato establecido, un comandante y una comandanta dirigen unas palabras sencillas de bienvenida, y el subcomandante Marcos lee un mensaje a los asistentes.
En seguida da inicio la marcha o sucesión de palabras que la gente trajo desde sus lugares hasta la selva Lacandona. Ucizoni y el colectivo Cloacas Comunicantes, la Escuela de Periodismo Autónomo Narconews y las madres de desaparecidos de Chihuahua, el Grupo Civil de Acámbaro, la sociedad cooperativa Ambiente Limpio, la Red Oaxaqueña Zapatista, Zacatecanos por la Paz, la organización Maíz, grupos parroquiales y estudiantiles de diversos estados, los videoastas de Perfil Urbano y mujeres en defensa del aborto, los derechos de las lesbianas, por la justicia hacia las muertas de Juárez.
El Bloque de Fuerza Proletaria expresa “el fastidio de la sociedad a las prácticas de los partidos políticos”, y se pronuncia por “la construcción de un gobierno democrático y popular”. El grupo de Conservación Social del Patrimonio Cultural expone su crítica a la entrega de los recursos históricos y culturales a la trivialidad empresarial y el capital trasnacional.
Se repite mucho la palabra “soberanía” a lo largo de los discursos. Y aunque no es una reunión de organizaciones culturales, hay más cantores y trovadores, que sesiones anteriores. Con la sexta de la Sexta se percibe mayor temperatura política. Se recuperan los métodos educacionales de Paulo Freire y el ensayo de Un proletariado sin cabeza, de José Revueltas, la lectura contemporánea de Ricardo Flores Magón junto con la de Noam Chomsky y Toni Negri.
Al atardecer, Marcos da lectura a la carta de Tai, una muchacha que no pudo asistir, pero tiene mucho que decir, como “representante de sí misma”, y representativa de muchos estudiantes despreciados, explotados. “Nosotros los jóvenes somos también de abajo. Reprimidos y sofocados intelectual y artísticamente, menospreciados, arrinconados, y en montón de ocasiones objeto de imposiciones arbitarias, manipulaciones ideológicas y explotación”.
Pero también “somos los futuros mexicanos. El futuro albañil, la futura abogada, el futuro escritor, la futura política. En muchas ocasiones, los futuros corruptos, los futuros burócratas irresponsables, y por qué no decirlo, el futuro Fox, el futuro Peje, el futuro innombrable. Somos, pues, de abajo, estamos en la raíz de México para pronto convertirnos en los portadores del mismo en defensa de nuestro país. Si queremos empezar a transformarnos ya, hay que ponerse las pilas para organizarse y lograr los cambios que queremos”.
No hay que esperar a ser diputados para cambiar las cosas, lee Marcos. “Hay que cambiarlas ya, ahora, siendo jóvenes todavía, sin mucho poder, pero con sueños e ilusiones. No sigamos el sendero de nuestros antecesores, ya vimos adónde llega. ¿Ustedes no sienten ese peso en los hombros, esa voz que les susurra en las noches ‘ya basta’?”